Es cierto que la
catástrofe sucedida recientemente en Haití ha puesto de manifiesto
numerosas deficiencias en la respuesta, desde todos los ámbitos, a
este tipo de situaciones. En este caso en concreto la catástrofe no
puede considerarse como provocada sólo y exclusivamente por un hecho
natural, sino que parte de las consecuencias tan devastadoras de este
terremoto se derivan de las malas condiciones de vida, tanto a nivel
de infraestructuras como sanitarias, de alimentación, etc., en las
que ya se encontraba la población haitiana.
Los organismos
internacionales, y los diferentes equipos de intervención que
participan en tareas de rescate, evacuación, sanitarias, etc., no
suelen estar bien coordinados a la hora de trabajar en estas
situaciones. Además al tratarse de hechos, afortunadamente aislados,
no se suelen realizar suficientes colaboraciones. El papel del
país receptor de esta ayuda debe ser el organizador de todas las
acciones que vayan a realizarse, de modo que se coordinen de un modo
eficiente. En el caso de Haití, ésta parece ser la causa de que se
haya producido tanta descoordinación, pues el propio país
era deficitario de organismos de gestión ante una catástrofe.
Después de un desastre
de gran magnitud, los organismos internacionales suele realizar
importantes despliegues en forma de donaciones al lugar del
suceso. En muchas ocasiones incluso se trata de materiales y
suministros que ni siquiera se ajustan a las necesidades más
importantes que demanda la situación, por ejemplo, la donación de
medicamentos no siempre es adecuada, pues como vimos en apartados
anteriores, en realidad en estas situaciones sólo se emplea un
número limitado de éstos. Además es importante conocer las
características del suministro donado, en cuanto a que no sea
perecedero, que marque la fecha de caducidad, etc.
En 1992, ante la
evidencia de este tipo de problemas en la gestión de suministros, la
OPS (Organización Panamericana de Salud) desarrolló y
difundió el proyecto denominado SUMA (Sistema de Manejo de
Suministros Sanitarios. Este proyecto se basa en la creación de una
herramienta para el manejo de suministros humanitarios, desde que los
donantes establecen la colaboración con el envío de suministros
hasta que llegan al lugar de la catástrofe y son almacenados y
distribuidos eficientemente.