Caso práctico
Sofía, Alejandro y Elisabeth tienen una buena idea, que conjuga sus conocimientos y experiencia con una necesidad que han detectado en su ciudad: una empresa de energía solar térmica que proponga cambios para mejorar tanto las instalaciones existentes como el montaje y mantenimiento en nuevos edificios.
Los tres tienen experiencia de varios años en el sector, y también se han formado en distintas áreas del mismo. Alejandro y Sofía han estudiado el ciclo formativo de Eficiencia Energética y Energía Solar Térmica y Elisabeth los de Energías Renovables y gestión del Agua, con lo que forman un equipo de lo más completo para poner en marcha su proyecto. Se lo han expuesto al Ayuntamiento de su Comunidad Autónoma y se han mostrado encantados de ofrecerles su ayuda, fomentando el desarrollo de las nuevas tecnologías y las energías renovables.
Pero ¡están desanimados! La razón es que no saben cuánto les va a costar montar su negocio. Tampoco tienen pensado, a pesar de que disponen de algunos ahorros, de dónde obtendrán el que les falte. Alejandro está en el paro desde hace un mes y está cobrando la prestación por desempleo.
Se arman de optimismo y se lanzan a la búsqueda de información.
¿Cómo calcularán el dinero necesario para emprender? ¿De dónde podrán obtenerlo? ¿Cómo organizarán el servicio del centro? ¿Cómo seleccionarán a las personas que trabajarán en la empresa y sus funciones? ¿Hay algún organismo o entidad que ayude a Alejandro, Sofía y Elisabeth en su aventura?