Orientaciones Alumnado
En las unidades anteriores hemos trabajado las disposiciones legales y los medios que desde las administraciones se establecen para evaluar posibles riesgos y organizar planes de emergencias, que en casos de necesidad, sean activados para dar respuesta lo más rápida posible a la situación aparecida. Ahora, al trabajar esta nueva unidad nos vamos a centrar en conocer cómo se organiza una catástrofe para garantizar la coordinación de todos los recursos disponibles.
Para comenzar vamos a conocer cuáles son las fases de actuación recogidas en el decálogo prehospitalario y que dan respuesta a todo tipo de intervención, de manera secuenciada, ordenada y coordinada. Fases que van desde el momento anterior a la propia aparición de la situación de emergencia, en donde se trata de disponer de todos lo medios preparados para ser activados en cualquier momento, hasta las fases de alarma y aproximación, una vez acontecida la situación de catástrofe y que prepara a los centros de coordinación y a los primeros equipos para acercarse al lugar de los hechos y comenzar a trabajar.
Fundamentalmente en esta unidad nos vamos a centrar en la sectorización y el despliegue de dispositivos eventuales, es decir, en organizar el lugar de la catástrofe en varias áreas de trabajo bien definidas donde se localizarán cada uno de los equipos en función de la tarea que vayan a realizar. Sin olvidar el despliegue como proceso fundamental, pues se trata de crear estructuras seguras donde se realicen las tareas de asistencia sanitaria, de coordinación, etc.
Por último, vamos a tratar el tema del establecimiento de una cadena de mando, esencial para que la organización de la situación sea eficaz, evitando decisiones cruzadas de cada uno de los equipos e incluso actuaciones dobles, con la pérdida de recursos que esto provoca, cuando en estas situaciones precisamente los recursos suelen ser escasos. Conoceremos quién es el máximo responsable y sobre quién delega la gestión de determinadas actuaciones.