U.T.4.- Mantenimiento y limpieza del domicilio.
U.T.4.- Mantenimiento y limpieza del domicilio.
Caso práctico
María, a la que conoces de las Unidades de Trabajo anteriores, es una señora de 79 años que vive en un pequeño barrio situado a las afueras de su pueblo, en el que apenas hay servicios ni comercio, salvo una pequeña panadería. Es viuda desde hace años y no tiene hijos, vive sola. Tiene familiares hermanos y hermanas, cuñadas, sobrinos etc. pero las obligaciones laborales de estos los mantienen alejados y no pueden atenderla de forma constante en la medida que ella necesita. De todas formas, son sus familiares más cercanos y la ayudan siempre que pueden, acompañándola cuando se pone enferma y debe acudir al hospital, contando con ella para todos los eventos familiares etc.
María cuenta con el servicio de Tele asistencia y tanto ella como sus familiares se encuentran más tranquilos, porque la comunicación es constante, en cualquier momento pueden estar en contacto y ella puede pedir la ayuda que necesite.
Pero este servicio no era suficiente, a simple vista María, tiene un aspecto saludable, pero múltiples operaciones de distinta índole que se le han realizado desde su juventud, el padecimiento de una angina de pecho y la osteoporosis hacen que cada día le cueste más realizar las tareas de casa. Además tiene gran cantidad de medicación para la tensión alta, el colesterol, el corazón etc... que hacen que se sienta a menudo muy cansada para realizar las tareas domésticas de su hogar. Además sus fuerzas ya no son las mismas de cuando era más joven y teme subirse a ciertas alturas como a una silla o a una escalera, pues a veces se marea y le da miedo caerse.
Su casa está en bastantes buenas condiciones de habitabilidad, es de su propiedad, pero para ella sola es grande, tiene muchas habitaciones, un patio y una entrada grande con muchas plantas, es una casa que necesita mucho trabajo.
Por eso María, a la que vimos como le concedían el SAD en la primera Unidad de Trabajo, ahora cuenta con Esther una Técnico en Atención a Personas en situación de Dependencia, que trabaja con ella realizando las tareas de Apoyo Domiciliario. Esther se ha familiarizado con el expediente de María y junto con el resto de información que le ha proporcionado Leonardo (El Trabajador Social del Ayuntamiento y responsable del Servicio de Ayuda a Domicilio), ya sabe cuáles son las principales dificultades con que se encuentra María y las actuaciones y actividades que debe realizar como Auxiliar de Ayuda a Domicilio.
Esther acude a casa de María, de lunes viernes, dos horas al día.
En esta Unidad de Trabajo aprenderás como Esther organiza las tareas de limpieza del domicilio de María, los instrumentos productos y electrodomésticos necesarios para efectuar la limpieza y como hace la limpieza en las diferentes habitaciones. También se enfrentará a pequeñas reparaciones de cosas útiles que se hayan estropeado en el hogar de María y al cuidado de la ropa en todo su proceso de lavado, planchado, colocación en los armarios e incluso cosido de lo más necesario.
Servicio de Ayuda a Domicilio. Prestación realizada preferentemente en el domicilio, que proporciona mediante personal cualificado y supervisado, un conjunto de actuaciones preventivas, formativas, rehabilitadoras y de atención a las personas y unidades de convivencia con dificultades para permanecer o desenvolverse en su medio habitual.
Materiales formativos de FP Online propiedad del Ministerio de Educación y Formación Profesional
1.- Mantenimiento y limpieza del domicilio.
Caso práctico
Esther lleva un mes realizando la asistencia en casa de María. Esther ha observado que María se alegra cuando va, pero por algunos comentarios detecta que también se siente un poco desanimada "Ya no tengo nada que hacer en todo el día", "Haz como mejor te parezca, total da igual ya lo que yo diga"...
Esther decide que es necesario implicar a María en las tareas que aún puede hacer para evitar la pérdida de habilidades y reforzar su autonomía y autoestima. Por eso, un día se sentó con María y le explicó que aunque ella va a ayudarla, le gustaría contar con su colaboración para organizar la casa de la mejor manera posible.
Le comenta qué aspectos cree que deberían abordarse, y pone en común con María lo que cree que es más importante hacer primero. Por ejemplo, María considera que la tarea que tienen que hacer primero es limpiar los muebles de la cocina por fuera, porque le parece que están muy grasientos y hace tiempo que o se limpian.
Como para María resulta muy pesada toda la tarea. Esther solicita su implicación en la medida de sus posibilidades, en este caso, María decidirá los materiales para limpiar, preparará los paños y el producto de limpieza que prefiera y dejará todo preparado para cuando llegue Esther.
Luego estará presente en la tarea, charlando con Esther de la propia tarea o de lo que les apetezca y según se vayan ensuciando los paños, María los recogerá y aclarará para agilizar la tarea de limpieza de Esther.
De esta manera, María se siente implicada en la tarea, ya que ha tomado parte en la decisión de qué hacer y cómo hacerlo y ha colaborado en la medida de lo posible, lo que tiene efectos positivos en la percepción de si misma y en su bienestar personal.
Esther le recuerda también que no debe olvidar las aficiones que le gusten y continuar realizándolas en la medida de lo posible, así mientras limpian los muebles de la cocina, María le habla de su afición a la pintura, al crochét y a la costura, pues antes trabajaba cosiendo y haciendo ropa y arreglos en casa.
Los objetivos fundamentales del servicio de ayuda a domicilio (SAD) son:
- Mejorar la calidad de vida de los destinatarios.
- Conservar, aumentar y desarrollar la autonomía de los usuarios para que puedan seguir viviendo en su domicilio.
El TAPD debe poner esto en práctica en el domicilio de las personas usuarias, enseñándoles a realizar las tareas y desarrollando su autonomía en la limpieza y mantenimiento de su domicilio.
La higiene y desinfección del domicilio supone una medida fundamental en la prevención de enfermedades, complementando la higiene personal y de la familia, tiene beneficiosas repercusiones sobre la salud de todos.
La salud no debe ser sólo comprendida como estado físico sino que también comprende el estado mental. Su efecto directo es una mejora en la calidad de vida del usuario. La limpieza y orden en el entorno hará que las personas que en el viven se sientan mejor y que mejore su calidad de vida.
En esta Unidad de Trabajo aprenderás como organizar las tareas de limpieza de un domicilio, los instrumentos productos y electrodomésticos necesarios para efectuar la limpieza de una casa, como realizar la limpieza en las diferentes habitaciones de un hogar...
Las habitaciones que necesitan de una limpieza especial son la cocina y el baño, por ser las que más se ensucian y, a la vez, las que deben estar más limpias para impedir la propagación de gérmenes. Siendo otra habitación de gran importancia en el trabajo del TAPD el dormitorio de la persona usuaria, pues además de la limpieza propiamente dicha va a requerir tareas concretas relacionadas con el mantenimiento de la cama.
Aprenderás que además de estar limpia, una casa necesita de un mantenimiento mínimo, las habitaciones y objetos deben estar ordenadas, recogidas y con un buen estado de conservación sin desperfectos.
Además en esta Unidad incluimos la importancia del orden, higiene y mantenimiento de la ropa del usuario, que es fundamental para organizar su higiene personal y por tanto al tener un aspecto físico adecuado, limpio y cuidado, su autoestima aumentará, contribuyendo a su bienestar.
Técnico en atención a personas en situación de dependencia.
Según la Organización Mundial de la Salud, salud es el estado de completo bienestar físico (biológico), mental (psicológico) y social, y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades ligeras, fuertes o graves.
Microorganismo que puede causar o propagar enfermedades.
Reflexiona
Debes saber
2.- Limpieza del hogar: organización de la tarea.
Caso práctico
¡Qué contenta está María con haber tomado otra vez las riendas de su casa con la ayuda de Esther!. Ahora siempre que Esther llega, María ya se ha vestido y aseado y Esther la encuentra preparando lo necesario para realizar la limpieza diaria (en la que María participará) y también hablan de aquellas cosas que hay que limpiar y arreglar de cuando en cuando y que no se pueden quedar atrás.
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Limpieza diaria o de rutina: Una vez se haya atendido a las personas que viven en la casa, se podrá empezar con las tareas de limpieza. El orden en su ejecución es fundamental para conseguir el máximo rendimiento en el tiempo y en la actividad. La distribución lógica de las tareas de limpieza del hogar indica que se ha de partir de arriba y continuar hacia abajo para que la suciedad que va cayendo acabe depositada en el suelo. Así, empezaremos por el techo y las paredes, pasando por las puertas, ventanas y balcones o terrazas; después seguiremos por la parte más baja, empezando por los muebles y acabando en el suelo.
El criterio de orden de limpieza estará condicionado por el tiempo que que tengamos asignado y planificado para cada tarea, si se trata de una tarea compartida con el usuario, si nuestra tarea es enseñarle para que sea autónomo posteriormente para realizarla, de la necesidad del espacio del usuario, de la propia organización del domicilio...
Veamos algunos ejemplos, si habitualmente la actividad en un domicilio concreto empieza a primeras horas y la permanencia del TAPD es de 3 a 5 horas, se comenzará por la higiene del usuario y cuando se haya terminado se le acompañará a la zona del desayuno, normalmente la cocina. Si es autónomo, mientras toma el desayuno, se limpiará primero la zona en la que vaya a estar después, si se va a dirigir al salón limpiaremos primero esa zona, pero si tiene que acostarse, se limpiará primero el dormitorio. A continuación se limpiará el cuarto de baño, así, cuando el usuario vuelva a tener necesidad de usarlo, el suelo ya se habrá secado.
Después, en función del tiempo y de las costumbres de movilidad de la persona que se atiende se pueden adoptar diferentes criterios: Aprovechar para limpiar la cocina mientras se cuece la comida y dar un repaso a otras zonas, ordenar el salón mientras el usuario duerme para que cuando despierte pueda sentarse en su sillón preferido para hacer alguna actividad, ver TV, leer... mientras el TAPD limpia otras zonas. En definitiva, el orden de ejecución de las tareas dependerá del tiempo del que se disponga, las tareas asignadas y los hábitos del usuario.
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Limpieza periódica: Es en la que se llevan a cabo las tareas más específicas: cambiado de sábanas (según las necesidades del usuario/a), volteo del colchón, lavado de ropa (excepto que las necesidades del asistido indiquen que debe ser diario), desempolvado de enseres concretos (lámparas, espejos, cuadros etc.), lavado de cubos de basura, limpieza de pequeños electrodomésticos, lavado de azulejos y limpieza de techos, limpieza de nevera, aspirado de cortinas y persianas, etc.
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Limpieza especial: Es la que se realiza para labores poco frecuentes que requieren de un tiempo de dedicación extra, como por ejemplo, limpieza de hornos y puertas, ordenación y limpieza de alacenas, armarios y despensa, así como limpieza de cortinas.
Al terminar la limpieza deja cada cosa en su lugar:
- Los trapos que has utilizado para quitar el polvo lávalos en la lavadora o tíralos si están muy gastados.
- Limpia los estropajos y bayetas, escúrrelos y déjalos cada uno en su sitio. Observa cómo:
- Limpia las escobas y recogedores y déjalos en su sitio.
- Escurre las mopas dentro del cubo, vacíale, límpialo y guárdalo en el sitio adecuado.
- Deja todos los detergentes y todos los productos de limpieza en el armario asignado, vigila que no estén al alcance de los niños o usuarios con discapacidad intelectual.
Debes saber
Según Bermejo García: La ventilación proporciona la renovación del oxígeno perdido y el aire. En una vivienda donde la ventilación es muy insuficiente, la atmósfera viciada puede ser la causa de que sus ocupantes padezcan pérdida de apetito, disminución de la capacidad de defensa del organismo y una mayor dificultad en recuperarse de algunas enfermedades.
3.- Limpieza del hogar: el equipo básico de limpieza.
Caso práctico
María le explica a Esther cómo hacía ella las cosas antes y cómo le gustan, por ejemplo prefiere que la cocina, baños y patios se barran con un cepillo, mientras para los dormitorios y el salón prefiere la mopa y que se compró un cubo para la fregona que tiene ruedas y le facilita mucho la tarea para trasladarlo cuando esta lleno de agua, pero le resulta muy pesado cuando tiene que subirlo y bajarlo al grifo del patio y le duele la espalda.
También le cuenta que a ella le gusta mucho un producto como la lejía porque lo deja todo muy blanco especialmente los azulejos y los accesorios del baño, pero que hay que tener mucho cuidado porque es un producto peligroso si se mezcla con otros y si salpica en la ropa, ésta se estropea porque se destiñe. Y María no quiere que a Esther se le estropee ese uniforme rosa que siempre trae tan bien planchado.
Por limpieza se entiende la eliminación de la suciedad. Por tanto, es necesario disolver las sustancias o materias indeseadas, evitando así la proliferación de microorganismos que puedan afectar a la salud de las personas.
El equipo básico de limpieza se compone de los materiales, utensilios y productos que se utilizarán para la limpieza del hogar. En los próximos apartados los veremos con detenimiento:
- Los materiales y utensilios de limpieza: Escobas, recogedores, fregonas, cubos, palanganas, esponjas, bayetas, trapos, plumeros...
- Los productos de limpieza: Limpiadores, desinfectantes, desengrasantes, abrillantadores etc...
- Electrodomésticos: Aspiradora, lavavajillas...
Todos ellos, para su correcta utilización, precisan de unas medidas higiénicas determinadas ya que limpiar con utensilios que no están limpios dispersa la suciedad de los mismos. Por ello es conveniente tener en cuenta que:
- Las bayetas, trapos, estropajos etc. deben lavarse.
- El mocho de la fregona o el cepillo de la escoba se tienen que limpiar con frecuencia para evitar la acumulación de suciedad.
- Los electrodomésticos deben permanecer limpios y en buen estado por higiene y seguridad en su uso.
- También es importante su colocación. Los objetos de limpieza deben tener todos su lugar, de mono que no estén por medio. Una escoba o una fregona no debe entorpecer el paso de los usuarios, pues podría producir accidentes graves en el domicilio ya que en muchos casos, los usuarios tendrán problemas de movilidad.
El equipo además se completa con los guantes de goma y una crema de manos para proteger e hidratar la piel. Es aconsejable que en cada domicilio se disponga de un par de guantes de goma y que se cambien cuando empiecen a estar gastados o deteriorados. Es conveniente elegir unos que sean ligeros y flexibles y que después de cada uso se laven a conciencia y se pongan a secar.
Los guantes de goma deben ponerse antes de realizar una actividad y quitarse después de terminarla. No se utilizan, sin embargo, para tareas relacionadas con calor; pues pueden producir quemaduras.
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3.1.- Materiales y utensilios de limpieza (I).
Escobas:
Las escobas nos permiten retirar todo tipo de restos u objetos que se hallen dispersos por los suelos. La técnica habitual es arrastrar los materiales que deseamos retirar siempre en la misma dirección, agruparlos en un montón y recogerlos con un recogedor. Posteriormente o tiramos a la basura. Hay diversos tipos de escobas en el mercado:
- Cepillo de barrer: Están fabricados de fibra sintética, permiten arrancar suciedades incrustadas y retirar residuos del suelo. Son las que habitualmente encontramos en nuestros hogares, ya que permiten barrer con comodidad los suelos de terrazo, gres o parquet.
- Cepillos: utensilios de cerdas duras de nailon o crin, son más sólidos que las escobas. Hay gran variedad y están destinados a distintos usos (de ropa, de calzado, para suelos...) su limpieza es similar a la de cualquier escoba.
- Mopa: Están elaboradas con material textil, que puede ser reutilizado o desechable. Permiten retirar el polvo y abrillantar superficies brillantes o enceradas o suelos de parquet. Estas escobas deben rociarse con un líquido especial para mopas, llamado captapolvo. Para utilizarla, empujaremos la mopa hacia adelante sin levantarla del suelo y haremos pasadas paralelas, así arrastraremos el polvo y la suciedad hacia adelante sin levantarlos al aire, siendo la retirada de polvo más efectiva que con el cepillo de barrer.
Observa cómo es la mopa de microfibras:
Observa ahora, cómo se utiliza una mopa de recambios fáciles de usar y cambiar:
- Escoba de paja: Se utilizan para barrer exteriores (terrazas, patios, jardines embaldosados...).
- Escobillas: Son los elementos de limpieza propios de los baños. Son de pequeño tamaño y están compuestas por cerdas de material sintético. Debido a la suciedad a la que están destinadas, deben ser lavadas con mucha frecuencia, dejándolas en un líquido desinfectante, pues no requieren secado.
