La audición requiere también, al igual que la visión, de un conjunto de estructuras localizadas en mayor parte en el interior del cráneo, como son el oído externo, el oído medio y el oído interno. El oído externo está compuesto por la oreja o pabellón del oído y por el conducto auditivo externo, que se dirige hacia dentro hasta el tímpano, membrana que separa el oído externo y el medio. El oído medio es una pequeña cavidad donde se halla una cadena de huesecillos llamados martillo, yunque y estribo, dispuestos de tal forma que recogen las vibraciones del tímpano y las transmiten al oído interno.
El oído medio comunica con la faringe por el conducto llamado Trompa de Eustaquio, que se abre al bostezar, al tragar o al mover la mandíbula de un lado a otro, igualando las presiones a los dos lados de la membrana timpánica. La sensación de oído tapado que percibimos al descender en altura está relacionada con esta diferencia de presiones. ¿Recuerdas qué hacemos para resolverlo? En el oído interno se distinguen dos partes: el caracol, relacionado con la audición, y el aparato vestibular, relacionado con el mantenimiento de la posición o el equilibrio. En el proceso de transmisión de las ondas sonoras, éstas golpean contra el tímpano originando su vibración. Las vibraciones se transmiten a través de la cadena de huesecillos al oído interno y de ahí se emiten impulsos nerviosos. El nervio auditivo los transmite hasta el cerebro y allí se interpretan como sonidos. Entre las enfermedades más importantes del oído cabe destacar la hipoacusia o pérdida de la capacidad auditiva. Es un trastorno relativamente frecuente, especialmente entre personas de edad avanzada. El origen puede estar en una alteración de cualquiera de los componentes que intervienen en el proceso de la audición, ya sea en el oído o en las estructuras nerviosas relacionadas. En la actualidad, las prótesis auditivas o audiófonos, y algunas intervenciones quirúrgicas, permiten mitigar la pérdida de audición, tal como las gafas, mucho mejor aceptadas socialmente, han permitido resolver buena parte de los problemas visuales. |
Conducto que comunica el oído medio y la faringe, cuya función es igualar las presiones a los dos lados de la membrana timpánica.
Pérdida de la capacidad auditiva.
Pérdida de la capacidad auditiva.