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Inteligencia. ¿Qué es la inteligencia? ¿Tiene algo que ver con la memoria? La inteligencia es el proceso cognitivo por el cual nos adaptamos al medio y lo modificamos de la forma que más nos conviene según la situación en la que nos encontremos.
No hay que confundirla con la memoria, que simplemente es la capacidad de registrar, retener y recuperar datos; pero esta no hace variar nuestra conducta para obtener un resultado positivo ante una determinada situación.
Aunque memoria e inteligencia son cosas diferentes, si que existe relación entre ellas, ya que una mayor memoria implica una mayor base de datos a la hora de resolver cualquier conflicto, y por tanto, será más sencillo encontrar una respuesta al problema.
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Memoria. Como ya hemos dicho es la habilidad de registrar, retener y recuperar datos. Existen dos tipos de memoria, a corto plazo, que sería la capacidad de evocar informaciones recientes, o a largo plazo o remota, que es la capacidad de evocar contenidos o datos de hace tiempo.
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Por otro lado, la amnesia es un tipo de trastorno que afecta a nuestra memoria y supone que no sea posible recordar o recuperar la información. Uno de los criterios para clasificar los tipos de amnesia es el cronológico, en este sentido se distinguen dos:
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Amnesia de fijación o anterógrada. No se pueden fijar contenidos nuevos. Un ejemplo muy claro de esto son las personas de avanzada edad con enfermedades degenerativas. Los cuales te pueden contar todas sus batallitas de jóvenes pero que son incapaces de recordar lo que han comido ayer.
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Amnesia de evocación o retrógrada. En la que el sujeto no es capaz de recordar los hechos o contenidos de hace tiempo. Un claro ejemplo sería el que vemos en las películas, en las cuales el protagonista se da un golpe en la cabeza y no conoce a nadie ni sabe quién es, pero esto no le incapacita para ir acumulando nuevos recuerdos en la memoria.
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SIRIUS. Uso educativo no comercial. Elaboración propia. |
Afecciones caracterizadas por el deterioro progresivo, estructural o funcional de las células o los tejidos a consecuencia de una enfermedad adquirida o hereditaria.
Afecciones caracterizadas por el deterioro progresivo, estructural o funcional de las células o los tejidos a consecuencia de una enfermedad adquirida o hereditaria.