En las unidades uno y dos, hemos estudiado un poco de psicología general y como se estructura la personalidad, como varía a lo largo del tiempo y los mecanismos de defensa que puede generar nuestro organismo para evitar un estrés excesivo que pudiera crearnos alguna disfunción. Así, nuestra mente esta preparada para enfrentarse a situaciones conflictivas que puedan producir modificaciones emocionales en forma de ansiedad, estrés, miedo, rabia, tristeza o frustración y que se acompañan de cambios fisiológicos (tensión muscular, vaciado estomacal,...)
El aprendizaje permite desarrollar las defensas y el moldeamiento de una personalidad más preparada para enfrentarse y superar exitosamente a las diferentes situaciones de emergencia. Este aprendizaje se puede llevar a cabo desde diferentes fuentes:
- Un aprendizaje en el ámbito familiar y de la comunidad a la que se pertenece, convirtiéndote en un adulto independiente y seguro. Las relaciones interpersonales te pueden proporcionar seguridad y confianza en ti mismo y en los demás.
- También se puede producir un aprendizaje por experimentación, por medio de estudios y de simulacros de situaciones adversas, como pueden ser los simulacros de incendios que seguro que has realizado en el colegio o las diferentes prácticas que vas ha realizar durante el desarrollo de este ciclo formativo.
Si una situación agresiva psicológicamente, o el cúmulo de varias de estas aunque no sean tan agresivas (o sea, agresiones repetitivas que se van acumulando y debilitando las defensas hasta que se llega a un punto en el que se rompe el equilibrio), supera las capacidades de adaptación, generadas por los diferentes aprendizajes y por los mecanismos de defensa, entonces, hablaremos de eventos traumáticos que pueden generar una crisis. Aparecen reacciones más o menos duraderas, con respuestas fisiológicas y psicológicas que ya no tienen una función protectora, sino que conducen a alteraciones emocionales de gravedad variable y en algunos casos, a verdaderas enfermedades mentales. |