Durante el proceso de diseño de una instalación debes seguir un orden de actuación o protocolo, con el fin de realizar el trabajo de manera ordenada y obtener al final los resultados deseados, en caso contrario, al final del proceso, observarás que has olvidado algún detalle de mayor o menor importancia, que requiere volver a repasar cuando menos, todo el proceso de diseño.
Recuerda que lo que tienes que proyectar-dimensionar es la instalación, no el producto.
En lo que concierne al dimensionado, un claro ejemplo de producto normalizado, es el de las puertas, donde sus dimensiones de altura, anchura y grosor, están perfectamente definidas, sin embargo en otros productos la estandarización es mucho menor. Por tanto, después de la toma de datos en obra, la segunda actuación a llevar a cabo será la de "dimensionado"; antes de entrar en detalles estéticos, de materiales y de acabado, entre otros.
Te encontrarás con espacios bidimensionales, como es el caso de instalación de ventanas, donde el espesor no siempre tiene una importancia relevante. Sin embargo en instalaciones de productos más volumétricos, como es el caso de una cocina o una escalera, las tres dimensiones tienen una importancia primordial, lo que te requerirá trabajar desde un primer momento con las coordenadas X, Y y Z.
Durante esta fase del proyecto, debes tener muy presente, que existen multitud de elementos y medidas estandarizadas, debiéndote ceñir a ellas, salvo casos excepcionales que nos obligará a realizar una fabricación a medida, mucho más cara que la fabricación en serie, pudiendo comprometer la viabilidad del proyecto.
Podrás deducir que el proyecto de instalación te vendrá condicionado en multitud de ocasiones por los productos normalizados siendo primordial, por tanto, que conozcas la normalización y estandarización de productos y accesorios, lo que te permitirá elaborar un proyecto de instalación más profesional, económico y, por supuesto, mucho más fácil de ejecutar.
El proceso que debes seguir es el siguiente:
- Disponer de la información previa, tomada tanto de posibles datos disponibles como de los tomados en el lugar de instalación.
- Conocer los productos y tendencias del mercado con el fin de poder realizar un proyecto acorde a los gustos generales de los consumidores, con el mayor número de elementos estandarizados.
- Realizar el predimensionado conjugando la estética con la funcionalidad, sin perder de vista el aspecto económico que, en numerosas ocasiones, es uno de los factores definitorios del proyecto.