Las escobas deben mantenerse limpias, no hay que olvidar que normalmente arrastran todo tipo de suciedades y éstas se van adhiriendo a las cerdas. Por eso, al meno una vez a la semana hay que lavarlas a conciencia siguiendo este procedimiento:
- Primero la dejaremos unos minutos en remojo en agua caliente con jabón.
- Después la frotaremos hasta que las cerdas queden limpias y aclararemos con agua caliente.
- Finalmente la sacudiremos para eliminar los restos e agua y la dejaremos boca arriba para que escurra y se acabe de secar.
Recogedores:
Los recogedores nos permitirán remover los residuos después de barrer. La mayoría de los recogedores son de plástico, pero también podemos encontrar algunos de metal. Los hay con mango largo, que permite usarlos sin tener que agacharse. Éstos son muy cómodos y muy aconsejables sobre todo para personas mayores. También hay modelos que disponen de una tapa, lo cual evita que el polvo o los restos recogidos caigan en el trayecto hasta el cubo de la basura.
3.1.1.- Materiales y utensilios de limpieza (II).
Fregonas:
Las fregonas permiten retirar del suelo todo tipo de manchas, restos o pequeñas incrustaciones, a través del fregado con agua y el producto de limpieza que se haya añadido al agua. Las fregonas más comunes que utilizaremos en la vivienda son la de palo o mocho. Las hay de torcidos de algodón o de tiras de microfibras de poliéster. Estas últimas son las más aconsejadas, ya que permiten fregar en profundidad cómodamente, son baratas y fáciles de mantener (se lavan con facilidad y se secan rápido). Las fregonas de algodón absorben mucha agua, lo que hace que pesen mucho, además tardan más en secarse y a menudo cogen mal olor.
Hay otro tipo de fregonas que están provistas de una esponja y suelen tener un dispositivo que permite eliminar el agua de la esponja. También sirven para lavar todo tipos de suelos y como en los otros casos, siempre que acabemos de usarla hay que escurrir bien y dejar secar. Las fregonas también se han de lavar al menos semanalmente, para ello aprovecharemos el día que freguemos para lavarlas y retirar los restos que puedan tener adheridos, escurrirlas y dejarlas secar. A veces, debido al uso, cuesta mucho eliminar los restos de suciedad y el olor. Cuando esto ocurre es mejor comprar otra. Para evitar que coja olores es necesario escurrirla bien después de cada uso y dejarla secar.
Observa una de las fregonas más novedosas:
Cubo para fregar el suelo: Suelen ser de cinco litros de capacidad y los hay de diversas formas: redondos,rectangulares, cuadrados etc. incluso algunos llevan ruedas incorporadas para su arrastre, lo cual permite poder levar el cubo de un lado a otro prácticamente sin esfuerzo. Todos ellos disponen de un dispositivo que permite escurrir la fregona, que puede contar o no con palanca e presión. También pueden tener uno o dos compartimentos para el agua jabonosa y el agua para el aclarado respectivamente. La elección de uno u toro dependerá de las necesidades y gustos de nuestro usuario, especialmente si hace las tareas domésticas o colabora en ellas habrá que valorar cuál le irá mejor.
Palanganas, cubetas o cubos: Son de diversas formas y medidas (2, 4, 5, 6 litros) las hay con asas o sin asas. Sirven para contener agua para aclarados o el agua preparada con los productos de limpieza pertinente, que se utilizará para distintas tareas (limpieza de cristales, mobiliario etc.) Son transportables, permiten acercarlas fácilmente al lugar en que las necesitemos.
Esponjas: Pueden ser naturales o sintéticas. En general, para la limpieza siempre utilizaremos las sintéticas por ser más baratas y duraderas. La hay de múltiples tamaños y formas, algunas combinadas con estropajos (en especial para fregar los platos). En general, as esponjas facilitan la absorción y eliminación de líquido sin apenas goteo, y permiten extenderlo y recogerlo en diferentes superficies. Además permiten limpiar sin rayar ni dañar determinados productos, como algunas sartenes o maderas.
Estropajos: Su finalidad es la de rascar diferentes superficies para eliminar la suciedad. Los hay de muchos materiales como níquel, aluminio, poliéster, bolas de acero jabonosas etc. y de diversos diseños: estropajos esponja, con salvauñas etc...
Bayetas: destacan por su gran variedad en tamaños, formas y tejidos diferentes, además del mayor o menor grado de absorción. La finalidad de las bayetas es limpiar superficies y secarlas aprovechando su alta capacidad de absorción. Una vez se han usado se pueden lavar en la lavadora y volverse a usar. Las bayetas se usan prácticamente para toda la casa, para mármoles, cristales, muebles, baños etc.
Gamuzas: Son paños de tela blanda de cierto grosor que suelen destinarse para limpiar los muebles, ya que no desprenden pelusa ni hilos y tienen una buena absorción, aunque generalmente se usan en seco o aplicándoles vaporizador. Suelen emplearse también para limpiar cristales y espejos, azulejos y grifería. Se recomienda no usar la misma gamuza para todo, sino tener una para cada superficie concreta.
3.2.- Materiales y utensilios de limpieza. Electrodomésticos.
Trapos:
Suelen ser restos de prendas de ropa o sábanas que se aprovechan para funciones similares a las de la gamuza. Como son un material recuperado, que no tienen ningún coste y además es abundante, se suelen emplear para limpiar las superficies más sucias de manera que si se ensucian demasiado en lugar de lavarlos se pueden tirar.
Plumeros:
Son útiles para limpiar superficies delicadas y difícilmente alcanzables como lámparas, cuadros, estanterías altas etc. Lo que hace el plumero con el polvo no es recogerlo sino sacudirlo, lo que supone que luego se depositará en las superficies más bajas, especialmente en el suelo.
Es recomendable, para aquellos utensilios o útiles de limpieza que se necesiten mangos como, por ejemplo, escobas cepillos, plumeros etc., se deben emplear mangos extensibles, ligeros y de mayor longitud que la habitual para facilitar las tareas de limpieza en zonas poco accesibles, evitando los esfuerzos y garantizando las posiciones ergonómicas adecuadas.
Rasquetas:
Pequeñas cuchillas que se sostienen con un mango, que sirven para rascar y arrancar la suciedad más incrustada.
Electrodomésticos:
Algunos de los electrodomésticos que existen en los hogares, facilitan las tareas de limpieza, a continuación nos centraremos en cómo son y cómo es el funcionamiento de la aspiradora y el lavavajillas. De la lavadora, trataremos más adelante en el apartado de higiene y lavado de la ropa.
Cuando utilices cualquier electrodoméstico, es conveniente que consultes el manual de instrucciones del fabricante antes de utilizarlo por primera vez.
Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, ergonomía es Estudio de datos biológicos y tecnológicos aplicados a problemas de mutua adaptación entre el hombre y la máquina o el hombre y su entorno. Las posiciones o posturas ergonómicas adecuadas son aquellas que permiten sacarle el mayor rendimiento a nuestro cuerpo causándole el menor efecto posible, posturas descansadas y que no ocasionan dolores.
Reflexiona
3.3.- Productos de limpieza.
Es importante conocer las características funcionales de los productos de limpieza disponibles en los hogares para alcanzar un nivel de higiene correcto. Con ello, se conocerán los productos adecuados para cada tipo de superficie y cómo optimizar sus propiedades y efectos. Es importante tener en cuenta las medidas de seguridad en la manipulación y utilización de dichos productos.
No olvides lo que aprendiste en la unidad de trabajo anterior (Ver apartado 6 de la Unidad de Trabajo 3), la información que necesitas sobre los productos de limpieza se encuentra en la etiqueta, que siempre hay que leer, antes de comprarlos y antes de usarlos.
Cada producto de limpieza presenta una serie de características que aparecen de manera detallada en las etiquetas. Las más importantes son:
La utilidad, el modo de empleo, la dosificación y el grado de peligrosidad.
La utilidad:
Cada producto se ha fabricado con unas indicaciones muy precisas: limpiar, desinfectar, desengrasar etc. en determinadas superficies o materiales: madera, piel, baldosas etc. Si no se atiende a estas utilidades, además de un menor rendimiento a lo que a la acción del producto se refiere, se corre el peligro de dañar irremediablemente la superficie sobre la que se actúa.
El modo de empleo:
Dada la diversidad de productos y envases que hay, en cada etiqueta también debe figurar de manera fácil y explícita el modo de empleo. Algunas de las informaciones que nos ofrecen respecto a su uso son: cómo abrir el tapón, si debe agitarse, el tiempo de actuación que necesita, las precauciones en su manejo, la dosificación etc.
La dosificación:
Se trata de la cantidad de producto que se necesita para la utilidad en que se emplea. En el caso de tener que usarse disolviéndolo en agua, incluye la proporción que se debe emplear respecto a la cantidad de agua. Utilizar una dosificación diferente de la indicada tiene sus consecuencias:
- Con una dosificación menor se necesitará más trabajo para realizar la misma tarea ya que el efecto del producto será menor. Así, para conseguir el mismo nivel de limpieza deberemos frotar más, dar más pasadas o limpiar con agua más caliente.
- Con una dosificación mayor,aumenta el gasto, costará mucho más el aclarado y se aumentará el riesgo de dejar manchas.
El grado de peligrosidad:
Es imprescindible conocer los riesgos que presenta cada producto de limpieza que se emplea en los hogares. No debemos olvidar nunca que se trata de productos químicos y que si no se usan adecuadamente pueden tener efectos nocivos para la salud de las personas que se encuentren expuestos a ellos. Es importante que como auxiliar de ayuda a domicilio sepas realizar una correcta lectura del etiquetado con el fin de identificar estas sustancias contaminantes y peligrosas.
Así, en cada producto, se tendrá en cuenta:
- Los riesgos generales: Aparecen en la etiqueta con un dibujo y una letra que identifica el grado de peligrosidad.
- Los riesgos específicos. Vienen marcados por las frases "R". Estas frases son breves enunciados que especifican la naturaleza delos riesgos que puede presentar las sustancias químicas y preparados peligrosos.
- Consejos de seguridad. Se expresan a través de las denominadas frases "S", referidas a la manipulación y almacenaje de dichos productos.
En el siguiente documento del Ministerio de Trabajo y Economía Social los podrás conocer con todo detalle:
Acción de destruir gérmenes nocivos (microoganismos) o evitar su desarrollo. Se realiza la desinfección con la finalidad de evitar contagios.
Los productos de limpieza jamás deben mezclarse, pues pueden provocar reacciones químicas nocivas; es especialmente peligrosa la mezcla de lejía y amoniaco.
3.4.- Tipos de productos de limpieza (I).
Debes conocer también, los tipos de productos más habituales que podemos encontrar en los hogares, suelen ser limpiadores, desengrasantes, desinfectantes, abrillantadores y productos específicos como desatascadores o ambientadores.
- Limpiadores:
Son productos con poder desodorizante,bactericida y fungicida. Estos productos extraen y disuelven de forma fácil la suciedad. Pueden presentarse como concentrados y son versátiles en su uso y aplicación. Los limpiadores pueden ser jabones naturales, detergentes, espumas, captapolvos, limpiacristales, ceras, limpiamuebles y lavavajillas:
- Jabones naturales:
Cada vez menos utilizados, se elaboran con grasas animales y/o vegetales. Un ejemplo es el jabón en pastilla como el conocido jabón Lagarto en pastilla) o las escamas de jabón para el lavado de ropa a mano.
- Detergentes o jabones sintéticos:
Son biodegradables y su eliminación con agua es fácil. En el mercado existen múltiples variedades e incluso pueden estar combinados con lejía para aportarles la función de desinfección.
- Espumas o champús:
Son limpiadores que se emplean principalmente en superficies textiles (alfombras, moquetas y tapicerías). En la actualidad existen cada vez un mayor número con distintos usos, es decir, para la limpieza de inodoros, de hornos, de cocinas etc. Para su aplicación sobre la superficie textil, se extiende la espuma, que una vez seca presenta aspecto de polvo al que se adhieren las partículas de suciedad; a continuación se aspira.
- Captapolvos:
Son productos de acción y secado rápido que se usan en la limpieza de muebles o de suelos para facilitar la tarea de desempolvado y barrido húmedo con mopa. Estos productos se pueden aplicar, según la zona que se vaya a tratar, directamente sobre la superficie o sobre el paño, bayeta o mopa; para retirarlos gasta con frotar, con lo que también se consigue dar brillo a las distintas superficies.
- Limpiacristales:
Son productos que se aplican ben en aerosol o en toallitas impregnadas de un solo uso. Se administra el producto directamente sobre el cristal, se evapora fácilmente y se seca con un paño, retirando el líquido sin rayar los cristales. Tienen poder antivaho y no dejan restos de suciedad.
- Ceras:
Son otro tipo de limpiadores cuya función es proteger las superficies dando además brillo. Existen múltiples tipos según las características de las superficies (baldosas, gres, madera etc.). Aunque debemos seguir las instrucciones de cada etiqueta, generalmente se emplean extendiendo uniformemente la cera en un suelo limpio y dejándola secar. En suelos muy deteriorados se puede aplicar una segunda capa una vez la primera esté bien seca.
- Jabones naturales:
Que puede ser degradado por acción biológica, es decir que la naturaleza puede descomponerlo en un tiempo adecuado.
A veces no es conveniente, en apoyo domiciliario, utilizar ceras porque al propiciar resbalamientos amenazan la seguridad de las personas usuarias.
- Limpiamuebles:
Protegen, limpian, nutren y dan brillo al mobiliario del hogar. Al igual que los limpiacristales, existen en distintas presentaciones, desde líquidos o aerosoles hasta toallitas de un solo uso. Para utilizar este limpiador, se aplica el mismo sobre la superficie y se retira con un trapo o una gamuza seca.
- Lavavajillas:
Su función es limpiar en profundidad los platos, cubiertos y utensilios de cocina, dando brillo a los cristales. Pueden presentarse para lavado a mano o para lavado a máquina.
- Abrillantadores:
Los abrillantadores proporcionan un efecto de brillo natural y duradero en suelos de mármol, terrazo, granito y gres. En las superficies porosas evitan la absorción de líquidos y manchas. También existen sustancias abrillantadoras para metales como bronce, plata, aluminio, etc., en forma de algodones o líquidos cremosos especiales.
- Desincrustantes:
Productos de características ácidas que impiden la corrosión en los metales y actúan de forma química, sin necesidad de frotar en exceso.
- Ambientadores:
Productos destinados a eliminar malos olores y dejar un aroma agradable. Además sirven para purificar el ambiente, destruir las bacterias del aire y acelerar la caída de las partículas de polvo que flotan en el aire.
3.4.1.- Tipos de productos de limpieza (II).
- Desengrasantes:
Los desengrasantes disuelven con facilidad la grasa y la suciedad incrustada de quemadores, parrillas, filtros de extractores, etc. Suelen emplearse, sobre todo, en la cocina, aunque su uso se extiende a todo tipo de superficies incluso tejidos. Ante suciedades resistentes se debe aplicar directamente, dejándolo actuar durante unos minutos, y a continuación, con la ayuda de un estropajo o esponja humedecido, frotar hasta que la grasa se disuelva. Entre los desengrasantes más comunes destacan el amoniaco y el alcohol de limpieza, aunque también existen preparados industriales. Además suelen tener diferentes texturas y presentaciones para optimizar y facilitar su aplicación. Por ejemplo, existen desengrasantes que se presentan: en formato aerosol en envases de tamaño pequeño, útiles para esparcir el producto en sitios poco accesibles (interior del horno, azulejos de cocina, rejillas de cocina o extractores, manchas concretas en tejidos, etc.) en formato crema, muy útil en placas vitroceramicas; y en formato líquido,para usos generales como,por ejemplo, para el fregado del menaje de cocina y los suelos.
- Amoniaco:
Posee una gran capacidad desengrasante y desinfectante. Se usa principalmente para limpieza de cocinas y filtros de campanas extractoras.
- Amoniaco:
- Alcohol de limpieza:
Se emplea como desengrasante, como quitamanchas (disuelven las manchas difíciles) y limpiacristales.
- Desinfectantes:
Los desinfectantes se usan par eliminar los microorganismos nocivos para la salud, sobre todo en suelos, encimeras y sanitarios. Generalmente, se aplican después de utilizar un producto limpiador. Es posible emplearlos como complemento de otros productos para conseguir una limpieza profunda, pero ¡ojo! Nunca mezclarlos. Por ejemplo, en cocinas y baños, estancias en las que es necesario extremar la limpieza, se puede usar el detergente limpiador adecuado y, una vez seca la zona,aplicar una limpieza rutinaria con lejía.
