La parada cardiorrespiratoria (PCR), se define como el cese brusco, inesperado y potencialmente reversible, de la respiración y de la circulación espontánea. La PCR, también se conoce como muerte súbita. Recuerda que el cese de actividad de la respiración y la circulación, pueden ser reversibles si actúas con rapidez y con unos conocimientos básicos en soporte vital. Estos conocimientos los vas a adquirir en este capítulo. La consecuencia de la PCR, es la falta de oxígeno a los órganos vitales y en especial al cerebro. El paciente que sufre un paro cardiorrespiratorio, tiene parado su corazón y su función respiratoria… ¡es como si estuviera muerto!, y lo estará si no eres capaz de sustituir su respiración y circulación en pocos minutos. ¡Ahora empieza la carrera por la vida! Y tú eres un eslabón fundamental para conseguirlo. A cada minuto que pasa disminuyen las probabilidades de sobrevivir y aumenta el riesgo de muerte. Tan es así que si no inicias las maniobras de resucitación antes de cinco minutos, la parada cardiorrespiratoria suele ser irrecuperable. Recuerda esto: Por cada minuto que pasa disminuye un 10% la probabilidad de sobrevivir de tu paciente. O lo que es lo mismo, en 10 minutos de parada el desenlace puede ser fatal. Importante: No debes confundir la parada cardiorrespiratoria potencialmente recuperable, con la muerte producida como consecuencia del envejecimiento biológico o de la evolución terminal de una enfermedad. ¿Conoces los signos de parada cardiorrespiratoria? La ausencia de respiración y circulación se manifiesta en el paciente con:
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