Servicios de red implicados en el despliegue de una aplicación web.
Caso práctico
En BK programación, como cada Lunes, tiene lugar una reunión entre Ada, la directora, María, la responsable del Área de Sistemas y Juan, el responsable del Área de Desarrollo, en la que se evalúan el estado actual de los proyectos en desarrollo o a desarrollar. En esta caso, la reunión fue la siguiente:
—He estado viendo las tareas relativas al proyecto en la aplicación de proyectos Redmine y veo que llevamos adelanto sobre lo previsto.
—Sí, Ada —dijo María—, ya tenemos el proyecto encauzado, solamente quedan por resolver dos tareas: configurar la visibilidad a través de Internet para la aplicación web y la autentificación de usuarios. La verdad es que ha sido todo un acierto el empleo de Redmine para llevar a buen fin el proyecto. Se deja manejar muy bien y permite coordinarse. Ahora la verdad es que tenemos un control exhaustivo sobre el proyecto.
—Sí —reafirmó Juan—. La verdad es que el poder monitorizar las tareas y ver su ciclo de vida es todo un acierto. A todo esto, entonces, ¿cuándo podemos empezar con las pruebas en el servidor definitivo? -preguntó Juan-.
—Pues, pronto —dijo María—. Tan pronto como tengamos realizada la primera de las dos tareas, esto es, tan pronto como tengamos configurado la redirección DNS de la aplicación web al servidor destinado al proyecto.
—Bien, —dijo Juan—. Entonces iré ya creando las tareas respectivas en el Redmine, asignándolas a los responsables correspondientes, para las pruebas.
—Sí, estaría bien, ya que lo que nos estaba reteniendo en la tarea relativa al DNS era la elección del dominio DNS por parte del cliente, puesto que no lo tenía claro. Una vez resuelto, solamente debemos configurar el servidor DNS para apuntar el nombre de dominio DNS a la IP del servidor destinado al proyecto y verificar que la configuración se replica en el servidor esclavo. Por lo tanto a configurar el servidor DNS BIND y listo.
—Por cierto, ¿cuál es el sistema de autenticación elegido por el cliente? —preguntó Juan—.
—Ha elegido autentificación por LDAP -dijo María-. Al final se ha decidido por el montaje de un servidor LDAP frente a la otra opción considerada: una base de datos SQL. Así que lo configuraremos con OpenLDAP.
—Muy bien —dijo Ada—, veo que el proyecto va viento en popa, esperemos que continúe.
—Por mi parte -dijo María-, lo único que podría ralentizar el proyecto sería el envío de usuarios para darlos de alta en OpenLDAP, por lo demás...
—Bien, si hasta ahora el cliente ha sido efectivo en plazos no hay porque suponer que no siga continuando siéndolo. En fin, manos a la obra. Volvemos a quedar la próxima semana a la misma hora, la sala ya está reservada, y comentamos de nuevo.
—Vale, adiós —dijo María—.
—Hasta luego —dijo Juan—.