En el vídeo se van narrando unos experimentos realizados sobre los estilos de liderazgo por un grupo de psicólogos en 1939, fascinados por el modo en que los dictadores podían moldear el comportamiento de los individuos vistiéndolos de uniforme y dándoles una nueva identidad como miembros de un grupo. Como imágenes, se muestran distintas situaciones del comportamiento de los niños que formaban parte del experimento, interactuando con una persona adulta que ejercía de líder, y entrenada por los investigadores para interpretar distintos tipos de liderazgo dentro de su grupo. Se trataba de ver cómo influían los distintos tipos de liderazgo enla forma de comportamiento de los individuos dentro del grupo. Comenzaron el experimento con 3 grupos de niños que se reunían después del colegio. Cada grupo tenía un líder que ejercía su papel según el estilo de liderazgo que le habían encomendado.
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Cuando actuaba como líder autocrático, tomaba todas las decisiones para su grupo.
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Cuando actuaba como líder liberal su trabajo consistía en dar total libertad al grupo, sin ningún tipo de guía.
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Cuando actuaba como líder democrático, animaba activamente y ayudaba al grupo a tomar decisiones.
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Cada 6 semanas el líder cambiaba de grupo. Así, cada grupo de chicos pasó por los 3 tipos de liderazgo, bajo 3 hombres distintos.
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Bajo el líder autocrático, los chicos trabajaron más duro, pero sólo cuando éste vigilaba. Eran más agresivos y hostiles y mostraban más sumisión al líder. Se comportaban como fascistas en miniatura.
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Bajo el líder liberal se hizo poco. Los chicos hacían el menor trabajo posible y de la peor calidad. La libertad absoluta sin ningún tipo de guía, les llevó al caos.
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Bajo el líder democrático, mostraron los más altos índices de motivación y creatividad, y el mayor intercambio de elogios.
Para el equipo investigador, los resultados fueron alentadores:
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El liderazgo democrático funcionó mejor en una coyuntura en que la dictadura había alcanzado un notable arraigo en Europa.
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Otra interesante lección es que los actores críticos de este experimento eran el estilo de liderazgo y las situaciones sociales que construía, y no la personalidad de los individuos implicados. Esto nos lleva a uno de los temas centrales de la psicología social: Las situaciones sociales controlan significativamente el comportamiento individual.
El comportamiento humano siempre es la suma del individuo y de su entorno social. Eso significa que lo mejor y lo peor de la naturaleza humana a menudo puede mostrarse manipulando determinados aspectos del entorno social.