Un microprocesador es el cerebro de un ordenador. Está formado por un microchip que está colocado sobre una tarjeta electrónica.

Los científicos crearon el primer ordenador en 1937, pero solo sabía álgebra. El primer ordenador multiusos se creó en 1946 siendo tan grande como 20 frigoríficos.

En los años 50 los transistores sustituyeron a los voluminosos tubos de vacío. Después los circuitos integrados sustituyeron a los transistores.

El mayor avance llegó en 1971 con los microprocesadores, que hacen posible el ordenador actual.

Para fabricar un microprocesador se empieza con un elemento llamado sustrato sobre el cual irá el microchip.

Una máquina aplica sobre el sustrato un agente químico que lo deja pegajoso y que sujetará el microchip cuando esté soldado. Luego una máquina coloca cada chip sobre el sustrato.

Se toma una muestra de la cadena de montaje para comprobar con un microscopio su correcto montaje.

El siguiente paso es la soldadura, para ello se coloca en un horno a 365 grados, que permite la unión del chip con el sustrato.

A continuación un brazo robótico coge 4 tapas de procesadores y los coloca sobre los chips.

El siguiente paso es volver a colocar los procesadores en el horno de soldadura donde estarán una hora a 150 grados centígrados.

Luego se crean las conexiones eléctricas necesarias para conectarlo con la placa base.

Estas conexiones son pegadas al sustrato con el chip mediante un brazo robótico, dando como resultado un microchip con cientos de conexiones.

El microchip una vez terminado se introduce en un recipiente de agua y disolvente para eliminar cualquier sobrante de fulgente o contaminantes.

El último paso es el control de calidad consistente en introducir los procesadores en un horno a 140 grados centígrados durante 12 horas.