- Lejía:
Entre los desinfectantes más empleados en el domicilio destaca la lejía o hipoclorito sódico, que se suele usar como desinfectante y desodorizante (producto de limpieza destinado a la eliminación de olores). Tiene un gran poder blanqueante y también se emplea para la limpieza de fibras de color blanco. Debe ser diluida en agua según la proporción indicada por el fabricante en su correspondiente etiqueta. La lejía no puede aplicarse directamente porque es irritante y corrosiva,en especial sobre metales. Tampoco se debe mezclar con otras sustancias limpiadoras, especialmente con productos derivados de amoniaco o ácidos, porque desprende gases tóxicos que pueden afectar a las vías respiratorias.
- Lejía:
- Desatascadores:
Productos abrasivos empleados para eliminar atascos y obstrucciones en las cañerías, producidos por materias orgánicas. Son muy abrasivos y por eso se deben usar siguiendo escrupulosamente las indicaciones de uso.
En las casas en las que no se tiene un especial cuidado con los residuos que se evacuan desde el fregadero de la cocina a la cañería, es frecuente la aparición de atascos que provocan obstrucciones y malos olores. Evita tirar desperdicios por los desagües: los restos de comida, pelos, uñas cortadas y otros objetos mezclados con los sedimentos que arrastra el agua, se acumulan y contribuyen a producir atascos y falta de higiene.
Autoevaluación
3.4.2.- Tipos de productos de limpieza (III).
- Los productos ecológicos:
Los productos ecológicos son menos dañinos porque no contienen materias primas tóxicas o peligrosas y respetan el medio ambiente. Para identificarlos en los puntos de venta, hay que comprobar que llevan su ecoetiqueta o etiqueta ecológica, concedida por organismos oficiales.
No hay que confundir las etiquetas reglamentarias con las de los fabricantes, de fiabilidad más baja. Éstos utilizan las etiquetas como publicidad para su venta, en muchos casos sin garantías acerca de la protección medioambiental. Éstas etiquetas pueden indicar que el producto puede reciclarse, que el material con el que se ha hecho es reciclado, que no daña la capa de ozono, etc. Sin embargo, no aseguran la presencia o no de las sustancias tóxicas.
- Los productos caseros:
En algunas ocasiones podremos sustituir algunos productos de limpieza comerciales por otros caseros que nos pueden proporcionar unas prestaciones similares e incluso unos efectos ambientales mejores (sin residuos, menos tóxicos etc.) aunque normalmente su poder limpiador sea menos eficaz.
- Zumo de limón:
Es un ácido ligero que puede usarse para eliminar ciertas manchas y grasas. Una buena concentración es el zumo de un medio limón por medio litro de agua. Se puede aplicar directamente sobre las manchas de óxido de fregaderos de porcelana o bien mezclarlo con agua caliente para eliminar la grasa de vidrios, vajillas o espejos.
- Vinagre:
Es un ácido ligero que tienen un gran poder desengrasante. Es ideal utilizarlo en la cocina, mezclando a partes iguales el vinagre disuelto en agua caliente. Es útil para eliminar restos de grasa de baldosas, vidrios, encimeras, mármoles etc.
- Bicarbonato:
El bicarbonato absorbe los malos olores cuando vayas a limpiar alfombras, moquetas u otros tejidos como las fundas de los sofás. Puedes rociarlos con este producto y al cabo de una hora pasa la aspiradora.
- Alcohol:
Es un buen producto para limpiar os exteriores de los electrodomésticos. Un trapo humedecido con alcohol permite dejar las superficies limpias y brillantes.
- Zumo de limón:
Aquello que es exigido por alguna disposición obligatoria, una norma gubernamental, una ley etc.
Autoevaluación
4.- Limpieza del hogar: Tareas y espacios.
Caso práctico
María está encantada con Esther, porque dice que ahora su casa está mucho más limpia. Cuando Esther va a limpiar los muebles del salón primero quita todas las figuritas, jarrones y portarretratos, limpia el mueble con un producto para madera y los objetos con los productos adecuados y luego los vuelve a colocar. Para María eso era muy cansado y a veces pasaba un trapito en torno a los objetos y el mueble y ya está.
Le gusta mucho lo limpio que está su dormitorio, lo bien que huele y le gusta ver los trucos que usa Esther para llegar a los sitios difíciles con el plumero, con bayetas con mango extensible e incluso a veces usando la escalera. Aunque le da miedo cuando la ve limpiando las lamparitas y otros aparatos eléctricos y le recuerda siempre que los desenchufe antes de limpiarlos, para evitar algún calambre o accidente.
Ella colabora en todo lo posible y en la última visita de Esther dejaron entre las dos muy lustrosa la cortina de la ducha, porque usaron su truco de ponerla en agua templada con unas gotas de lejía para las manchas.
Reflexiona
En este apartado aprenderás las tareas más comunes de limpieza y cómo limpiar los diferentes espacios de un hogar.
Lo más importantes es que siempre que exista suciedad hay que limpiar. Y que debes seguir tres reglas básicas:
- Limpiar de arriba abajo. Porque la suciedad que se quita de lo sitios más altos va cayendo hacia abajo.
- Limpiar de dentro a fuera. Es más difícil limpiar interiores, rincones y recovecos, mejor hacerlo primero y después limpiar la parte de fuera que se habrá ensuciado más al sacar lo de dentro.
- Limpiar de limpio a sucio. Es mejor limpiar primero lo que está menos sucio de manera que los utensilios de limpieza no se ensucian tanto y pueden usarse directamente en el siguiente espacio.
Los procedimientos para realizar las distintas labores de limpieza y mantenimiento doméstico dependen de cada tarea.
Antes de aplicar la técnica de limpieza específica es preciso conocer: el grado de adherencia de la suciedad (no es igual limpiar manchas recientes de de varios días); el tipo de suciedad: suciedad grasa derivada de aceites o grasas animales; suciedad no grasa que proviene de partículas o micropartículas; o suciedad derivada de manchas especiales (líquidos, pintura etc.) que para su eliminación se necesitan productos específicos; y el tipo de superficie que se debe limpiar: granito, plaqueta, madera, azulejo, corcho, mármol, papel etc.
Otra variable importante a la hora de aplicar la técnica específica de limpieza la constituyen las necesidades de la persona dependiente. Hay que tener presente que hay usuarios que, debido a una patología respiratoria (asma, rinitis alérgica etc.) o simplemente por sensibilidad, no pueden estar expuestos a determinados agentes químicos que forman parte de los compuestos de algunos productos de limpieza.
Las viviendas son diferentes unas de otras y tienen espacios distintos. Algunas cuentan con una, dos o tres habitaciones, puede haber terrazas, despensa etc.
También pueden ser utilizadas por sus inquilinos de forma diferentes. Habrá quien utilice una habitación de su casa como trastero; otros apenas cocinarán en casa etc.
Todas estas cuestiones inciden en la forma en que deben ser limpiados cada uno de estos espacios domésticos. La habitación que se utiliza como trastero no será objeto de limpieza todos los días; la cocina que "no se toca" no exigirá un repaso diario.
Sin embargo, más allá de estas características específicas, el TAPD debe dominar la limpieza de los espacios más comunes en todas las casa (como la cocina, baño, dormitorio etc.) Sólo así podrá posteriormente adaptarse a las necesidades concretas de cada unidad de convivencia.
Para saber más
Conoce una rutina de limpieza.
4.1.- Tareas y técnicas de limpieza (I).
Desinfección:
Un tipo especial de limpieza es la desinfección, cuya función es la eliminación de microorganismos a través de la aplicación de productos químicos específicos denominados "desinfectantes". Por tanto, la diferencia fundamental entre limpieza y desinfección radica en la intensidad de disolución o eliminación de gérmenes. Por ejemplo, cuando se lava con agua caliente, detergente y un cepillo una tabla de corte de alimentos, se realiza una limpieza de los restos o sustancias incrustadas en la misma. Para que se eliminen los microorganismos invisibles y quede correctamente limpia y desinfectada, habría que, a continuación aplicar un producto desinfectante en toda la superficie frotando y eliminando el producto limpiador desinfectante con abundante agua.
Barrer el suelo:
Para barrer deberás:
- Limpiar el cepillo antes de utilizarlo para no dispersar pelusas por la casa.
- Realizar movimientos suaves y ondulantes con la mopa o la escoba y de lado a lado, con especial énfasis en las esquinas.
- Recoger los residuos en el recogedor, con la escoba, sin brusquedad ya que podrían dispersarse.
Como técnico de apoyo domiciliario debes intentar no levantar polvo al barrer, pues puede ser muy molesto; además dispersa gérmenes por el ambiente poniendo en riesgo la salud del usuario. Como solución, se puede llevar a cabo el barrido húmedo con escobas que atraen y fijan el polvo a los paños o bayetas húmedas desechables que incorporan o usar la mopa. Con este barrido se consigue una mejor limpieza e higiene de los suelos que con el seco.
Otro tipo de barrido es el asistido, en el que para conseguir la eliminación del polvo y la suciedad, se añaden, en la superficie que se va a limpiar, virutas de madera humedecidas o incluso arena para arrastrar las partículas de suciedad, pero tienen un inconveniente, esto es, se forma una gran cantidad de residuos. Este tipo de técnica está indicada para superficies de hormigón.
Una vez que se ha terminado de barrer se debe evitar pisar la zona barrida, pues el siguiente paso va a ser el fregado de la misma.
Fregar los suelos:
El fregado es una técnica que se utiliza generalmente en suelos en los que ya se ha barrido previamente, retirando la suciedad poco adherida. Para fregar los suelos deben seguirse estos consejos:
- Fregar el domicilio de dentro a fuera de la habitación para evitar quedar atrapados sin poder pisar el suelo.
- Mover la fregona de lado a lado, con movimientos suaves y ondulantes.
- Aclarar y escurrir la fregona (o mocho) frecuentemente.
- Pasar la fregona dos veces si el suelo está muy sucio o pegajoso por algún líquido (grasa, bebidas etc.): La primera vez poco escurrida para ablandar la suciedad, la segunda, escurrida para retirarla.
- Cambiar el agua del cubo de fregar siempre que esté sucia.
El tipo de producto con el que fregar dependerá del suelo y el tipo de suciedad.
El siguiente vídeo te ayudará a comprender cómo se limpia el suelo, barriendo primero y fregando después:
Aspirar:
El aspirado es un método de eliminación de partículas de polvo a través de sistemas de succión y extracción (creación de vacío). Se emplea en todo tipo de suelos, pero es esencialmente efectivo en los de moqueta y en aquellos donde haya alfombras. La ventaja principal del aspirado es la rapidez de ejecución de la tarea, evitar suspender el polvo fino en el aire, y la reducción del esfuerzo físico.
Para saber más
Postura correcta para barrer o pasar el aspirador sin dolor de espalda:
4.1.1.- Tareas y técnicas de limpieza (II).
Limpiar el polvo:
Para limpiar el polvo sigue las siguientes pautas:
- Limpiar muebles y estanterías de arriba abajo; así se irán retirando las partículas que caigan.
- Limpiar el polvo acumulado en paredes, techos (también telarañas), puertas (por arriba y las molduras), rodapiés, etc.
- Limpiar interruptores y enchufes de la luz.
- Usar la escoba cubierta con un paño para llegar a los lugares altos si no se puede con el plumero.
- Evitar sacudir los utensilios utilizados para limpiar el polvo para no dispersar los gérmenes que contienen.
Puede que algún usuario sea asmático, padecer alguna enfermedad respiratoria o alergia al polvo, en tal caso debes:
- Realizar la tarea con paños húmedos para no dispersar las partículas.
- Evitar mojarlo e exceso, sobre todo si hay muebles delicados. En caso de haber humedecido mucho el paño porque haya mucho polvo, es conveniente retirar la humedad excedente de los muebles pasando después un paño seco.
- Aclarar el paño si está muy sucio antes de continuar limpiando.
Limpiar puertas.
Las puertas deben limpiarse, pues también acumulan polvo y suciedad. Además, deben ser tratadas cada cierto tiempo con productos específicos para la madera que ayuden a conservarlas en mejor estado.
También hay que limpiar con frecuencia los pomos o tiradores de las mismas, dado que se usan todos los días.
Limpiar ventanas.
Las ventanas se limpian de arriba abajo y teniendo en cuenta ciertas medidas de seguridad como son:
- Si son ventanas correderas, se sacan de los raíles para evitar el riesgo de caer por el hueco de la ventana abierta.
- Si son de doble hoja, es más fácil limpiarlas, pues se puede acceder a todas sus partes sin correr riesgos.
También hay que limpiar los raíles y los marcos, procurando no manchar la pared y que no caigan líquidos a la calle. Los cristales son lo último que se limpia para no ensuciarlos. Veamos a continuación un vídeo explicativo de cómo se hace.
Limpiar persianas.
Las persianas se limpian de arriba abajo, pues hacerlo al revés arruinaría el esfuerzo.
Dado que no se suelen limpiar a menudo, acumulan bastante suciedad que debe ablandarse con agua mezclada con algún producto. Por lo que goteará bastante agua sucia al limpiarlas.
Hay que tener la precaución de que el agua no caiga a la calle y que tampoco manche la pared. Para ello se pueden colocar periódicos que retengan el exceso de agua en el alféizar de la ventana.
Si se limpian con frecuencia con un plumero, se evita la acumulación de suciedad en las rendijas. Si está incrustada, se debe retirar frotando con un cepillo.
Parte saliente de perfil uniforme, que sirve para adornar o reforzar obras de arquitectura, carpintería y otras artes. Pueden estar en paredes y techos y acumulan polvo, por eso hay que estar pendientes de su limpieza.
Faja más o menos ancha que suele pintarse en la parte inferior de las paredes, de diverso color que estas. También puede ser de seda, estera de junco, papel pintado, azulejos, mármol, etc. Acumula polvo, por eso hay que estar pendientes de su limpieza. Situado junto al suelo suele tener unos 10 cm. de alto.
Debes saber
4.1.2.- Tareas y técnicas de limpieza (III).
Limpiar azulejos.
La limpieza de azulejos tiene lugar; generalmente, en la cocina y el baño, aunque pueden encontrarse en los zócalos de terrazas, balcones, pasillos y otras estancias.
En la cocina, la grasa se acumula en ellos y deben utilizarse productos desengrasantes para retirarla. El desengrasante tiene que extenderse por toda la superficie, dejándolo actuar unos minutos. Se retira con un trapo o bayeta. En las juntas de azulejos o en manchas o suciedad muy incrustada se aplica el producto desengrasante y se frota con un estropajo. Después se retira y se seca con un paño hasta conseguir la eliminación total de la grasa. Veamos a continuación unos vídeos de cómo se hace:
En los azulejos del baño, los productos deben ser desinfectantes. Para evitar la acumulación de humedad en el baño, se puede retirar el exceso con un paño después de la ducha o el baño. De este modo se reducen las posibilidades de que aparezca moho en las juntas. Además, cada cierto tiempo conviene blanquearlas.
En ambos casos, el sentido de la limpieza es de arriba abajo y, según cuánta suciedad haya, se añade más agua a los productos para ablandarla y retirarla después. No debe realizarse esta limpieza con paños que dejen pelusa.
Limpiar muebles.
Para la limpieza del mobiliario hay que tener en cuenta que existen muebles lavables y muebles no lavable. Por un lado, el mobiliario lavable (mesas y sillas de formica, plastificada o metálicas etc.) es aquel que puede limpiar con agua, detergentes neutros y bayetas humedecidas, incluso se pueden usar estropajos. Por otro lado, el mobiliario no lavable, esto es de madera o textil (sillas de madera, armarios, arcones o baúles, butacas y tresillos tapizados) es el que se limpia con bayeta o gamuza seca y con un producto que se evapore fácilmente, según el tipo de muebles y la suciedad que se desee eliminar.
No olvidar retirar y limpiar todos los objetos que están sobre los muebles y luego volverlos a colocar.
Limpiar espejos y cristales.
Las instrucciones son similares a las de la limpieza de ventanas: de arriba abajo y con precaución con el exceso de agua o productos. Pueden utilizarse productos que dejan una capa repelente del polvo por más tiempo.
Limpiar bombillas y lámparas.
La acumulación de suciedad en bombillas y lámparas reduce la cantidad de luz que proporcionan. Límpialas siguiendo las siguientes instrucciones:
- Desconectar la corriente y esperar a que la lámpara esté fría para descolgarla y/o manipularla.
- Limpiar la lámpara con u paño y el producto adecuado.
- Esperar a que se seque para colocarla, evitando riesgos de cortocircuito.
- Una vez colocada en su sitio, hay que encender la luz para comprobar que la lámpara funciona correctamente.
Similar al rodapié, aunque suele ser de azulejos y llegar hasta la parte media de la pared.
4.1.3.- Tareas y técnicas de limpieza (IV).
Limpiar alfombras.
