La primera noria de evacuación o noria de rescate es la que más dificultades presenta, tenemos que tener en cuenta que el suceso acaba de producirse, en muchos casos no han llegado todavía todos los recursos necesarios y además es el lugar que más peligros entraña, ya que la propia catástrofe generalmente no finaliza en el mismo suceso que lo ha originado, sino que casi siempre existen riesgos derivados de ellos. Por ejemplo, incendios, posibilidad de explosión, emanación de gases tóxicos, riesgos de derrumbe, etc.
Es muy importante que nunca perdamos la percepción ante lo sucedido y que, por intentar rescatar rápidamente a alguna víctima, el personal se ponga en riesgo, pues son muchos los casos de muerte o secuelas graves del personal de intervención, por no garantizarse antes de comenzar con el rescate, las medidas de seguridad necesarias.
Además esta noria de rescate se caracteriza porque en el momento inmediato tras el suceso, el rescate suele empezar a realizarse por personal no especializado, generalmente familiares de las víctimas, vecinos o transeúntes que se encuentran en un lugar cercano. Éstos emplean los medios que tienen a su disposición, como directamente el braceo, coches particulares, o cualquier tipo de instrumento improvisado que sirve para hacer de camilla. A este movimiento también se le denomina en muchos casos, ya que no suele realizarse con un transporte especializado, como noria de camilleo.
Desprendimiento o emisión de sustancias volátiles o gaseosas de un cuerpo.