A lo largo de la historia han existido múltiples tipos de dinero: desde el ganado, las conchas, la sal, el tabaco, las monedas de oro y otros metales, hasta el dinero sin respaldo metálico en la actualidad. Las primeras monedas fueron acuñadas 600 años antes de Cristo por el rey Craso de Lidia, en Asia Menor, la actual Turquía. Estas monedas tenían un peso de 4,7g y estaban hechas de una aleación natural de oro y plata llamada electrum.
El dinero ejerce una función de medio de intercambio, unidad de cuenta y reserva de valor.
400 años antes de Cristo, Aristóteles señaló las características que debía tener el dinero y estas eran: escaso, duradero, homogéneo, divisible, fácil de transportar y almacenar y difícil de falsificar y el oro posee todas esas características.
El dinero papel por si solo no vale nada. Lo que convierte en valioso al dinero papel es que es aceptado en la sociedad como medio de pago por decreto de los gobiernos.
Para que el dinero tenga valor tiene que ser escaso y por eso el dinero siempre ha estado respaldado por una mercancía o por un metal. Por el contrario el papel dinero se puede crear en cantidades infinitas y ahí radica la importancia de tener que controlar la creación del papel dinero sin respaldo.