La limpieza de las alfombras se realiza con un aspirador, aunque si hay manchas, se deben utilizar productos específicos según su tipo. En este caso pueden usarse trapos y cepillos especiales, que no sean muy agresivos con la tela para no estropear la alfombra, o una esponja.
Algunas alfombras, si son pequeñas pueden lavarse en la lavadora, dependiendo del material del que estén hechas.
Existen también alfombras de materiales vegetales, como el bambú o la caña, que pueden fregarse con productos específicos. Por ello, siempre es aconsejable ver las instrucciones de lavado y composición para tener en cuenta las instrucciones del fabricante.
El siguiente video te ayudará de una manera más fácil a entender cómo se limpia una alfombra:
Limpiar enseres.
Los enseres son los útiles, objetos y demás accesorios necesarios en un hogar para mejorar la calidad de vida de los usuarios, facilitando las tareas y actividades como, por ejemplo ordenadores, teléfonos y pequeños electrodomésticos. La limpieza de este tipo de enseres se realiza diariamente y suele hacerse con paños o bayetas de microfibras, producto limpiacristales o limpiador multiusos, evitando el uso del agua porque puede deteriorarlos.
A modo de ejemplo, veremos a continuación cómo se limpia un ordenador portátil en un video explicativo:
Limpiar productos de apoyo.
Los productos de apoyo son los aparatos y utensilios de atención a las personas dependientes. Para desinfectarlos es necesario comenzar por una limpieza en la que se retira de las superficies la suciedad, prestando especial atención a los restos de sangre y orina (si el el caso), que son los portadores de microorganismos que pueden provocar infecciones. Se hace una lavado inicial con agua y detergente. En aquellos aparatos que no sean desechables y estén compuestos por distintas partes se debe usar un cepillo de cerdas no metálicas, desmontando el aparato en piezas para su limpieza.
Con la limpieza se elimina un porcentaje de gérmenes de, aproximadamente un 90%, pero para conseguir el 100% es necesario la desinfección o esterilización, dependiendo de la superficie y de los materiales. La limpieza de productos de apoyo expuestos a orina, heces, esputos, sudor, sangre etc., requieren el uso de productos desinfectantes especiales (clohexidina o lejía, por ejemplo) así como una limpieza diaria. El resto de producto de apoyo se requiere una limpieza adecuada a los distintos materiales que los componen, por ejemplo, las superficies plásticas de sillas o grúas se limpian con bayetas, estropajos, agua y detergente, mientras que para las zonas metálicas se utiliza un producto multiusos de fácil secado, ya que de esta manera se evita su oxidación. Las zonas con tejido (asientos, arneses etc.) se cepillan con agua jabonosa para eliminar posibles manchas.
4.2.- Cocina.
El mantenimiento de la higiene en la cocina es de gran importancia ya que es el entorno en el que se realiza la preparación de alimentos. Para mantenerla en las condiciones correctas de higiene, habrá que:
- Empezar la limpieza por el fregadero, lavando la vajilla. Entra en el siguiente enlace par ver cómo:
- Barrer y fregar el suelo con frecuencia, pues es uno de los espacios que más se ensucia. Estas acciones ayudan además a prevenir la aparición de insectos como hormigas, moscas, mosquitos y cucarachas.
- Mantener los objetos colocados en su sitio, reduce el riesgo de accidentes.
- Conservar las encimeras limpias. Los alimentos se suelen elaborar sobre las encimeras, por lo que hay que evitar los productos tóxicos para limpiar superficies que entren en contacto con alimentos. La limpieza de las encimeras ha de ser intensa y diaria, puesto que son zonas que sirven de apoyo tanto en la elaboración culinaria como en la limpieza de los alimentos. Hay que tener en cuenta su material de composición, pues no se limpia de igual modo una encimera de madera (la limpieza se realiza con productos jabonosos adecuados para ese material) que una encimera de mármol (se limpia con agua y jabón). Generalmente , para llevar a cabo la limpieza de las encimeras, se comienza retirando todos los objetos. A continuación, se aplica con una esponja el producto limpiador adecuado según el material de composición, se deja actuar unos minutos y se aclara con agua caliente, se seca y se aplica un desinfectante o desengrasante, siguiendo el mismo procedimiento anterior, con el fin de eliminar restos de grasa y conseguir la correcta desinfección. Finalmente, se procede a su secado con un paño o papel de cocina absorbente.
- Recuerda de la unidad de trabajo anterior la importancia del orden y la limpieza de armarios, alacenas, frigorífico y congelador.
- El cubo de la basura debe limpiarse a diario, para lo que hay que utilizar agua jabonosa y un estropajo. Posteriormente se seca y se coloca en el fondo papel absorbente para recoger los líquidos.
- Situar los útiles de cocina de manera funcional según sus uso. Lo que más se utilice se colocará en lugares accesibles, evitando: Los objetos grandes y pesados en muebles altos para prevenir accidentes y el sobrepeso en los armarios colgantes.
- Limpiar regularmente las puertas y ventanas, además de los azulejos, los muebles o cortinas. Debe hacerse a menudo para evitar la acumulación de grasa, que con el tiempo, dificulta mucho mantener la higiene. Observa cómo se limpian los muebles de la cocina:
- Fregar los platos a diario.
- Limpiar todos los utensilios que se usen para hacer la comida (no deben tener gérmenes). En la siguiente página web dan pistas de cómo debe hacerse:
- Cambiar trapos y bayetas que estén sucios, depositándolos en el cesto de la ropa sucia.
Autoevaluación
4.3.- Aseos y cuartos de baño.
Los cuartos de baño, aseos, servicios, etc. deben limpiarse y también desinfectarse.
Especialmente en estas estancias, la desinfección es muy importante. Es conveniente aplicar el producto y dejarlo actuar un tiempo antes de aclarar. Existen numerosos productos en el mercado para la limpieza y desinfección del baño, incluyendo los que combinan ambas funciones. Los desinfectantes fundamentales son la lejía y el amoniaco, pero jamás deberán mezclarse.
Es donde encontramos más bacterias y gérmenes, Para garantizar unas condiciones higiénicas óptimas se debe:
- Cambiar a menudo las toallas para que no acumulen este tipo de microorganismos.
- Barrer y fregar el suelo.
- Limpiar y desinfectar los sanitarios, incluyendo: bañera, lavabo, bidé, retrete, grifos, accesorios (restos de cal y jabón), espejos, mamparas, azulejos y cortina.
- Ventilar a diario para evitar el exceso de humedad y mantener el baño aséptico.
- Vaciar la papelera del baño.
- Reponer jabón en la jabonera.
- Echar toallas usadas al cesto de la ropa sucia.
- Limpiar con frecuencia los cepillos del pelo y de uñas, las esponjas (deben aclararse después de su uso para que no queden restos de jabón), la escobilla y la papelera.
Bañera, lavabo, bidé y ducha.
Primero retirar tarros, vasos para cepillos, jaboneras etc. y restos de pelo antes de limpiar. Utilizar una esponja o estropajo que no raye y aclarar el producto con agua abundante para que no queden restos, retirándolo con una bayeta.
Veamos un video de cómo se limpia una bañera con restos de moho y cal:
Es fundamental su limpieza y lavado. Es el más expuesto a bacterias y gérmenes. Usa un estropajo, una bayeta, la escobilla y un producto desinfectante. Empieza con una descarga de agua, después aplica el detergente desinfectante en el interior de la pieza y espárcelo por toda la superficie con la escobilla, dejándolo actuar unos minutos y retiralo posteriormente con una nueva descarga de agua. Luego pasa a la zona exterior (asiento, tapa, base y cisterna), repasando con un estropajo empapado en desinfectante, dejándolo actuar y retirándolo y secándolo después de unos minutos con una bayeta para evitar dejar marcas. En el interior por donde discurre el agua se suelen formar surcos o manchas de cal o hierro que afean su aspecto, por lo que es necesario eliminarlas usando un producto blanqueante (lejía) u otros productos específicos existentes en el mercado (con poder anti-cal), que después de aplicarlos y dejarlos actuar se retiran con estropajo y una descarga final de agua.
Mamparas de ducha o bañera:
Pasar un paño empapado en limpia-cristales por toda la superficie. Para una limpieza en profundidad poner un detergente o anti-cal dejar que el producto actúe y después enjuagar y secar.
Cortina de ducha o bañera:
Su limpieza variará según el tipo de composición del tejido. En las de plástico hay que aplicar el desinfectante en el estropajo y limpiar sin deteriorarla para eliminar las manchas de humedad, moho y cal que pueda tener. Si es de tela, sumérgela en agua templada con lejía unos minutos; luego cepilla por toda la superficie haciendo especial hincapié en la parte inferior y en las costuras, puedes aplicar unas gotas de lejía directamente sobre las manchas o puntos de moho, aclara y vuelve a sumergirla en agua que contenga suavizante, vuelve a aclarar y pasados unos minutos , cepilla, escurre y seca. No olvides limpiar la barra y piezas de sujeción.
A continuación veremos un video resumen de los pasos a seguir para limpiar el cuarto de baño:
Recipiente ovalado instalado en el cuarto de baño que recibe el agua de un grifo y que sirve para el aseo del cuerpo por partes, genitales, ano, pies etc...
Inodoro. Váter. Recipiente ovalado instalado en el cuarto de baño que recibe el agua de una cisterna, usado para orinar y defecar. Los excrementos salen al exterior por debajo de tierra a través de las tuberías de saneamiento para impedir los malos olores.
Algo es aséptico cuando no hay materia séptica, estando libre de toda infección.
4.4.- Dormitorios.
El dormitorio es una de las zonas con mayor concentración de microorganismos vivos que habitan fundamentalmente en colchones, almohadas, cojines, ropa de cama, alfombras, tapizados, cortinas etc. Los dormitorios requieren la realización de diferentes taras, como hacer la cama, ordenar los armarios, etc.
El proceso de limpieza diaria en el dormitorio será el siguiente:
- Ventilar la habitación y dejar que penetre la luz natural porque favorece la destrucción de los ácaros.
- Retirar y vaciar residuos que puedan estar depositados desde la noche (pañales, toallitas, ropa sucia, etc.). La ropa sucia debe introducirse en un cesto adecuado, para destinarla a su lavado posterior.
- Deshacer la cama. (Voltear el colchón de forma periódica)
- Aspirar los elementos textiles presentes en la habitación (alfombras, cojines, butacas, etc.) evitando así la proliferación de ácaros. Después pasar un paño humedecido en agua jabonosa para eliminar los restos de polvo y posibles manchas.
- Desenchufar las lámparas de las mesitas u otros aparatos electrónicos para permitir mover el mobiliario y limpiar en todas las zonas.
- Limpiar las mesas, sillas, armarios, objetos decorativos, espejos, cristales y el resto de enseres.
- Hacer la cama,
- Barrer toda la habitación.
- Con un plumero eliminar polvo y telarañas de paredes, techos, lámparas y espacios altos.
- Fregar y posteriormente cerrar las ventanas y correr las cortinas o visillos.
Hacer la cama.
La cama se debe hacer siguiendo una serie de pasos que incluyen, con fase previa, la colocación de los materiales necesarios, doblados en una silla, en el orden en que se van a usar.
- Quitar la colcha o manta de la cama y doblarlas si se van a volver a usar; sin airearlas para no diseminar microorganismos.
- Hacer igual con las sábanas, recogiéndolas en el recipiente para la ropa sucia.
- Cambiar la funda del colchón si está sucia.
- Extender la sábana bajera en la cama, remetiendo la cabecera y luego los pies. Si no es ajustable, debe remeterse doblando las esquinas en forma de inglete, con un ángulo de 45º, y posteriormente metiendo los laterales.
- Colocar la sábana encimera: Desdoblarla desde la cabecera hasta los pies de la cama y realizar el mismo procedimiento con las esquinas en la zona de los pies.
- Seguir el mismo procedimiento con la manta.
- Colocar la colcha al final.
Se debe procurar que no queden arrugas, ya que puede haber usuarios que deban permanecer en la cama mucho tiempo y estos pliegues podrían producirles problemas de salud, como úlceras por presión.
La limpieza en profundidad de los armarios y el orden de los mismos es fundamental, podremos verlo detenidamente en el último apartado de esta Unidad de Trabajo.
Doblez a escuadra o unión de dos partes a escuadra. Ángulo de 45 grados que forma la hipotenusa de un triángulo rectángulo isósceles con cada uno de los catetos.
Para saber más
En el siguiente vídeo vas a ver cómo se realiza una cama:
4.5.- Otros espacios.
Salón, sala, sala de estar...
Estas estancias (salón, sala de estar,..) son los lugares donde pasan la mayor parte del tiempo las personas usuarias, exige unos cuidados determinados para mantener la higiene en una casa como barrer o pasar la aspiradora o mopa, fregar el suelo, limpiar el polvo, limpiar las ventanas y puertas etc. Como en el dormitorio, el objetivo fundamental es sobre todo evitar la acumulación de polvo.
Retirar los objetos decorativos para limpiarlos y limpiar también la zona en la que estaban colocados.
Si se trabaja con personas inmunodeprimidas, los cuidados serán:
- Sustituir el plumero y la escoba por un paño húmedo y la aspiradora.
- Limpiar el sofá de modo general y en ciertos puntos, con quitamanchas. Si es desenfundable, lavar la funda.
- Lavar los cojines y las cortinas.
Terrazas, balcones y patios:
La limpieza de estos dependerán de si son:
-
Cerrados, normalmente acristalados, en los que habrá que:
- Limpiar los cristales, pues la acumulación de polvo es mayor aquí.
- Barrer y fregar el suelo.
- Limpiar las paredes si se va a tender ropa.
-
Mantener las barandillas en condiciones, evitando la formación de óxido.
-
Abiertos, en los que además de casi todos los cuidados anteriores, habrá que:
- Tener precaución con animales que puedan anidar en los huecos de los ladrillos o el cemento, como las arañas.
- Mantener en adecuadas condiciones las plantas de exterior.
El cuidado y mantenimiento de las plantas, elementos habituales en estos espacios, o incluso en las habitaciones y el salón, debe merecer especial atención por parte del TAPD, aya que le pueden ayudar en su labor psicosocial porque las plantas pueden ayudar a la persona usuaria a encarar la vida con mayor optimismo, por su presencia y labores de cuidado.
Que tiene inmunodepresión, fuerte disminución de la respuesta inmunitaria de un organismo. Es decir que el organismo está bajo de defensas siendo más propenso a las enfermedades.
Autoevaluación
4.6.- Electrodomésticos: condiciones de higiene, mantenimiento y seguridad (I).
Las tareas de limpieza y mantenimiento de los electrodomésticos buscan aumentar la vida útil de los mismos, así como mejorar su eficiencia y eficacia. Hay que tener en cuenta que los electrodomésticos siempre se han de ubicar en un lugar seco y con una superficie firme. El espacio donde se instalen debe contar con enchufes de alimentación seguros y los que necesiten de entrada de agua, deben tener llaves de paso independientes a cada electrodoméstico y sus correspondientes salidas de desagüe. Nunca olvides que los electrodomésticos han de estar desenchufados cuando se proceda a su limpieza.
Anteriormente hemos visto como debe realizarse la higiene y mantenimiento de electrodomésticos como la aspiradora y el lavavajillas, veamos otros que también se suelen encontrar en los hogares:
Horno:
Es preciso comenzar por retirar las bandejas y rejillas removibles que contenga. A continuación, se realiza un calentamiento previo del mismo (180ºC durante diez minutos) y una vez apagado se aplica el desengrasante por todo el interior dejándolo actuar durante unos minutos. Posteriormente se remueve la grasa o suciedad con un estropajo, retirándola con bayetas humedecidas hasta conseguir eliminar la suciedad incrustada y el producto limpiador utilizado. No hay que olvidar limpiar las bandejas y las rejillas, secarlas y recolocarlas en el interior del horno.
Observa el siguiente vídeo en el que verás de forma práctica cómo puede limpiarse el horno.
Horno microondas:
La limpieza de este horno es prácticamente similar a la del horno tradicional. De todas formas, veamos a continuación un truco apropiado solamente para este tipo de hornos en el siguiente vídeo:
Hornilla:
La limpieza de la placa de la cocina depende de si es de gas, eléctrica o vitrocerámica. En los quemadores de gas se aplica un desengrasante con textura cremosa. Se comienza retirando primero las piezas movibles (rejilla de sujeción de cacerolas, tapas y quemadores) para poder fregarlos con comodidad. La placa de la cocina tiene que limpiarse con productos desengrasantes que se deben dejar actuar durante unos minutos para ablandar las incrustaciones de grasa que puedan tener. A continuación, con un estropajo o esponja de doble cara, se retira el producto aplicado, así como la suciedad, utilizando paños o bayetas humedecidas. Al final se secan todos los elementos citados y se colocan en su correcto orden.
