Tal como aparecía en el esquema anterior, has visto que en la función de moverse en el espacio y de captar sensaciones del exterior, están involucrados tres sistemas:
Comprueba también que en los tres casos se utiliza el término ‘sistema’ y por lo tanto, si sigues la descripción que lo distingue del término ‘aparato’ puedes deducir que están constituidos fundamentalmente por un tipo de tejido, cada cual el suyo. ¿Recuerdas cuáles son?
El sistema esquelético está compuesto fundamentalmente por los huesos, y por los ligamentos y cartílagos que sirven de unión entre ellos. Los huesos son los órganos que dan forma a la estructura del organismo y constituyen en conjunto el esqueleto, cuya movilidad es posible gracias a las articulaciones entre huesos. El sistema muscular se compone de los músculos esqueléticos y los tendones que les fijan a los huesos y articulaciones. Su función principal consiste en mantener la postura corporal y llevar a cabo el movimiento.
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Los sistemas para el movimiento y la percepción.
Importante
Ambos sistemas, esquelético y muscular, constituyen el aparato locomotor, que en conjunto hace posible que seamos capaces de movernos. Aunque, es necesaria la actividad del sistema nervioso para que ello sea posible, ya que se encarga de coordinar ambos sistemas.
El sistema nervioso está formado por:
Todo ello forma una compleja red cuya función es regular y controlar el funcionamiento de todos los órganos y las estructuras del cuerpo, coordinando además la relación entre ellos. A la vez es el responsable de establecer la relación de todo el organismo con el entorno exterior. Este sistema está íntimamente relacionado con los receptores que permiten captar sensaciones y que se localizan en los órganos de los sentidos: visión, oído, tacto, olfato y gusto. |