Para el nivel que estamos tratando nosotros en este módulo, diremos que una persona esquizofrénica es aquella que presenta delirios, alucinaciones y trastornos graves en el pensamiento y el comportamiento. Frecuentemente puede ir acompañada de paranoia. Pero, ¿qué entiendes por delirios, alucinaciones o paranoia?
Las alucinaciones son falsas percepciones, es decir, puede ver, oír, oler, saborear o sentir cosas que no existen; pero sin embargo, las percibe como reales y por tanto le dará un valor como tal.
Los delirios serían las interpretaciones que el individuo hace de estas alucinaciones, es decir, como un argumento que une todas estas con la realidad y que les intenta dar sentido. Al escuchar los delirios de alguien puede que al principio parezca razonable y normal, pero al cabo de un rato comprobarás que la historia que cuenta no tiene demasiado sentido.
Estos delirios pueden ser muy variados y pueden representar una amenaza tanto para ti, como para sí mismos y poder llegar a autolesionarse.
La paranoia que se manifiesta en estos casos sería una desconfianza enfermiza y una suspicacia exagerada.
Esta paranoia no tiene por qué acabar en un episodio violento como creen muchas personas. Una persona que sufre esquizofrenia, no es ni más ni menos violento que cualquier otra persona, lo que sucede es que los tú desconoces que papel desempeñas en las alucinaciones que sufre esta persona. Así, si es un papel amenazante, puede que si se desencadené un comportamiento agresivo.
Como ya hemos dicho, si no conoces el papel que puedes desempeñar en sus delirios, y que este puede ser un papel amenazante (aunque no siempre), has de actuar siempre con una gran precaución:
- Reúne toda la información que te sea posible sobre la persona a la que vas a atender. Procura averiguar si toma alguna medicación, ya que como hemos explicado los familiares a veces no te dicen abiertamente el trastorno que sufre.
- Acércate a el frontalmente, dentro de su campo visual, ya que si lo sorprendes, puede tomar esto como una amenaza.
- Procura tener una actitud comprensiva y tratarlo con tono suave.
- Al necesitar medicación más específica de la que puedes disponer para compensar su desequilibrio, tu objetivo final será el ingreso psiquiátrico.
- Aunque una vez ingresado en el psiquiátrico o en un hospital (donde se cuentan con otros medios) no es recomendable participar o dar crédito al delirio, este puede ser aprovechado en situaciones de emergencia para conseguir tu objetivo. Un claro ejemplo es el que podemos encontrar en el libro "asistencia psicológica a víctimas" del sargento de bomberos Ferran Lorente Gironella.
"Un vecino informó a la central de una explosión en el piso superior... Allí coincidimos bombero, policías, ambulancias... Cuando llegamos a la puerta del piso, esta permanecía cerrada y nadie contestaba a los golpes que dimos a la puerta. Ni desde el interior ni desde el exterior del edificio se apreciaba rastro de deflagración alguna, el explosímetro indicaba que no había ni la más mínima concentración de gas. Decidimos llamar al vecino que había dado la alarma, nos recibió un señor de mediana edad muy amable, que vivía solo.
Efectivamente él había dado la alarma, sus vecinos de arriba eran groseros y ruidosos pero él lo soportaba estoicamente ya que era un buen cristiano. El problema era por la noche cuando se combaban y petaban para reproducirse, produciendo explosiones que luego eran reabsorbidas en otro plano por el universo. Esta noche la explosión había sido mucho mayor, hasta tal punto que llegó a dudar de que el universo tuviera suficiente capacidad de reabsorción. Fue entonces cuando llamó porque "sabía" que los bomberos disponíamos de materia secreto de procedencia alienígena capaz de resolver estos lances.
Discretamente le informamos que para emplear este tipo de material precisábamos de una denuncia que solo él podía presentar en el hospital provincial, y que los de la ambulancia estaban en el secreto, eran muy amables y le trasladarían de modo inmediato"
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