Las cocinas eléctricas se limpian igual que las placas de gas, solo que los quemadores no suelen extraerse. Se limpia la superficie con un desengrasante, preferiblemente con textura cremosa, y estropajo que no raye, y para aclararla y secarla, se debe utilizar una bayeta.
En las cocinas vitrocerámicas la limpieza debe hacerse en frío. Existen productos en el mercado apropiados para su limpieza, con , por ejemplo desengrasantes que presentan una textura cremosa y esponjas que no rayan la superficie. Si la suciedad de la placa vitrocerámica no está incrustada, se realiza una limpieza menos intensa con un estropajo o una esponja especial empapados en el líquido desengrasante, extendiendo el producto por toda la superficie; a continuación, se retira con una bayeta o un paño humedecido hasta conseguir retirar tanto la suciedad como el producto, posteriormente se aclara y, al final, se seca con un papel absorbente. Si la suciedad está incrustada, previo a la aplicación del producto desengrasante, se debe raspar con una rasqueta.
Veamos a continuación, un vídeo explicativo de cómo limpiar la vitrocerámica:
4.6.1.- Electrodomésticos: condiciones de higiene, mantenimiento y seguridad (II).
Campana extractora:
La limpieza de la campana extractora es importante, pues en ella se acumulan olores, suciedad, vapores y grasa.
Para proceder a su limpieza, la campana debe estar desconectada de la red eléctrica. A continuación, se limpia la campana con un paño humedecido en desengrasante y las rejillas, una vez retiradas, se rocían con desengrasante, dejándolo actuar unos minutos. Después se frotan las rejillas con un cepillo o estropajo, aclarando con abundante agua caliente. Se dejan secar y se vuelven a colocar en su posición. Previo a la colocación, se limpian las zonas interiores de la campana sin tocar el motor. La frecuencia de la limpieza más profunda de la campana puede ser semanal o mensual, según el uso que se le dé. La zona externa tiene que limpiarse diariamente, al igual que el resto de los muebles de la cocina.
A continuación veremos un video en el que se limpia una campana extractora que está muy sucia, con muchísima grasa:
Un poco más a menudo hay que limpiar los filtros de la campana, veamos a continuación u video de cómo hacerlo:
Frigorífico:
La limpieza del frigorífico debe realizarse al menos una vez al mes, y para ello es necesaria su desconexión de la red eléctrica. Para comenzar se sacarán todos los alimentos y se eliminarán los restos de los mismos y la suciedad acumulada. Ser realizará la limpieza con una bayeta humedecida y después con una esponja que no raye y un producto desinfectante. Las piezas removibles tipo rejillas o cajoneras se pueden retirar para facilitar su lavado y secado, para luego ubicarlas nuevamente en su lugar. Se aclarará y se secará. Antes de volver a colocar todos los alimentos en el frigorífico, se repasan, comprobando su estado y fechas de caducidad.
Congelador:
La limpieza del congelador es similar al frigorífico, pero teniendo en cuenta que se debe realizar cuando no contenga alimentos en su interior. Hay que desenchufar el aparato y abrir la puerta para conseguir un proceso más rápido de descongelación. Según se va descongelando el agua, se va depositando en las zonas hondas, en las que existe un dispositivo de salida en el que, antes de abrirlo, se debe colocar una cubeta por la cara baja exterior del mismo para recoger esa agua sucia de descongelado (líquidos de pescados, verduras, agua de escarcha, etc.). Se comienza por retirar las bandejas y cubetas removibles para facilitar su lavado y secado. A continuación, se aplica agua y jabón con una esponja, comenzando la limpieza de arriba bajo. Después, se aclara con agua templada y se seca con paños absorbentes. Se debe extremar la limpieza de la goma adherente, eliminando los restos de suciedad y secándola correctamente.
La limpieza externa tanto de la nevera como del congelador consiste en la aplicación, mediante un estropajo o una esponja, de agua y jabón. A continuación, se retiran los restos con un paño humedecido y se realiza un secado final.
Veamos a continuación un video resumen que nos ayudará a recordar las principales pautas, para limpiar la nevera y el congelador:
4.6.2.- Electrodomésticos: condiciones de higiene, mantenimiento y seguridad (III).
Lavadora:
El mantenimiento de la lavadora comienza por una limpieza exterior del aparato con un paño humedecido en un producto atrapapolvo. A continuación, se pasa a la limpieza del depósito o cajetín del detergente, filtro de entrada de agua, filtro de desagüe, puerta del tambor y tambor.
Conviene limpiar periódicamente el depósito o cajetín del detergente, puesto que con el uso van quedando posos y residuos de los diferentes productos de limpieza que se utilizan (detergentes, suavizantes, quitamanchas, etc.) Para su limpieza y mantenimiento, se extrae el compartimento y se lava con agua caliente, utilizando un cepillo para aquellos rincones más difíciles. Una vez limpio se devuelve a sus sitio.
El filtro de entrada de agua está situado, habitualmente, en la parte trasera superior de la lavadora. Este filtro permite la entrada de agua sin residuos o impurezas. Para realizar su limpieza, hay que que desenchufar el cable de alimentación, cerrar el suministro de agua y retirar el tubo de entrada, sacar el filtro y limpiar la suciedad con un cepillo y agua.
El filtro de desagüe está colocado generalmente en la parte inferior delantera del aparato. Su función es proteger la lavadora de la acumulación de residuos que pueden obstruirla. Para proceder a su limpieza, se destapa y se deja salir el agua que pueda estar estancada en su interior, teniendo especial atención en este drenaje con el agua caliente. Si existen objetos extraños, se retiran y se limpia el filtro con un cepillo de cerdas finas y se aclara, colocando todo en su posición original.
Veamos a continuación, un vídeo explicativo de cómo se limpia el filtro de la lavadora:
La puerta del tambor se limpia con un trapo húmedo y una esponja, retirando, tanto en el interior como en exterior, el polvo, la suciedad y los restos de detergente que pueden haber quedado depositados después de cada lavado.
El interior de la lavadora, el tambor se lavan con una mezcla de un agente blanqueador y de detergente, programando una puesta en marcha y completando un ciclo de lavado.
Secadora:
El mantenimiento exterior de la secadora se debe hacer igual que el de las lavadoras, es decir, con un paño humedecido en atrapapolvo, limpiando también la junta de la puerta. No hay que usar productos abrasivos ni esponjas metálicas. En la actualidad, existen secadoras con sistemas de autolimpieza que agilizan y facilitan la labor de mantenimiento.
Para la limpieza del filtro de las secadoras de evacuación, rejilla en la que se quedan depositadas las pelusas que son extraídas de la prendas en su secado, se extrae y se limpia con un cepillo de cerdas suaves (sin agua), eliminando la capa de pelusa que se forma en el proceso de secado. Después se vuelve a colocar.
El depósito de agua extraída de las prendas al secarse debe vaciarse después de cada ciclo de lavado.
Para limpiar el condensador (elemento que tiene como misión enfriar el vapor del agua convirtiéndolo en líquedo que será recogido en un deposito), se debe desconectar el aparato de la red eléctrica y extraer la rejilla protectora del condensador siguiendo las instrucciones del fabricante. A continuación, se retiran las pelusas y se limpia con agua. Después se comprueba que no estén los tubos obstruidos y que las aletas estén limpias; posteriormente, se devuelve a su posición original.
El mantenimiento de las secadoras por evacuación sigue los pasos descritos anteriormente para las secadoras por condensación, a excepción de la limpieza del condensador, puesto que no tienen. Por tanto, se limpia su cara externa, su tambor y su filtro, teniendo en cuenta que este último no debe mojarse.
4.6.3.- Electrodomésticos: condiciones de higiene, mantenimiento y seguridad (IV).
Plancha:
El mantener la plancha en adecuadas condiciones depende de seguir ciertas pautas como vaciar el depósito del agua o esperar a que la base se la plancha se enfríe antes de guardarla. Se debe, además, tener especial cuidado al planchar algunas prendas, ya que no sólo se corre el riesgo de estropearlas, sino que también puede repercutir en la plancha. El es caso de las camisetas con estampaciones: con el calor puede que algunos trozos del dibujo se peguen a la base de la plancha. Para evitarlo, conviene planchar estas prendas del revés.
La limpieza de la plancha es importante ya que toda la suciedad que almacene terminará por pasar a la ropa recién lavada. Si los orificios para el vapor que se encuentran bloqueados, el electrodoméstico perderá eficiencia, dificultando la ya pesada tara de planchar.
Para realizar una limpieza efectiva de la suela de la plancha habrá que actuar cuando ya esté fría. Las suelas de aluminio pueden limpiarse con un paño húmedo y un poco de detergente suave. Otra opción es llenar el depósito de agua, colocar la plancha sobre una superficie resistente al calor y humedad, enchufarla y simplemente dejar que salga el vapor. La limpieza de la plancha nunca deberá hacerse con líquidos abrasivos ni limpiadores fuertes, ni se emplearán estropajos o fibras que puedan rayar la suela.
Los nuevos modelos ya incorporan una opción de autolimpiado que facilita mucho la labor.
Batidora, licuadora y picadora:
Suelen ser desmontables casi todas las piezas y accesorios con el fin de que puedan lavarse; normalmente, esto puede haces en el lavavajillas.
La parte del aparato en la que está el motor no puede fregarse, se estropearía la maquinaria. Por ello, se debe limpiar exteriormente con una bayeta y agua jabonosa. Es necesario tener en cuenta algunas pautas para evitar su deterioro:
- Guardar en un armario o cajón o cubrir con una funda adecuada para evitar que acumule polvo.
- Limpiar el aparato no sólo después de su utilización sino también antes si no es posible protegerlo del polvo.
Freidora:
Su limpieza suele ser una tarea muy desagradable debido a que la grasa es una sustancia difícil de eliminar. Por ello, algunas freidoras son desmontables y permiten el lavado de sus piezas en el lavavajillas o a mano. Si se lavan las piezas en el fregadero, se debe hacer con agua caliente y detergente de lavavajillas. Es conveniente seguir ciertas pautas para su uso y mantenimiento:
- No dejar el aceite dentro una vez utilizada. Esto facilita su limpieza al acumularse menos suciedad dentro.
- Retirar el grueso de aceite con papel de cocina (empaparlo con harina facilitará la retirada) antes de fregar.
- Limpiar la parte exterior con una esponja, agua y detergente lavavajillas que disuelva la grasa.
- Usar la freidora tapada para evitar salpicaduras en muebles y azulejos.
- Retirar las suciedad que se haya producido alrededor una vez usada para evitar que se reseque.
Tostadora:
La frecuencia con la que debe limpiarse es variable, dependiendo del uso que se haga del aparato. Su limpieza es difícil debido a su forma, ya que la abertura existente es demasiado estrecha para introducir en ella la mano u otros objetos gruesos. Por ello, la mayoría de modelos suele tener en la parte inferior una bandeja en la que se van depositando las migas con el uso. Esta bandeja es extraíble y puede limpiarse para evitar el exceso de acumulación de migas. A no ser que el fabricante no lo recomiende, esta bandeja puede fregarse y volverse a colocar una vez limpia y seca. También hay que cuidar la limpieza exterior de la tostadora, que puede realizarse con una bayeta y agua jabonosa.
Sandwichera:
Su limpieza es muy sencilla, suele bastar con utilizar una bayeta humedecida cuando esté fría la pieza par evitar quemaduras. Hay que tener precaución de no rascar las placas con ningún producto que las raye, pues en las zonas rayadas pueden quedarse pegados alimentos que, al resecarse, cuesta desprender.
Parrillas o grills:
Su limpieza puede realizarse, generalmente, siguiendo las pautas básicas habituales aunque siempre que no estén contraindicadas por el fabricante. Este tipo de electrodomésticos suelen traer consigo instrucciones que ofrecen información precisa sobre ello.
5.- Eliminación y reciclado de residuos y basuras.
Caso práctico
María acostumbra a tener una sola bolsa de basura en casa. Aunque siempre separaba los vidrios porque las botellas se podían llevar a la tienda y te devolvían su importe y los botes más pequeños los guardaba para hacer conservas. Luego llegó el contenedor verde (el primero de los de colores que llegó a su barrio) y ahora los tira allí. Después han ido llegando más contenedores de colores y ella se hace un lío, cree que a veces se equivoca de contenedor al ir a tirar sus basuras.
Esther le explicó en qué consiste el reciclaje y cómo se debe hacer, a María le encanta la idea porque antes se aprovechaba todo y ahora todo el mundo tira muchas cosas a la basura, María dice que esto se parece más a lo de antes. Y por eso se esfuerza en separar su basura. Como vive sola, no tiene problemas de espacio y ha organizado la cocina para que quepa todo: papel, vidrio, envases etc. Cuando habla con su hermana por teléfono, le cuenta lo nuevo que sabe y le explica como debe reciclar. Juntas recuerdan el vertedero de su pueblo, en el que se tiraba todo.
El hedor que provocaba sólo era superado por el olor a quemado que había en todo el pueblo cuando quemaban los residuos para reducir su volumen.
Reflexiona
Los productos hoy vienen todos empaquetados y con miles de etiquetas; hay productos de usar y tirar; embalados, precintados, empaquetados, adornados etc. Algunos deben embalarse de cierta manera pero ¿es adecuada la forma en que se presentan a los consumidores? ¿En qué manera cree que todo esto afectará al medioambiente?
Una de las tareas fundamentales al realizar la limpieza y mantenimiento de un hogar es eliminar los residuos y basuras que se producen por las distintas actividades que se realizan en el hogar y por las propias tareas de limpieza y mantenimiento. La basura son los desechos que genera la actividad diaria del ser humano, lo que ya se ha utilizado y no sirve. Cuando un objeto ha cumplido su función productiva, hay que eliminarlo. Como pudiste aprender en la Unidad 2, debido al gran aumento de residuos que se generan en los hogares es necesario reducirlos y reciclarlos (aunque la cantidad de basura generada en un domicilio depende del consumo realizado) para llevar a cabo un ahorro de recursos, disminuir la contaminación y mejorar el medioambiente.
La basura hace referencia a todas aquellas sustancias inservibles que, al no poder ser transformadas o recicladas, han de desecharse; mientras que los residuos son sustancias que se pueden clasificar, separar, aprovechar e integrar nuevamente en la sociedad.
Los residuos domésticos se pueden agrupar en:
- Basura orgánica. Es de origen biológico (cascara de naranja, pelos, restos de comida etc.); reciclada produce abono o compost.
- Residuos inorgánicos. No tienen origen biológico sino que es creada por el ser humano a través de distintos procesos, como el plástico, el vidrio, etc.
- Excepciones. Es el caso del papel, que siendo de origen orgánico, conlleva un proceso de reciclado de carácter inorgánico.
- Residuos peligrosos para el ser humano. Pueden ser orgánicos o no, como sustancias químicas o material infeccioso utilizado en el ámbito sanitario.
Recuerda que en el apartado 1.8 "Como ahorrar" y 1.10 "Trucos para ahorrar II", del la Unidad 2 , aprendiste la ley de las tres R: Reducir el consumo, Reutilizar los objetos de consumo y Reciclar materiales. Esta ultima R esta íntimamente relacionada con la forma en como debemos deshacernos de los residuos en un hogar, recuerda: Los contenedores de basura se identifican por colores que indican como clasificar los residuos: Verde - Vidrio, Amarillo - Plásticos, latas y bricks, Azul - Papel. Ademas existen contenedores específicos para las pilas, para recoger el aceite de cocinar, el aceite del motor de los vehículos (Te recomendamos que vuelvas a releer los documentos y enlaces web que te propusimos, en especial los referentes al reciclado de los diferentes tipos de envases y el uso del punto SIGRE para los medicamentos).
Sustancia con que se abona la tierra. Echando en la tierra laborable materias que aumenten su fertilidad.
Humus obtenido artificialmente por descomposición bioquímica en caliente de residuos orgánicos. Se usa como abono.
Para saber más
¿Cómo reciclar? - Guía completa de reciclaje.
6.- Mantenimiento del hogar: orden y pequeñas reparaciones.
Caso práctico
María antes, cuando podía subirse a la escalera, cambiaba sus propias bombillas. Ahora es Esther quien lo hace y María está encantada y admirada de que Esther esté tan pendiente de todo y además realice muchos arreglillos por si misma sin tener que llamar a nadie. A María le gustan estas chicas de ahora que ellas mismas cambian sus enchufes.
