Imagina que estás sentado tomando un café y encuentras a una persona que se desvanece. ¿Cómo lo puedes ayudar? Puedes ayudar a tu paciente aplicando maniobras de Resucitación Cardiopulmonar (RCP). Éstas se incluyen dentro de un conjunto de actuaciones encaminadas a revertir el estado de parada cardiorrespiratoria. Es decir, su objetivo es restablecer la circulación y respiración del paciente. Para conseguirlo primero sustituyes la respiración y la circulación sanguínea de tu paciente, mediante la respiración boca a boca y el masaje cardíaco externo, para después intentar restaurar la respiración y la circulación espontáneas, con el objetivo fundamental de recuperar las funciones cerebrales completas. Estas acciones y maniobras están incluidas en la llamada Cadena de Supervivencia, que es una sucesión de actuaciones que hacen más probable que una persona sobreviva a una situación de emergencia.
La Cadena de Supervivencia está formada por cuatro eslabones:
Al igual que los eslabones de una cadena, cada una de estas acciones ocupa un lugar determinado en la secuencia de actuación ante una situación de parada cardiorrespirtoria, debes seguirla de forma ordenada sin saltarte ningún “eslabón”. No tendría sentido iniciar maniobras de RCP básica (2º eslabón de la cadena), si se te olvida llamar al sistema de emergencias (1er eslabón de la cadena) para que vengan a ayudarte. ¿Lo entiendes? Si no pides ayuda, difícilmente te podrán ayudar.
Tú puedes formar parte de todos los eslabones de la cadena:
En este capítulo no te hablo de la desfibrilación porque hay un capítulo dedicado a ello. En este capítulo quiero que aprendas solamente a hacer las maniobras de RCP básica.
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Instrumento electromédico que libera corriente eléctrica a través de unos electrodos. Hay algunas anomalías del ritmo del corazón que necesitan descargas eléctricas, para revertirlas.