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Héctor Fuertes. CC by. Elaboración propia. |
A la hora de organizar el área donde se ha producido una catástrofe es fundamental dividir el terreno en diferentes zonas con el objetivo principal de crear espacios seguros y facilitar que cada uno de los equipos de intervención tenga un lugar concreto y adecuado para realizar su trabajo eficazmente.
No podemos olvidar que una de las características fundamentales de las catástrofes es la ruptura de los medios habituales por los que se rige una comunidad, es decir, pérdida de comunicaciones, cierre de vías de acceso, aparición de riesgos potenciales, etc. Que si lo unimos a una población afectada que está desorientada, incapaz de coordinar, etc., se dificulta el trabajo de todos.
Podemos decir que sectorizar es dividir la zona donde se ha producido un incidente o una catástrofe en diferentes áreas en donde van a trabajar cada uno de los equipos de intervención (rescate, salvamento, sanitarios, etc.) realizando en cada área sus funciones propias.
¿Cuáles son las áreas que se establecen en el lugar de la catástrofe?
De forma general se consideran tres áreas perfectamente limitadas, aunque su dimensión y extensión será variable en función de la propia superficie que ocupe la catástrofe.
Las áreas en sectorización asistencial son:
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Área de Salvamento, también conocida como zona caliente, área roja o zona de impacto.
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Área de Socorro, también denominada área seguro, zona templada o amarilla.
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Área Base, también conocida como zona fría o zona verde.
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