Como TAPD deberás tener muy en cuenta que el hogar de la persona usuaria esté perfectamente ordenado y vigilar que no haya deficiencias, roturas o desperfectos que puedan afectar a la limpieza e higiene del hogar e incluso directamente a la salud del usuario/a. Las ventajas de que los objetos y enseres domésticos permanezcan diariamente ordenados es que permiten economizar tiempo y espacio, ya que cuando las cosas están en el lugar que les corresponde resulta muy rápido localizarlas, además de no ocupar otros espacios. Hay que guardar cada objeto cerca del área en la que se va a utilizar, tener a mano las cosas de uso diario, para alcanzarlas sin dificultad y evitando desordenar o tener que cambiar de lugar otros objetos guardados. Es importante mantener la organización, dedicando unos minutos cada día a detectar objetos que están donde no corresponden y colocarlos en su lugar, ya que este pequeño mantenimiento es más llevadero que dejar que el desorden se vaya apropiando de los espacios y tener que empezar desde el principio.
El orden tiene que facilitar la vida de las personas pero no hacerla más incómoda o estresante. Pues la finalidad de mantener un entorno ordenado es mejorar las posibilidades de desempeño autónomo de la persona, su seguridad y calidad de vida, por eso habrá de hacerse de manera consensuada con la persona usuaria.
Para saber más
En cuanto a las pequeñas reparaciones de roturas y desperfectos que puedan producirse en el hogar del usuario, el TAPD no necesita ser fontanero, electricista o albañil, pero debe tener conocimientos básicos para afrontar pequeñas reparaciones que puedan surgir: cambiar un enchufe, una bombilla, un interruptor, ajustar griferías etc. Veamos cuales son las principales actuaciones de mantenimiento del TAPD en el hogar del usuario:
- Revisar si existen humedades y reparar pequeños escapes de agua.
- Revisar las conducciones de gas y comprobar que no haya escapes.
- Revisar y realizar una correcta limpieza y mantenimiento de los aparatos eléctricos.
- Revisar la instalación eléctrica y realizar pequeñas reparaciones: cambiar distintos tipos de bombillas y lámparas y cambiar interruptores y enchufes.
Otras actividades de mantenimiento son también: blanquear juntas de azulejos, engrasar puertas y cerraduras, poner silicona en las juntas, reparar un agujero en la pared con masilla etc. En definitiva, no es competencia del TAPD hacer una revisión completa de las instalaciones de agua, gas y electricidad del domicilio, ni acometer ninguna reparación importante, pero sí hay pequeñas revisiones y arreglos domésticos que pueden formar parte de su actividad, y es necesario que tenga una actitud atenta con el fin de detectar posibles problemas.
7.- Mantenimiento de prendas de vestir y ropa de hogar. Lavado.
Caso práctico
María siempre ha sido muy cuidadosa con la ropa, porque ella antes era modista y sabe el trabajo que tiene una buena prenda de ropa. Le encanta el olor a suavizante, una ropa bien planchada y por supuesto no soporta que una prenda con el dobladillo caído o que le falte un botón. Pero no ve bien para coser ella misma. Todavía conserva su máquina de coser, se la enseña a Esther mientras le comenta las pequeñas reparaciones que necesita en su ropa. Esther promete ayudarla y le cuenta de otros de sus usuarios que no tienen la capacidad de poner la lavadora, tender la ropa u ordenar un armario y ella tiene que realizar todas esas tareas en sus hogares.
Debes saber
Es conveniente que establezca una secuencia respecto a la frecuencia del cambio de ropa y convenzas a la persona usuaria del SAD de que la siga.
El resto de esta unidad de trabajo la dedicaremos a los procesos siguientes: Lavado de la ropa, Secado y/o tendido, Planchado, Reparación si es necesaria y Guardado en el armario, en los cajones o en el lugar indicado.
Comenzaremos por el lavado de la ropa que puede realizarse a mano o en la lavadora, según la necesidad.
Lo primero es clasificar la ropa sucia, lo que facilitará un mejor lavado posteriormente, puesto que se hace en función de su tipo, composición, etiquetado y color. Empezaremos por ver cómo se hace esto:
Una vez clasificada la ropa se han de elegir los productos de lavado que se vayan a utilizar.
Una vez está todo dispuesto, veamos primero cómo se lava la ropa en la lavadora:
El siguiente video nos enseña cómo se pone la lavadora, es un video muy correcto y completo, salvo en un error que comete el chico que explica, no clasifica la ropa por colores.
Veamos a continuación en qué consiste el lavado a mano.
7.1.- Secado, planchado, doblado y colocación en los armarios (I).
Una vez lavada la ropa, hay que proceder a su secado, mediante la secadora o el secado natural tendiéndola. El secado de la ropa consiste en la eliminación del agua o humedad presente en las prendas después de ser lavadas. Se consigue por la introducción o pase de aire por toda la superficie de la prenda, de forma forzada o automática (secadoras) o por exposición al aire libre (tendido de la ropa).
Secado al aire libre:
Secado en la Secadora:
Una vez seca, hay que clasificar la ropa en la que directamente se puede doblar y guardar y la que necesita un planchado.
El planchado consiste en alisar, estirar, asentar y desarrugar los tejidos de las prendas a través de la aplicación de calor por toda la superficie. Para realizar la labor del planchado se necesita una tabla de plancha, una plancha y si es posible un taburete ajustado a la altura de la tabla. Para que el planchado sea efectivo es importante seguir las recomendaciones de los fabricantes, ajustando la temperatura, el programa de la plancha y la intensidad del vapor al tipo de prenda.
Cuanto más delicada sea la ropa, más baja debe ser la temperatura de la plancha. Normalmente todas las planchas traen un regulador de temperatura en el que se puede ajustar si la prenda es de algodón, hilo, terciopelo, lana, seda, si son tejidos artificiales como viscosa, acetato o rayón o tejidos sintéticos como lycra, elastán, poliester y nylon.
Los dos primeros requieren una temperatura más alta, mientras que el resto necesitan temperaturas más suaves. Es importante seguir las instrucciones del fabricante de la prenda reflejadas en la etiqueta y en caso de duda se puede probar en un sitio poco visible por el revés de la prenda, aunque así se corre el riesgo de estropearla un poco.
Generalmente, el planchado se debe efectuar de forma horizontal, es decir, con la prenda apoyada en la tabla y deslizando la plancha por encima. También existe el planchado vertical, que se utiliza para planchar trajes suspendidos en una percha, o cortinas sin necesidad de descolgarlas. Todas las prendas deben plancharse en el sentido de la trama del hilo, es decir, en la misma dirección que marca el tejido. Las piezas de vestir más habituales y que requieren una mayor destreza en el planchado son las camisas, pantalones y faldas, jerséis y otras prendas de punto, veamos cómo se hace:
- Una camisa:
7.1.1.- Secado, planchado, doblado y colocación en los armarios (II).
- Jerséis y prendas de punto: Colócalo en la tabla de planchar y plancha suavemente para no deformarlo siguiendo las orientaciones de la etiqueta. Plancha primero la parte delantera y después la trasera.
- Pantalones y faldas: Es preferible empezar por la cintura y la parte alta, incluyendo los bolsillos. Continuar por las perneras, siguiendo por las costuras planas y acabando pro los dobladillos. Si los pantalones tienen raya, ponderemos la prenda plana, enfrentando las costuras de las perneras, y pasaremos la plancha marcando las rayas. Los pantalones de vestir deben plancharse al revés o utilizando un paño de algodón para evitar que salgan brillos.
- Camisetas, polos y sudaderas:
- Ropa del hogar (sábanas, toallas, manteles, servilletas...): Plancharemos primero los dobladillos, las puntillas, los lazos o los bordados, insistiendo en ellos. Después plegaremos las prendas de la manera deseada y pasaremos la plancha con las prendas en su aspecto final. Insistiendo en costuras y tirillas.
Una vez planchada, la ropa hay que colgarla o guardarla doblada lo antes posible en el armario para que mantenga la forma correcta. Las prendas de vestir deben estar guardadas correctamente si que remos que no se arruguen, ensucien o cojan malos olores. Por eso debemos tener un especial cuidado con los armarios roperos, ordenando las prendas de vestir y los complementos, evitando guardarlos y mezclarlos de cualquier manera.
Los interiores de los armarios deben organizarse agrupando las prendas, para lo cual dispondremos de los siguientes compartimentos o espacios:
- Perchero. Para guardar vestidos, trajes, chaquetas, abrigos, camisas, blusas, pantalones y faldas colgados de una percha.
- Estantes. Para guardar ropa doblada, tanto si se trata de ropa de vestir (jerséis, camisetas o chaquetas de punto), como ropa del hogar (sábanas, toallas manteles etc.).
- Cajones. Destinados a guardar piezas pequeñas como ropa interior, calcetines, lencería, pañuelos, etc.
- Otros espacios. Para guardar los complementos como corbatas, bufandas o cinturones.
- Porta calzados o espacios para guardar los zapatos.
Otros trucos para organizar la ropa de una habitación:
7.2.- Etiquetado y reparación de la ropa.
Antes de lavar, secar y planchar la ropa, se deben leer las etiquetas, pues identifican las técnicas que se han de aplicar. Los fabricantes de prendas incluyen información sobre el tipo de tejido, su composición, temperatura de lavado recomendada, forma de secado y planchado, técnicas de limpieza más adecuadas e incluso si pueden ser centrifugadas o no, o si pueden usarse lejías u otros productos. Para ello, en la etiqueta de las prensas se utilizan unos símbolos internacionales. Es preciso tener presente que cuando estos símbolos están marcados con una "X", significa que esa acción no debe realizarse. Cuando en los símbolos relacionados con el lavado aparece un número o una mano, indican, respectivamente, la temperatura de lavado o que se tiene que lavar a mano.
Los símbolos habituales en las etiquetas relacionados con el cuidado de las prendas son los siguientes:
Nunca se debe guardar en los armarios la ropa defectuosa. La ropa hay que repasarla, es decir observarla de vez en cuando para detectar cualquier falta o defecto que pueda ser reparado a través del cosido como, por ejemplo, colocar un botón, poner un velcro o subir el bajo de alguna prenda. Existen dos formas de realizar las tareas de costura: a mano o a máquina. Por un lado, el cosido a mano suele emplearse para operaciones sencillas como hilvanados, pequeñas roturas y zurcidos, cosido de botones, corchetes y automáticos etc.
Por otro lado, el cosido a máquina es una labor que requiere de un dominio y conocimiento más técnico, puesto que se utiliza para trabajos de costura más especializados y precisos (bordados, cosido en zigzag, cosido hacia atrás etc.). Para realizar este trabajo se necesita un costurero que contenga: agujas, hilo, tijeras, enhebra-agujas, dedal, botones, cinta métrica y alfileres. A continuación se pueden ver algunas tareas de cosido o repasado habituales en el hogar de la persona dependiente. Estas técnicas se emplean, además de para el arreglo de ciertas prendas, para adaptarlas a las necesidades del usuario, fomentando su capacidad de autonomía para ciertas actividades cotidianas como, por ejemplo, vestirse o desvestirse autónomamente.
- Coser el bajo de una falda.
- Coser el bajo de un pantalón.
- Coser un botón.
- Coser una cremallera.
Caja o canastilla para guardar los útiles de costura.
Barra pequeña y puntiaguda, de metal, hueso o madera, con un ojo por donde se pasa el hilo, cuerda, correa, bejuco, etc., con que se cose, borda o teje.
Hebra larga y delgada de una materia textil que se usa para coser.
Instrumento compuesto de dos hojas de acero, a manera de cuchillas de un solo filo, y por lo común con un ojo para meter los dedos al remate de cada mango, las cuales pueden girar alrededor de un eje que las traba, para cortar, al cerrarlas, lo que se pone entre ellas.
Instrumento que sirve para pasar el hilo por el ojo de la aguja con facilidad. Muy adecuado para personas con problemas de visión.
Utensilio pequeño, ligeramente cónico y hueco, con la superficie llena de hoyuelos y cerrado a veces por un casquete esférico para proteger el dedo al coser.
Pieza pequeña de metal, hueso, nácar u otra materia, forrada de tela o sin forrar, que se pone en los vestidos para que, entrando en el ojal, los abroche y asegure. También se pone por adorno.
Instrumento en forma de cinta flexible, que tiene marcada la longitud del metro y sus divisores, y que se emplea para medir.
Clavo metálico muy fino, que sirve generalmente para prender o sujetar alguna parte de los vestidos, los tocados y otros adornos de la persona.
Reflexiona
Existen otras tareas muy habituales en el repasado, reparación y adaptación de la ropa a las necesidades del usuario. Si estás muy interesado en el tema, busca en internet cómo se colocan una serie de elementos que permiten al usuario vestirse y desvestirse con facilidad: Corchetes, Automáticos y Velcro.
Otra tarea interesante es también el marcado de la ropa con el nombre del usuario/a mediante bordado o cintas adhesivas para tela, investiga también este tema.
Anexo I.- Importancia de ventilar la casa.
Antes de iniciar la limpieza hay que abrir las ventanas para facilitar la ventilación y renovación del aire en la vivienda.
En especial en aquellas viviendas que tienen estufas de butano o braseros. Al hacerlo hay que vigilar las corrientes de aire, ya que podrían romper los cristales de las ventanas.
El aire contiene microorganismos y partículas procedentes del propio cuerpo; esto es aún peor si hay animales de compañía o fumadores en la casa.
Alimentos, calefacción, cañerías etc. cargan además el ambiente, haciendo necesaria la ventilación para mantener la limpieza e higiene del aire que se respira.
La ventilación debe realizarse también en invierno, mejor por la mañana, antes de poner la calefacción para no desperdiciar energía. Al realizar esta actividad, se debe evitar que el usuario coja frío, tomando las precauciones necesarias para ello, sobre todo si es un enfermo encamado cuyas defensas son más débiles.
La ventilación contribuye a reducir la humedad en el domicilio. Según la zona geográfica en la que viva el usuario, ésta puede llegar a ser muy molesta e incluso perjudicial para la salud. Para reducirla, se puede ventilar en horas de sol o utilizar productos específicos que combaten su formación en ambientes cerrados.
Para saber más
Cómo ventilar una casa.
Anexo II.- La aspiradora.
La aspiradora es muy eficaz en la eliminación de polvo y pequeños residuos, básicamente porque quedan atrapados en una bolsa y no se esparcen como en el barrido.
Si se dispone de aspiradora, siempre es mejor aspirar que barrer, ello no implica que no debamos tener una escoba. Usaremos la aspiradora para limpiar todos los suelos, pero si sólo hemos de recoger un área pequeña (por ejemplo, las migas de la merienda), vale la pena usar la escoba.
Las aspiradoras disponen de diversos accesorios, según el modelo hay más o menos, pero en general encontraremos:
- Manguera: Es un tubo rugosos que tiene una conexión directa en la entrada de aspiración del aparato
- Tubo curvado: Enlaza la manguera con el tubo telescopio. En este tubo hay una muesca, que es el regulador manual de aspiración, que permite reducir ligeramente el nivel de aspiración.
- Tubo extensible o telescópico. Permite alargar o acortar el tubo a la longitud deseada. El tubo telescópico lleva una empuñadura central que permite la prolongación.
- Cepillo grande. Suele llevar un pedal que permite extraer unas cerdas incorporadas al cepillo en función de la superficie a aspirar.
- Cepillo mediano o de parquet. Se usa para suelos duros o parquet, también en paredes y superficies lisas.
- Cepillo oval o brocha pequeña. Se usa para pequeñas superficies, muebles, libros, cuadros...
- Boquilla rinconera. Sirve para aspirar lugares poco accesibles (radiadores, zócalos, hendiduras o rendijas de puertas y ventanas) y rincones.
- Bolsa de recogida o contenedor. Hay diversos modelos en el mercado, en algunos tinten una bolsa que se cambia cuando está llena o bien un contenedor que se debe vaciar y limpiar cuando está lleno.
Es importante realizar un mantenimiento de la aspiradora para que su rendimiento sea el adecuado y para prevenir su deterioro. Se deben mantener limpios los cepillos usados (se lavan con agua tibia y se dejan secar) y cambiar las bolsas y los contenedores para obtener el máximo rendimiento. Además, todas las aspiradoras tienen un filtro que se debe limpiar cada vez que se vea sucio, o bien cambiarlo por otro nuevo. Para limpiar los contenedores se deben vaciar y lavarse con agua tibia. No debemos usar detergentes tanto en los filtros como en los contenedores ya que pueden deteriorar el plástico o deformar los filtros. Siempre hay que dejarlos secar a temperatura ambiente y antes de colocarlos en la aspiradora hay que asegurarse de que están totalmente secos.
Existen diferentes modelos de aspiradoras en el mercado, de los cuales los más habituales son:
- Aspirador-escoba: Se trabaja en posición vertical y se usa como si fuera una escoba. A lo largo del mango se halla la bolsa de recogida de polvo y el motor.
