Los síntomas más frecuentes.

Dolor

Autor:Darko Djurin Procedencia.

Ahora que ya conoces la diferencia entre un síntoma y un signo vamos a ver algunas de las manifestaciones más frecuentes de las enfermedades y que pueden aparecer en diversos trastornos. Posteriormente, en las siguientes unidades de trabajo, cuando tratemos la patología por aparatos o sistemas, veremos con más detalle los síntomas y signos característicos de las enfermedades más importantes.

Hay síntomas que son más o menos generales, y otros que están relacionados con determinados aparatos o sistemas. Son síntomas frecuentes:

  • El dolor, es una sensación de molestia, de intensidad variable, pudiendo llegar a ser incapacitante, que puede tener una afectación emocional importante; es decir que puede alterar completamente el estado de ánimo de la persona o impedirle la funcionalidad de alguna parte de su cuerpo. Por ejemplo, si te duele un pie, procurarás no moverlo, y si te duele mucho, es posible que directamente no puedas moverlo.

Aunque resulte un síntoma desagradable, ejerce una función de aviso, ya que generalmente indica que se está produciendo una lesión en los tejidos. Así por ejemplo, el dolor tras una quemadura indica que hay lesión en la piel, el dolor en un infarto de corazón indica que hay lesión en ese órgano, o el dolor permanente en una rodilla indica que la articulación probablemente está lesionada.

Es un síntoma que puede manifestarse de forma muy variada. ¿Verdad que cualquier persona ha sentido en algún momento un dolor punzante, un dolor difuminado, un dolor ondulante…? E incluso puede adoptar formas especiales según el órgano o el territorio afectado. Es muy distinto el dolor de estómago, el dolor muscular o el dolor que en ocasiones acompaña a la menstruación. Dolor de cabeza, dolor muscular, dolor articular, dolor de estómago, sea cual sea el tipo según localización, es uno de los motivos de consulta más frecuente en los centros de salud.

Lágrima

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Una diferencia importante que debemos tener en cuenta es la duración del cuadro doloroso. El dolor agudo puede ser muy intenso pero tiene una duración limitada, corta, mientras que el dolor crónico, permanente, se acompaña generalmente de otras manifestaciones, tanto físicas como psíquicas. Es habitual que un dolor mantenido durante largo tiempo ocasione alteraciones del sueño, deterioro físico importante y también trastornos de tipo psicológico como agresividad, depresión…

 

Sensación de molestia intensa que tiene una afectación emocional importante; es decir que puede alterar completamente el estado de ánimo de la persona. Aunque resulte un síntoma desagradable, ejerce una función de aviso, ya que generalmente indica que se está produciendo una lesión en los tejidos. Es un síntoma que puede manifestarse de forma muy variada pero sea cual sea la forma, es uno de los motivos de consulta más frecuente en los centros de salud.

Sensación de molestia intensa que tiene una afectación emocional importante; es decir que puede alterar completamente el estado de ánimo de la persona. Aunque resulte un síntoma desagradable, ejerce una función de aviso, ya que generalmente indica que se está produciendo una lesión en los tejidos. Es un síntoma que puede manifestarse de forma muy variada pero sea cual sea la forma, es uno de los motivos de consulta más frecuente en los centros de salud.

El dolor, como síntoma subjetivo que es, puede ser percibido de forma distinta. No debe ‘juzgarse' la capacidad de resistencia al dolor ya que cada cual puede percibirlo con diferente intensidad.

 Procedencia.  Autor: Mateus Hidalgo Licencia: Wikimedia Commons.

  • La disnea, que es la sensación de falta de aire o de dificultad respiratoria. Este síntoma es común a enfermedades del aparato respiratorio, del aparato cardiocirculatorio, si se acompaña de palpitaciones, y también a algunos trastornos de la sangre.

  • El mareo. Es un vahído, la sensación de desmayo inminente o de movimiento en ausencia del mismo. Se puede acompañar de náusea. Aunque no sea una manifestación tan frecuente como las anteriores, es un tipo de síntoma que nos va a permitir comprobar la dificultad de interpretación por el personal sanitario, de la terminología que se utiliza de forma común. Seguro que con ese término eres capaz de identificar una sensación de malestar, pero si reflexionas un poco verás que ese término puede indicar cosas muy distintas. En algunos casos lo referimos para indicar la náusea, esa sensación que precede al vómito; otras veces puede ser sinónimo de vértigo, en el sentido de sensación de pérdida de equilibrio o de que la cabeza da vueltas; e incluso puede indicar esa sensación previa a la pérdida de conocimiento.

  • Y por último, no debemos olvidar tres síntomas que aparecen a menudo simultáneamente acompañando a muchas enfermedades: la astenia, que es la sensación de decaimiento, de cansancio, de ‘falta de energía’; la urticaria o picor, y la anorexia, que es la pérdida de apetito, tan frecuente también cuando uno no se encuentra bien.

Es la dificultad respiratoria o falta de aire. Es una sensación subjetiva. La dificultad respiratoria es una afección que involucra una sensación de dificultad o incomodidad al respirar o la sensación de no estar recibiendo suficiente aire. Este síntoma es común a enfermedades del aparato respiratorio, del aparato cardiocirculatorio y también a algunos trastornos de la sangre.

Es la dificultad respiratoria o falta de aire. Es una sensación subjetiva. La dificultad respiratoria es una afección que involucra una sensación de dificultad o incomodidad al respirar o la sensación de no estar recibiendo suficiente aire. Este síntoma es común a enfermedades del aparato respiratorio, del aparato cardiocirculatorio y también a algunos trastornos de la sangre.

Sensación de tener ganas de vomitar, suele preceder al vómito.

Sensación de pérdida de equilibrio o de que la cabeza da vueltas; e incluso puede indicar esa sensación previa a la pérdida de conocimiento.

Sensación de decaimiento, de cansancio, de ‘falta de energía’.

Trastorno alimentario de origen neurótico que se caracteriza por un rechazo sistemático de los alimentos que causa que las personas pierdan más peso de lo que se considera saludable para su edad y estatura. Las personas con este trastorno pueden tener un miedo intenso a aumentar de peso, incluso cuando están con peso insuficiente. Es posible que hagan dietas o ejercicio en forma excesiva o que utilicen otros métodos para bajar de peso. Se usa a nivel clínico cuando se observa una falta de apetito en el paciente, sea cual sea la causa.