Caso práctico
Félix empieza la clase haciendo un breve recuerdo de anatomía. Recalca la importancia que tiene para la función cerebral el oxígeno. - Marta, ¿recuerdas cuál es la función principal de los pulmones y el corazón? |
Félix empieza la clase haciendo un breve recuerdo de anatomía. Recalca la importancia que tiene para la función cerebral el oxígeno. - Marta, ¿recuerdas cuál es la función principal de los pulmones y el corazón? |
Recuerda que el aire llega a los pulmones a través de las vías respiratorias, de aquí pasa a la sangre por medio del intercambio de gases que se produce en los alvéolos y, una vez en la sangre, llega al cerebro y a todos los órganos de tu cuerpo, gracias a la fuerza impulsora del corazón.
Otros órganos pueden estar mucho tiempo sin recibir sangre oxigenada y luego siguen funcionando. Gracias a esto son posibles los trasplantes, ¿lo habías pensado antes? Cuando se realiza un trasplante, por ejemplo de corazón, el órgano donado, en numerosas ocasiones está a muchos kilómetros del paciente receptor. Este órgano pasa cuatro o cinco horas metido en una nevera antes de ser colocado en el receptor… Y después sigue funcionando con normalidad, ¿no te parece increíble? Esto no sucede con el cerebro: si está mucho tiempo sin recibir la cantidad suficiente de sangre con oxígeno, los daños pueden ser irremediables. El ser humano, está expuesto a diario a padecer enfermedades, pequeños accidentes, la mayoría son de carácter leve y no necesitan asistencia médica especializada. En otras ocasiones estas enfermedades, accidentes, etc., pueden poner en peligro la vida de la persona que las padece. Un ejemplo de esto pueden ser los ataques cardíacos, accidentes de tráfico, ahogamientos, atragantamientos, etc. En definitiva son situaciones de riesgo potencial para la vida si no se actúa con rapidez y serenidad. La mejor forma de evitar estas situaciones es mediante la prevención: Evitar malos hábitos de vida como consumo de alcohol, drogas, tabaco. Conducir con precaución, cumpliendo las normas de circulación, evitar dejar productos peligrosos al alcance de los niños y niñas, etc. Por desgracia, en otras ocasiones la prevención no es suficiente y se producen situaciones que pueden desencadenar en un paro cardíaco.
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