El proceso de balizar
consiste en acotar o delimitar una zona concreta, de
ahí que para indicar los sectores que anteriormente hemos descrito
sea necesario balizar todo el terreno, creando las tres áreas
principales. En cambio, señalizar es el proceso de indicar,
mediante numerosos elementos disponibles una zona de peligro, un
lugar de trabajo, etc.
Tanto los procesos de
balizamiento como de señalización van a ser una tarea
imprescindible en la organización de la zona donde se ha producido
un incidente con múltiples víctimas o una catástrofe. Tenemos que
tener en cuenta que la ruptura de los medios va a hacer que estas
zonas generalmente sean de difícil acceso, con déficit en la
iluminación, lo que provoca más problemas para desarrollar un
trabajo adecuado, y aumenta las posibilidades de que se produzcan
accidentes secundarios, etc.
En general será muy
importante delimitar las zonas de trabajo, facilitando la
organización de los diferentes equipos de intervención,
garantizar su seguridad indicando zonas de riesgos potenciales,
aumentando la luminosidad, e indicando lugares donde se van a
realizar tareas de rescate, señalar aquellas zonas donde puede haber
víctimas y una vez realizado el rescate marcar lugares de ubicación
de las víctimas.
Otro objetivo del
balizamiento y de la señalización va dirigido a marcar accesos
que permitan ordenar eficazmente el paso de los vehículos de
transporte sanitario, realizando circuitos unidireccionales que
garanticen una evacuación fluida, marquen a todos los
técnicos de transporte los lugares de entrada y salida, sin que se
produzcan colapsos, y facilite la evacuación en los diferentes
niveles en los que ésta se realiza.
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