En ocasiones, no oímos que nos llaman desde cierta distancia. Esto se debe a que, con la distancia, la energía de las ondas se va perdiendo y a una distancia suficientemente lejana de la fuente no se percibe ningún sonido de ella. Veremos este fenómeno con detalle al estudiar el debilitamiento de la onda.
Otra de las razones de esta pérdida es por la impedancia, la resistencia del aire al paso de la onda sonora, que, además, participará en el debilitamiento de la misma.