Caso práctico
-¡Buenos días, Alicia!
-¡Buenos días, Juan! me envía mi empresa, por lo visto habéis comprado ordenadores nuevos.
-Sí. Los que tenemos son muy antiguos.
-En eso estoy de acuerdo –dijo Alicia.
-Así que por eso te hemos llamado, para que nos configures los nuevos ordenadores –dijo Juan.
-¿Has comprado alguno más potente, para funcionar como servidor? –preguntó Alicia.
-Sí –contestó Juan-. He comprado un servidor con Procesador Intel 2x6x2, 26 GHz con 16 GB ECC RAM, 3 Discos x 600 GB SAS 3.600 GB o 18 Mbps de Transferencia y RAID 5.
-Pues eso no lo había pensado yo –dijo Juan.-¡Vaya! –exclamó Alicia-, pues con esa pedazo de máquina deberíamos plantearnos mejorar la estructura de la red y la forma de conectarnos a Internet.
-Se me ocurre instalar en el servidor todos los programas de seguridad y centralizar las conexiones para hacer más eficiente el ancho de banda –explicó Alicia-. Si todos los empleados y empleadas salieran a Internet por el servidor, ganaríamos en seguridad y en rapidez.
-Ya sabes que confío en ti –dijo Juan.
-De acuerdo –respondió Alicia-, me pongo a trabajar.