- Aspirador de arrastre o cilíndrico: Se desliza sobre ruedas y dispone de un tubo flexible. Es el aspirador que encontramos habitualmente en las tiendas. El arrastre suele tener diferentes medidas, en general, cuanto más pequeño menos pesado.
- Aspirador multiuso: Son iguales que los de arrastre pero además pueden aspirar el agua.
Anexo III.- El lavavajillas.
El lavavajillas permite el lavado automático de la fajilla lo cual nos permite ganar tiempo, así como liberarnos de esta tarea.
En general todos disponen, al menos, de los siguientes dispositivos:
- Panel de mando exterior, con:
- Botón de encendido/apagado.
- Botones del programa de lavado (Intensivo 65ºC, normal 50ºC, corto 50ºC, prelavado y lavado a media carga).
-
Pilotos de control: que indican el funcionamiento del electrodoméstico, si se ha acabado la sal y/o el abrillantador.
-
En el interior:
- Un distribuidor de detergente.
- Un distribuidor de abrillantador.
- Un distribuidor de sal.
El detergente se tiene que cargar en cada lavado mientras que la sal y el abrillantador una vez cargados completamente duran varios lavados. En caso de no disponer de sal o abrillantador quedarán señalizados en los pilotos de control. Para funcionar eficazmente, el lavavajillas ha de tener siempre los depósitos de sal y de abrillantador cargados.
Para obtener un buen rendimiento con el lavavajillas hay que poner todos los elementos de la vajilla correctamente y donde toca, evitando que se tapen los unos a los otros. Si esto sucede, la vajilla saldrá sucia porque el agua y el jabón no llegarán a las partes que están tapadas.
Para descargar el lavavajillas deberás empezar por la bandeja inferior y cando esté vacía continuar por la superior, así evitarás que el agua acumulada en la vajilla caiga sobre los platos limpios. Al sacarla del lavavajillas, cada cosa se debe guardar en su sitio: latos en el escurridor o armario, cubiertos en su cajón, sartenes y cacerolas donde corresponda etc.
Antes de colocar los platos y/o cacerolas se deben eliminar los restos de comida que pueda haber, ya que podrían atascar los desagües del aparato. También hay que limpiar y mantener limpios los filtros que suelen estar situados debajo de las rejillas en la parte baja del aparato para lo cual hay que retirarlos y lavarlos con agua tibia y jabón. Para evitar malos olores se pueden adquirir ambientadores destinados a este fin o bien rociar el fondo con bicarbonato.
Para saber más
Los errores más comunes al poner el lavavajillas.
Anexo IV.- Cómo lavar la vajilla a mano.
El fregadero debe mantenerse limpio, pues acumula restos de comida y es un lugar en el que se manipulan alimentos.
La vajilla se debe fregar por orden:
- Vasos.
- Cubiertos o platos.
- Cacerolas y cazos.
- Por último Sartenes.
No se debe fregar todo y luego aclarar; ya que si se tarda mucho en hacer esto último, quedarán restos de jabón. Es preferible seguir uno de estos dos procedimientos:
- En el fregadero de dos senos: Se colocan en uno los platos vasos etc. con agua caliente y jabón para ablandar la suciedad. En el otro los elementos para aclarar.
- En el fregadero de un seno: Se colocan los platos en el centro, la cubertería al lado y los vasos encima. Ése es el orden en el que se fregarán.
Es mejor realizar el aclarado sobre los cacharros sucios en ambos tipos de fregaderos, cambiándose el agua cuando sea necesario. Además, es necesario tener en cuenta que el escurridor debe limpiarse cuando esté sucio y retirar el agua acumulada, pues produce suciedad y malos olores.
También se debe prestar especial atención a los cuchillos. Al ponerlos en el escurridor, se colocarán con la hoja de cortar hacia abajo para evita posibles cortes.
Anexo V.- Control de humedades y escapes de agua.
Como TAPD, cuando trabajes como auxiliar de ayuda a domicilio debes conocer como son las conducciones de agua del domicilio en el que trabajas: Todos los puntos de salida de agua (grifos, llaves de paso...) y de evacuación de la misma (desagües en el baño, cocina, patios, electrodoméstico...), así como si hay elementos como purificadores o descalcificadores de agua.
Porque así podrás detectar las averías que se produzcan como escapes de agua, goteos, corrosión de tuberías, falta de presión etc. En el caso de detectar algún deterioro grave se deberá avisar a un técnico para que lleve a cabo las reparaciones pertinentes, pero es necesario que seas capaz de realizar pequeños arreglos domésticos para mejorar el confort de la vivienda.
Deberás:
- Comprobar el correcto funcionamiento de toda la grifería del hogar, cisternas...
- Revisar las fijaciones del sanitario, lavabo, bidé, fregadero etc... al suelo o paredes, comprobando si están bien sujetos y si las juntas están repasadas con silicona.
- Comprobar que los electrodomésticos eléctricos por los que pasa el agua (termo o caldera eléctrica, lavavajillas, lavadora...) funcionan correctamente y no tienen pérdidas de agua.
- Comprobar que no haya humedades en paredes y techos de aquellas habitaciones por las que discurren canalizaciones, están cerca de depósitos de agua o acometidas del exterior etc.
En el caso de algún escape de agua puntual de algún electrodoméstico, se detendrá el aparato, se secará cuidadosamente el suelo y se identificará el origen del desbordamiento, si es algún atasco que se pueda subsanar, por alguna oclusión de los filtros etc. se solucionará.
En el caso de las humedades, o que se detecte algún charco de agua, lo primero es descartar que se haya tratado de algún derrame accidental de agua o cualquier otro líquido por parte de la persona usuaria. Después se identificará el origen y la causa. Si el origen está en la propia vivienda, y la fuga de agua es continua, se cortará la llave de paso correspondiente y si no es posible, la general para evitar que se generen daños permanentes en las estructuras, deterioro de los suelos o humedades y goteras. En estos casos, se dará aviso al técnico para que realice la reparación correspondiente. Si el origen no está en el propio domicilio como, por ejemplo, en el caso de humedades en el techo, se pondrá en comunicación con el piso de arriba o con la comunidad de vecinos, si es el caso, con el fin de identificar la causa de la humedad y repararla.
En cuantos a los grifos y desagües puedes realizar algunas actuaciones preventivas y de reparación. Como por ejemplo, arreglar un grifo que gotea y limpiar sus filtros de agua.
Normalmente cuando un grifo gotea, es porque la zapata (la arandela de goma que lleva en el interior y hace que se cierre herméticamente el paso del agua cuando se acciona el grifo) esté deteriorada). Realizar esta pequeña reparación no es complicado: Lo primero es cortar la llave de paso de agua que alimenta el grifo y dejar correr el agua hasta que se vacíe el tramo de tubería correspondiente. A continuación retira el embellecedor del cabezal del grifo y queda al descubierto el tornillo que lo sujeta. Retira el tornillo (con la llave correspondiente), así como la pieza del mando y queda visible la tuerca que ajusta el eje al cuerpo del grifo. Posteriormente, desatornilla la tuerca para extraer por completo el eje y quedará a la vista la zapata. Por último, sustituye la zapata por una nueva que sea exactamente del mismo tamaño y procede a recolocar todos los elementos en el orden adecuado. Para comprobar si la reparación se ha hecho correctamente, abre la llave de paso, abre y cierra el grifo. En el caso de que siga goteando, puede que la avería fuese otra, avisa al técnico.
En ocasiones, lo que observamos es que el chorro del agua del grifo no es uniforme, habitualmente esto sucede porque el filtro (pequeña rejilla de forma circular) está parcialmente obstruida por impurezas que son arrastradas por el agua como, por ejemplo, pequeñas piedrecitas, óxido, cal u otras partículas. El filtro suele ser de fácil acceso pues se encuentra en la boca o salida de agua del grifo, en este caso no habrá que cerrar la llave de paso, solamente el propio grifo, desmontar la pieza donde se encuentra el filtro y proceder a su limpieza quitando los elementos que lo atascan.
También es importante que ayudes a prevenir atascos en las cañerías, ara lo cual será aconsejable colocar unas rejillas en el desagüe que eviten el paso de restos de comida, pelos u otros elementos que acaben obstruyéndolas. Además de eso, es aconsejable, cada cierto tiempo verter agua muy caliente por cada desagüe para ablandar y arrastrar las posibles incrustaciones que estén adheridas a a tubería. Los atascos pueden resolverse utilizando un desatascador manual de goma y realizando un movimiento de bombeo que haga succión en el desagüe hasta que se desatasque. Existen desatascadores químicos para tal fin, pero deben emplearse siempre con precaución y siguiendo las instrucciones del fabricante. Además, hay que evitar introducir palos o alambres por la tuberías, ya que pueden dañar los revestimientos.
Anexo VI.- Control de conducciones de gas.
El auxiliar de ayuda a domicilio debe conocer que existen diferentes tipos de gas de uso doméstico los más frecuentes son el gas butano, el gas propano y el gas natural. Todos ellos son incoloros e inodoros, aunque se les añade un aditivo que les da un olor característico con el fin de detectarlos en caso de fuga.
Los gases butano y propano suelen usarse para cocinar y como combustible de termos y calderas para calentar el agua de la vivienda, así como para algunas estufas portátiles. Ambos se presentan para uso doméstico en bombonas de color naranja o acero inoxidable., pero las de propano llevan una franja negra alrededor del envase, para diferenciarlas de las de butano.
Estos dos gases son peligrosos en estado líquido, si contactan directamente con la piel, porque producen congelación. Se diferencian principalmente en que el propano tiene mayor poder calorífico que el butano y su punto de congelación es menor.
El gas natural se distribuye a través de una red de abastecimiento pública (tuberías) y su combustión es más limpia y segura que la de los dos anteriores.
Para los tres es fundamental y obligatorio pasar una inspección de las instalaciones y aparatos de gas una revisión cada 5 años, la puede hacer la empresa suministradora (en caso del gas natural es obligatorio) el propio usuario. No obstante, es recomendable hacer una revisión anual para comprobar que no hay fugas, el estado de las rejillas de ventilación, medir los niveles de monóxido de carbono de la caldera etc.
El auxiliar de ayuda a domicilio deberá prestar atención al buen estado de las conducciones de gas y de las instalaciones y electrodomésticos que hacen uso del mismo (cocina, calentadores, caldera etc.) para detectar si hay algún deterioro o fallo.
Para observar si la combustión es adecuada, hay que comprobar que la llama que produce es azulada, viva y constante, pues una llama anaranjada, vacilante o con ruido es señal de combustión defectuosa. Esto es muy peligroso, ya que la combustión inadecuada produce monóxido de carbono, que no es perceptible para el olfato, se difunde rápidamente y puede ocasionar envenenamiento e incluso la muerte.
También puede comprobar visualmente el estado del circuito de gas para detectar signos de corrosión en las las canalizaciones o su proximidad a fuentes de calor que puedan deteriorarlas. Si se detectan signos de deterioro en el circuito, se debe avisar al técnico para que lo arregle.
En el caso de los gases butano y propano es necesario además prestar atención al plazo de sustitución de los elementos que tienen fecha de caducidad como los tubos flexibles de goma, ya que las fugas que se pueden producir por el deterioro de estos elementos pueden provocar intoxicaciones o explosiones. La fecha de caducidad viene impresa en el mismo tubo, pero si se aprecian deformaciones, grietas o desgaste antes de esa fecha también hay que realizar el cambio. Es recomendable avisar a un técnico especializado para el cambio de un tubo flexible.
Si se detecta una fuga de gas, es importante actuar rápidamente y con precaución, abrir todas las ventanas, no encender interruptores ni aparatos eléctricos, ni por supuesto encender mecheros ni cerillas. Es conveniente comprobar si el escape está producido por estar abierta la llave de paso de algún aparato, como la cocina o el horno. Si no es así y no se ve la causa aparente, se cerrará la llave de paso general a la espera de que un técnico revise la instalación.
Anexo VII.- Mantenimiento de aparatos eléctricos y electrodomésticos.
Es muy importante que el auxiliar de ayuda a domicilio revise el funcionamiento de los aparatos eléctricos y electrodomésticos del hogar del usuario con el fin de detectar deterioros y prevenir averías. No obstante, siempre hay que tener presente que en caso de que estas se produzcan, deberán ser reparadas por un técnico cualificado.
Es importante tener en cuenta el cuidado diario de estos elementos de la vivienda, ya que la falta de limpieza, una limpieza inadecuada o un mal uso puede estropearlos. Al ser elementos que están conectados a la red eléctrica, será importante que la instalación esté en buen estado, que disponga de elementos de protección frente a sobrecargas y cortocircuitos y que el suministro tenga la potencia adecuada al número de aparatos eléctricos que van a conectarse a la red.
Es importante seguir las siguientes pautas:
- Se debe manipular los electrodomésticos siempre con las manos secas y nunca bajo el agua si están conectados a la red eléctrica, por el riesgo de electrocución.
- No dejar nunca un aparato cerca de la bañera para evitar que caiga accidentalmente a su interior.
- No usar aparatos que tengan los cables desgastados o los enchufes deteriorados.
- No se deben desconectar los aparatos tirando del cable.
- Hay que evitar el uso de "ladrones", multiplicadores o la acumulación de varias conexiones en el mismo enchufe.
- Hay que asegurarse de conectar los aparatos a tomas de corriente con la potencia adecuada.
En cuanto a la revisión de electrodomésticos, el auxiliar tendrá que revisar cada cierto tiempo el estado del frigorífico, manteniendo limpias las partes visibles externas y el interior, asegurándose de que la parte trasera tiene un espacio suficiente para la ventilación. Hay que vigilar la formación de escarcha, ya que si es excesiva, disminuye el rendimiento del aparato, por lo que en ese caso será necesario descongelar y limpiar el interior del frigorífico, para lo cual habrá que desconectarlo de la red eléctrica. Asimismo, hay que comprobar que la goma magnética del frigorífico está en buen estado, ya que afectará al cierre correcto del electrodoméstico y consecuentemente a la conservación de los alimentos y al consumo energético. En el caso de detectar que el frigorífico no enfría, o por el contrario, si hace excesiva escarcha, se puede intentar regular la temperatura para resolverlo. En caso de que esa solución no funcione, es posible que alguna parte internar del frigorífico esté averiada, por lo que habrá que llamar al servicio técnico para su revisión y reparación.
Para mejorar el rendimiento de la lavadora, deberá comprobarse previamente la ropa que se va a introducir para evitar objetos que puedan dañarla como, por ejemplo, horquillas, alfileres o monedas. Asimismo, es importante la revisión periódica de la limpieza del tambor y el estado de los filtros y el cajetín del detergente con el fin de evitar obstrucciones. Es importante para un correcto funcionamiento de este electrodoméstico dejar la puerta abierta entre lavados para evitar que se produzca oxidación de partes metálicas por la condensación.
El lavavajillas también debe mantenerse limpio en sus partes externas e internas, ya que pueden acumularse restos de grasa o comida que pueden acelerar su deterioro y mal funcionamiento. Se debe revisar periódicamente el filtro y eliminar las obstrucciones.
Las hornillas o placas de cocina, cuando son vitrocerámicas o de inducción habrá que revisar la presencia de fracturas que puedan interferir en su buen funcionamiento y si se detecta algún problema, avisar al tećnico correspondiente. Respecto a las que tienen quemadores de gas, será importante revisar que el gas sale de manera uniforme por todos los quemadores, ya que lo contrario podría indicar que algunos de los quemadores están obstruidos. Para evitarlo, se deben mantener limpios a diario usando un estropajo de aluminio. Periódicamente se deberán desmontar y limpiar con agua caliente y detergente. Respecto a las eléctricas, se tiene que revisar cada cierto tiempo que todos los fuegos funcionan correctamente.
Los pequeños electrodomésticos deben limpiarse después de cada uso, siempre desconectados de la red eléctrica. Cada cierto tiempo es necesario revisar la presencia de residuos que no se hayan eliminado con la limpieza diaria como, por ejemplo, migas o restos de comida, y limpiar a fondo para prolongar la vida de los aparatos. También habrá que comprobar que funcionan correctamente y que los cables y conexiones están en buen estado.
Los aparatos audiovisuales: televisión, reproductor de DVD o video, radios, equipos de música, ordenadores,videoconsolas... se recomienda limpiarlos siempre apagados y con un paño suave humedecido. Después, es importante revisar que todas las conexiones estén en buen estado, que no haya cables sueltos ni deteriorados y que funcionen correctamente.
Anexo VIII.- Bombillas, lámparas, interruptores y enchufes.
El auxiliar de ayuda a domicilio tendrá que revisar el correcto funcionamiento de todas las bombillas del hogar de la persona dependiente. Si alguna no funciona, puede significar que está fundida o que la lámpara tiene algún problema en las conexiones.
