La pica es un electrodo artificial cilíndrico, formado por un alma de acero recubierta de una capa de cobre puro electrolítico, molecularmente unidas entre si, combinando una gran rigidez mecánica con la máxima resistencia a la corrosión. Debido a esta unión molecular, el acero y el cobre son físicamente inseparables, y por tanto:
- Frente a los ataques químicos del terreno se comportan como electrodos de cobre de la máxima pureza (99,90%).
- Mecánicamente lo hacen como electrodos de acero.
- Por estar ambos metales molecularmente, unidos no hay problemas de corrosión interna.
Las medidas comerciales más usuales son de 1.5, 2, 2.5 y 3 metros de longitud, con un diámetro entre 14 y 18 mm.
En términos generales, el valor de la resistencia de tierra que ofrece este tipo de electrodos es:
- Directamente proporcional a la resistividad del terreno.
- Inversamente proporcional a la longitud del electrodo.
La fórmula de la resistencia es la siguiente:
R=
Las picas se hincan en el suelo golpeándolas con una maza o con un martillo mecánico, y desde ese momento se logra una excelente superficie de contacto entre el electrodo y el suelo, sin necesidad de apisonado posterior, y lo que es también muy importante, la conexión el cable puede inspeccionarse en cualquier momento.
Los electrodos horizontales se enterrarán a una profundidad igual a la de la parte superior de las picas.
Existen dos formas de realizar una puesta a tierra con picas: en profundidad o en paralelo. Dependiendo del caso en el que nos encontremos debemos decidir que sistema es más adecuado.
Picas en profundidad
Consiste en ir introduciendo en el terreno una pica encima de otra, previamente empalmadas mediante su manguito de acoplamiento, consiguiendo profundidades de hasta 12 metros.
Este tipo de instalación es más caro que la colocación en paralelo y se emplea en espacios pequeños en los que resulta imposible el otro sistema.
El proceso de ejecución consiste en introducir la primera pica en el terreno para lo que nos podemos ayudar de un martillo mecánico o una maza. En la parte final de la pica se coloca una sufridera para evitar deformaciones en ésta. Una vez introducida la pica, se desenrosca la sufridera y ayudándose de un manguito de unión se enrosca una nueva pica y se repite el proceso.
Existen accesorios para realizar el hincado de picas. Si no disponemos de un martillo mecánico podemos hincar las picas utilizando una maza deslizante y en el momento en el que la longitud de la pica no permita seguir usando la maza deslizante, se sustituye por una sufridera y se continúa golpeando con una maza normal.
Picas en paralelo
La instalación de picas en paralelo es el sistema más extendido en la puesta a tierra de edificios de viviendas ya que es de fácil instalación y no precisa de maquinaria especial.
Consiste en disminuir el valor de la resistencia de puesta a tierra colocando varias picas en paralelo y uniéndolas mediante cable de cobre desnudo, que a su vez se enterrará en el terreno.
Para que no se produzcan interferencias entre los conos de deyección de las picas, se recomienda que la distancia mínima entre picas sea de 1,5 veces la longitud de hincado de la pica enterrada.
Una vez colocada la primera pica en el terreno, medimos la resistencia con un telurómetro. Con el valor obtenido podemos calcular el número que picas aproximado que hay que colocar para obtener el valor deseado. Experimentalmente se comprueba que cuando colocamos dos picas en paralelo, la resistencia de puesta a tierra disminuye a la mitad de cuando teníamos una sola pica, si colocamos tres la resistencia se reduce a una tercera parte, con cuatro a una cuarta parte, etc.