4.- Gestión de expedición de producto terminado.
Caso práctico
Clara, que trabaja de administrativa en una empresa que exporta muebles, le advierte a su amiga Ana que las gestiones no acaban con los pedidos, también es necesario gestionar la expedición de los productos terminados.
Clara le explica que además de una factura, hay otros documentos de expedición y que cuando se produce una venta es necesario contabilizar la salida en almacén, así como seguir unas pautas en el suministro.
La gestión de pedidos y distribución depende directamente de los clientes. Consiste en actividades que resultan de la cumplimentación de órdenes de pedido del cliente.
Un pedido se puede definir como un compromiso en firme entre dos partes que reúne las condiciones mínimas necesarias para establecer una relación comercial entre ellas, de manera que una de las partes pone a disposición de la otra los productos o servicios comprometidos, bajo las condiciones pactadas.
No debes confundir un pedido con la intención de compra, ésta última no implica compromiso firme entre ambas partes y que por esa cualidad, no forma parte de la gestión de expedición, aunque sí para la realización de previsiones. Es decir, una intención de compra es un pedido en estado potencial.
Una correcta gestión de expedición y distribución significa:
- Conocer los requerimientos del cliente de manera precisa en lo que respecta al producto, la cantidad, los plazos, la entrega y el precio.
- Asegurar plazos y fechas de entrega precisas.
- Mantener informado al cliente a lo largo de la vida del pedido.
- Transmitir eficientemente la información de los pedidos a la cadena de suministro.
El “pedido perfecto” sería aquel que se ha enviado al cliente de manera completa, a tiempo, sin deterioro ni daño físico y con la documentación completa.