En el primer caso, el auxiliar podrá sustituir la bombilla estropeada por otra nueva, cuidando que sea de las mismas características que la original, preferentemente desenchufando la lámpara o el aparato de la red eléctrica. Para cambiar una bombilla incandescente, se comprobará que el aparato de luz está apagado y la bombilla fría; después, se desenroscará la bombilla, pero sin presionar el cristal para evitar roturas. A continuación, se sustituirá por otra bombilla de las mismas características (rosca y potencia), enroscando con delicadeza hasta quedar firmemente sujeta. Por último se comprobará que la bombilla funciona, encendiendo y apagando el aparato de luz.
Si la bombilla es halógena, el proceso será distinto, ya que habitualmente (siempre según el modelo)no van enroscadas, sino sujetas por los extremos al portalámparas con unos pequeños muelles para mantenerla en su sitio. Hay que manipularlas teniendo cuidado de no tocar el cristal con los dedos, ya que ese contacto puede estropearlas. Para cambiar este tipo de bombillas, se extraerá la bombilla estropeada, para ello, se presionará hacia uno de los lados para extraer el otro y se sacará por completo, siempre con cuidado y asegurándose de que el aparato de luz está apagado. Después se insertará la nueva bombilla, primero por un lado y luego encajando el otro.
Si se trata de barras fluorescentes, será necesario observar el proceso de encendido ya que si el parpadeo es muy intenso y el tiempo de encendido es muy largo, será recomendable su sustitución por uno nuevo, ya que en estos casos se incrementa el consumo de energía. También será recomendable su sustitución si se detectan manchas oscuras o ennegrecimiento en los extremos en señal del desgaste del fluorescente.
Para cambiar un fluorescente, se debe operar igual que en el caso anterior: asegurar que el aparato de luz está apagado y que el tubo que se va a retirar está frío. Después, se debe girar el tubo con suavidad para encontrar el punto de encaje en que puede soltarse de los bornes o parte metálica que conecta con la lámpara. A continuación, se coloca el nuevo de la misma manera, esto es, buscando el punto de encaje y girándolo hasta que quede bien sujeto.
El auxiliar de ayuda a domicilio deberá también revisar cada cierto tiempo que todos los interruptores y enchufes del domicilio funcionan correctamente. No es muy complicado cambiarlos, pero en caso de dudas, lo mejor es recurrir a un técnico electricista.
No obstante, te damos las pautas básicas para poder cambiarlos:
Los interruptores sirven para encender y apagar la luz y están empotrados en la pared formando parte del circuito eléctrico. Para reemplazarlos si se estropean es necesario:
- Cortar la corriente.
- Quitar los tornillos que sujetan la tapa a la pared para retirarla. Si está colocada a presión, se retira haciendo palanca.
- Apuntar cómo están colocados los cables.
- Aflojar los tornillos de los bornes para quitar los terminales de los conductores (cables).
- Colocar los cables en el interruptor nuevo igual que estaban en el antiguo y apretar los tornillos.
- Ajustar el interruptor a la pared y colocar su tapa. Ya sea con tornillos o a presión.
- Conectar la electricidad para comprobar si funciona.
Los enchufes pueden ser de dos o tres clavijas, según tengan toma de tierra o no. Se estropean normalmente por mal uso (como desenchufar tirando del cable).
Para cambiarlos se debe cortar primero la corriente y seguir después estos pasos:
- Asegurarse que el enchufe nuevo es igual que el estropeado.
- Quitar el embellecedor del enchufe viejo de la pared (en caso de que vaya a presión, se debe hacer palanca con cuidado para no desconchar la pared o romper el embellecedor). El enchufe se debe extraer del mismo modo.
- Quitar los cables de las clemas del antiguo enchufe con un destornillador plano y colocarlos en el nuevo, asegurándose de que las conexiones están bien sujetas.
- Colocar el enchufe en el cajetín de la pared, fijarlo a ella según su sistema de sujeción y tapar sus bordes con el embellecedor.
- Conectar la corriente y comprobar si el enchufe funciona correctamente.
La lámpara halógena es una evolución de la lámpara incandescente con un filamento de Wolframio dentro de un gas inerte y una pequeña cantidad de halógeno. El filamento y los gases se encuentran en equilibrio químico, mejorando el rendimiento del filamento y aumentando su vida útil
Anexo IX.- La frecuencia del cambio de ropa.
La limpieza y cuidado de la ropa es una tarea que forma parte del trabajo de la atención domiciliaria y que está muy relacionada con la higiene de la persona usuaria y, por tanto, con su salud. La ropa, ya sea la de vestir o la del hogar (toallas, sábanas, manteles etc.), si está sucia, se puede convertir en un foco propagador de gérmenes y enfermedades.
Vestir limpia y adecuadamente contribuye de manera determinante en la imagen personal y por tanto en la autoestima. Una persona mal vestida, sucia o que lleve la ropa sin planchar ofrece una imagen de descuido y dejadez que no favorece las relaciones sociales y puede crear cierto rechazo, hechos que influyen, sin duda, en una imagen negativa sobre sí misma.
En cambio, una persona bien vestida, limpia y arreglada irradia mayor sensación de optimismo e interés por el propio cuidado. Una imagen agradable facilita las relaciones sociales y en definitiva, favorece la autoestima.
Una regla básica de la higiene es llevar la ropa limpia (tanto interior como exterior). Para ello hay que cambiarse con frecuencia, ya que en la ropa se acumulan el sudor, las manchas, el polvo y los olores. Lo mismo sucede con la ropa de hogar.
Así pues, es de la máxima importancia seguir o crear unos criterios o estándares que nos indiquen cada cuánto tiempo deberemos lavar cada prenda. En condiciones normales pueden tomarse como válidos los siguientes, aunque esto dependerá de cada usuario, de sus costumbres, de si se ensucia mucho o no etc.
- Ropa interior: Cambio diario.
- Ropa de vestir: Si se usan camisetas y el exterior está limpio, puede cambiarse cada dos o tres días, colgándolas en una percha que se deja colgada, por ejemplo, en el cuarto de baño con la ventana abierta para que se airee.
- Manteles y servilletas: Los manteles pueden cambiarse cada tres o cuatro días si no se han manchado, pero hay que sacudirlos para quitarles el polvo y la broza. Las servilletas conviene cambiarlas a diario, sobre todo si se ensucian mucho.
- Toallas: Según su uso, las de asearse las manos cada dos o tres días, según cuánto se ensucien; la de baño puede cambiarse semanalmente.
- Sábanas: Cambio semanal o antes si se han ensuciado.
- En cuanto a la elección de la ropa de vestir, es importante que la persona usuaria sepa elegir de manera adecuada las prendas para vestirse y calzarse en cada momento. En función de cada situación deberá ponerse la ropa apropiada: por ejemplo, no se vestirá de la misma manera si se sale un momento a comprar el pan que si se tiene que ir al centro de día o a una asociación, si se tiene que hacer deporte o si se queda en casa. Otros factores que influirán en la elección de la ropa serán el tiempo (lluvia, frío etc.) o la estación del año.
- En cualquier caso deberá optarse por una ropa que, además de estar limpia sea cómoda, no quede ceñida o apretada, porque obstaculizará la circulación de la sangre. De la misma manera, deberán elegirse modelos de calzado que sean cómodos, que no aprieten y que transpiren.
Anexo X.- Productos de lavado.
Existen diferentes tipos de productos en el mercado para el lavado de la ropa, ya que no existe un único detergente que lave todas las clases de ropa. En general, encontraremos:
- Detergentes. Los hay líquidos, en polvo o en tabletas. Generalmente los detergentes en polvo o en tabletas son más agresivos con las manchas; se utilizan con temperaturas altas y en ciclos de lavados largos, por lo tanto son más eficaces o tienen más poder de limpieza. Los detergentes líquidos suelen cuidar más la ropa pero no son tan efectivos con las manchas, por esta razón son aconsejables en lavados cortos y a 30 grados centígrados de temperatura.
Los detergentes suelen clasificarse en:
- Detergente para ropa blanca.
- Detergente para ropa de color. Hay algunos especiales para ropa negra o colores oscuros.
- Detergentes para prendas finas o ropa delicada. Generalmente no dañan los colores, además, suavizan la prenda y la desapelmazan.
- Detergente neutro o para pieles sensibles. Suelen contener un alto contenido de jabones naturales. Está indicado para ropas de bebés, niños o personas con una piel sensible, evitando las alergias o irritaciones.
- Detergente higienizado. Tiene poder antibacteriano y está concebido especialmente para casos de convalecencia, para viviendas con animales, para ropa de la cocina etc.
- Lejía. Se usa en la ropa blanca para conseguir un blanqueado intenso. La lejía siempre debe diluirse. Es un producto muy agresivo y en según qué tejidos hay que considerar el uso de otros productos alternativos como quitamanchas o activadores del lavado.
- Activadores del lavado. Actúan como la lejía pero sin estropear los tejidos. En general consiguen un blanqueado óptimo y avivan los colores.
- Quitamanchas. Son producto que suelen aplicarse directamente sobre mancas concretas de las prendas y que las ablandan y disuelven. Hay una amplia gama de estos productos en el mercado.
- Suavizantes. Suavizan la ropa y la perfuman; además, facilitan el planchado.
Anexo XI.- Lavado a mano.
Deberemos lavar a mano toda aquella ropa que así lo indique en la etiqueta, en especial los tejidos delicados como la lana, algunos algodones, especialmente si es ropa de bebé, el perlé y toda la ropa que lleve puntilla o pedrería.
El lavado a mano se lleva a cabo con aquellas prendas delicadas que no pueden ser sometidas a la presión y duración de un lavado a máquina (en la lavadora), en los primeros lavados de prendas que pueden desteñirse y como técnica de prelavado en ropa muy sucia que posteriormente será lavada a máquina.
En general, la dejaremos en remojo con agua templada en una cubeta o en la bañera con un jabón para prendas delicadas, después la escurriremos y la tenderemos. El lavado a mano de prendas delicadas y de prendas que destiñen requiere un lavado muy suave en el que hay que sumergirlas en una cubeta con agua y detergente o suavizante; a continuación, lavarlas entre las manos y aclararlas; y posteriormente, escurrirlas antes de secarlas.
La lencería fina, también la dejaremos en remojo en agua templada con un detergente suave, después la enjuagaremos de forma suave, sin arrugar.
El lavado a mano de prendas muy sucias que serán lavadas posteriormente en la lavadora comienza enjuagando la prenda con agua, después se aplica jabón por toda la zona (se puede utilizar un cepillo o las manos para ir repartiendo el jabón) y se humedece esta hasta conseguir disolver la suciedad de la prenda. Se comienza por la cara exterior y después se pasa al interior de las prendas, finalizando con un aclarado para que al escurrir las prendas queden dispuestas para su secado.
Anexo XII.- Tender la ropa.
El tendido de la ropa al aire libre precisa de un espacio habilitado para tal fin (tendederos, terraza, etc.).
Es aconsejable que existan corrientes de aire, pero se debe evitar la exposición directa al sol y al viento fuerte, sobre todo en la ropa de color. Se puede hacer de dos formas: tendido vertical o secado horizontal.
- Tendido Vertical: Es el proceso más común para secar la ropa y consiste en colgarla del tendedero con unas pinzas. Esto está indicado para aquellas piezas que durante este proceso no van a sufrir ningún tipo de cambio como son las de algodón o lino. En algunos casos la etiqueta nos aconsejará colgarlo en una percha, a que de esta manera se evita cualquier modificación en su forma.
- Secado Horizontal. Algunas prendas al ser colgadas o exprimidas se pueden deformar, para evitar eso podremos extenderlas sobre una toalla situada horizontalmente sobre una superficie plana (por ejemplo una mesa) y dejar que se seque, por efecto del aire y de la absorción que ejerce la toalla. Esto está especialmente indicado para tejidos delicados como la seda o la lana.
- Algunos consejos para el tendido de la ropa:
- Sacude la ropa antes de tenderla para airearla y quitar la mayor cantidad de arrugas posible.
- Coloca las pinzas donde menos se vayan a notar, por ejemplo en las costuras.
- No recojas la ropa muy húmeda, es preferible esperar a que se seque bien, pero evitando que una excesiva exposición la deje "tiesa".
- Es preferible que una vez recojas la ropa la planches enseguida, pero si no puedes hacerlo, procura doblarla o revolverla lo menos posible.
- Camisas: Es importante estirar y ahuecar el cuerpo de las camisas con el fin de que pase el aire por su interior y así facilitar su secado rápido y posterior planchado. Tiéndelas colgadas hacia abajo, con las pinzas agarrando las costuras del borde inferior. Aunque es más aconsejable el uso de una percha, puesto que no deja marcas y facilita que los cuellos no adquieran deformidades.
- Pantalones: Deben sacudirse y estirarse para evitar deformidades y arrugas verticales que son difíciles de eliminar en el planchado.
- Tiéndelos al revés por las costuras de la parte interior de las perneras, con la cremallera cerrada y sin doblarlos en las cuerdas.
- Jerséis y camisetas: Tiéndelos con las pinzas en la costura de las axilas para que no se deformen. Si no es una tela que tienda a "dar de si" se puede colgar por la parte inferior, pero siempre con las pinzas en las costuras.
- Prendas delicadas: Este tipo de prendas deben tenderse en horizontal, sin utilizar pinzas para evitar marcas de presión. Por ejemplo, los jerséis de lana han de tenderse en horizontal sobre un paño absorbente, porque tienden a estirar por su propio peso.
- Faldas: Tienen que colgarse bien extendidas y con pinzas por la cintura, procurando dejar rectas las costuras.
- Ropa interior: Cuélgala derecha, sin doblarla por la mitad.
- Calcetines y medias: Se pueden tender emparejados y cogidos por un solo extremo de la goma para que el aire circule por su interior y facilite su secado.
- Sábanas, toallas y manteles: Especialmente si son muy grandes puedes doblarlos por la mitad dejando cada parte a un lado de la cuerda. Si los doblas más, dificultarás el paso del aire, por lo que costará más que se sequen y formarán más arrugas.
Anexo XIII.- Secado en la secadora.
El funcionamiento de las secadoras consiste en mantener la ropa flotando en el interior de un tambor giratorio mientas se hace pasar aire caliente a través de ella, de manera que el agua se evapora. El proceso de secado finaliza insuflando una corriente de aire frío para enfriar la ropa.
Hay dos tipos de secadoras:
- Secadoras por evacuación: Suprimen el agua y la humedad de las prendas a través de aire hacia el exterior, de ahí que tengan que estar ubicadas en lugares ventilados o con salida de aire al exterior.
- Secadoras por condensación: Funcionan eliminando la humedad de las prendas. El agua se evacua de forma directa en un desagüe o en una cubeta que habrá que vaciar cuando esté llena.
Aunque existen modelos que combinan la lavadora y la secadora en un solo aparato, los expertos aconsejan que se utilice por separado, a no ser que no se disponga de sitio suficiente, porque el ciclo de vida medio se reduce en estos aparatos combinados (lavadora-secadora) en relación con los individuales, ya que la carga de trabajo es doble.
Todas las secadoras tienen un funcionamiento similar, sin embargo, al igual que os demás electrodomésticos, es conveniente consultar el manual de instrucciones del fabricante, antes de usarla por primera vez. En general, todas disponen al menos de los siguientes dispositivos:
- Botón de encendido/apagado.
- Botón de selección de programas.
- Filtro. Es un tamiz en el que se acumula la pelusa de la ropa.
- Depósito. Es un receptáculo en el que se acumulan los restos de agua de la ropa.
- Piloto del filtro. Nos indica que se debe limpiar el filtro.
- Piloto de depósito. Nos indica que el depósito está lleno y se debe vaciar para continuar el secado.
Los programas que a podemos encontrar en una secadora son los siguientes:
- Programa para ropa normal: tejidos resistentes como algodón y lino.
- Programa para ropa delicada: tejidos mixtos, sintéticos o acrílicos.
- Programas especiales:
- De secado por tiempo: normalmente de veinte minutos, por ejemplo para secar tejidos muy gruesos que necesitan de un tiempo adicional.
- Programa de ventilación: funciona con aire frío de diez minutos a dos horas, para ventilar la ropa (si lleva mucho tiempo dentro de la secadora o bien para ahuecarla para facilitar el planchado.
Para un óptimo rendimiento de la secadora, antes hay que centrifugar la ropa en la lavadora.
Una vez sacamos la ropa centrifugada de la lavadora, la introducimos en la secadora y seleccionamos el programa adecuado para el secado. Es conveniente no llenar demasiado el tambor ya que se seca más rápido si la ropa se puede mover, así el aire caliente pasa mejor a través de ella.