Entrevista en un programa televisivo a un experto que habla sobre cómo aprender a hablar en público y hacer presentaciones eficaces. Exponer con claridad, confianza y credibilidad es importante para nosotros y para nuestra empresa. Saber transmitir las ideas con contundencia para proyectar una buena imagen de nosotros y para alcanzar determinados logros profesionales.
Hay 5 adjetivos clave para definir a un orador eficaz:
Llegar a ser un buen orador requiere tiempo, esfuerzo, y mucha práctica.
Esos 60 segundos iniciales cruciales, se puede comenzar planteando alguna reflexión, usando el humor con cuidado, planteando de forma abierta y asertiva algún conflicto inicial que pueda estar flotando en la mente de la audiencia, ...
A veces en una exposición, es importante mantener los nervios, y evitar quedarse en blanco. Para eso, repetir hasta la saciedad los dos primeros minutos de una exposición, practicando hasta delante de un espejo, puede ser la clave para conseguir esa confianza. También ayudan las técnicas de relajación, hacer alguna actividad física, etc. dedicando los 30 minutos previos de la conferencia a que la mente piense en otras cosas. No hay que pensar que todo el mundo va a estar pendiente de todo lo que haces y dices. Si grabas una presentación, y luego la observas, verás que algunos momentos de muchos nervios para ti, luego no se han observado, no se perciben así por la audiencia, así que hay que quitarle hierro. Respecto a los medios multimedia usados para la conferencia no es para leer por el auditorio, ni por ti, sino que debe ser algo muy básico, austero, para apoyar o subrayar alguna frase de lo que se dice. La presentación debe ser un índice, un orden.
El lenguaje gestual es importantísimo. En cualquier mensaje intervienen tres elementos: las palabras, la entonación, y el lenguaje no verbal., y se estima que tan solo el 7% del mensaje va contenido en las palabras. El resto es entonación y lenguaje corporal no verbal. También es recomendable ser austero con los gestos, para ayudar a que el auditorio se centre en lo que decimos, y no en “nuestra interpretación gestual”.