La sonoridad es una característica cualitativa relacionada con la energía transmitida por la onda sonora. A mayor intensidad de la onda sonora, mayor será la sonoridad percibida. También aumenta la sonoridad con el aumento de la duración temporal del estímulo sonoro. Y también se produce un aumento de la sonoridad con el aumento del número de frecuencias que constituyen el estímulo sonoro.
Fletcher y Munson, en la década de los años 30 del siglo pasado, sometieron a varios oyentes al experimento de comparar un tono puro de frecuencia 1 000 Hz y una intensidad fija, con otro tono de prueba en el que se iban variando tanto las frecuencias como sus intensidades. Al oyente se le preguntaba cuándo percibía que ambos estímulos, el tono fijo y el tono de prueba, como igualmente sonoros o intensos.
El resultado de este experimento son las curvas isofónicas, o curvas de igual sonoridad, que representa sonidos de diferente frecuencia e intensidad que se perciben como idénticamente intensos.
Años después, en la década de los años 50, Robinson y Dadson realizaron una revisión de los resultados de Fletcher y Munson. Esta revisión se convirtió en la base de la norma ISO 226, que se revisó por última vez en 2003.
La medida de la sonoridad se ve influida tanto por el ambiente, que debe estar perfectamente aislado para evitar interferencias con las señales sonoras con las que se realiza la prueba, como por la respuesta a la frecuencia de los auriculares. Además, se puede observar que la forma de las curvas isofónicas va cambiando al aumentar el nivel de presión sonora; estas curvas se van aplanando.
Cuando el tono de prueba es un tono puro la unidad de medida es el phon, que se define como el nivel de presión sonora de un tono de 1 000 Hz que produce una sensación subjetiva igual. Y un son es el valor de sonoridad de una frecuencia de 1 000 Hz que tiene un nivel de presión de 40 dB.
Cuando se utilizan dos tonos puros cercanos en frecuencia no se produce un aumento de la sonoridad, pero si las frecuencias de los tonos están separadas sí se produce un incremento de la sonoridad.
También se puede medir la sonoridad comparando dos ruidos que tengan la misma energía, centrados en la misma frecuencia, conteniendo cada frecuencia el mismo nivel de presión sonora, pero con diferente ancho de banda. Cuando se representa el ancho de banda frente al nivel de presión sonora, hay un ancho de banda por debajo del cual no se produce aumento de la sonoridad. Y a partir de este punto sí se produce un incremento de la sonoridad. Este es el ancho de banda crítico. Además, cuando el nivel de presión sonora es bajo, la pendiente es menor que cuando el nivel de presión es mayor
Cualidad de los sonidos relacionada con la intensidad.
Curvas que representan sonidos de diferente frecuencia e intensidad que se perciben como igualmente intensos.
Unidad de medida de la sonoridad que equivale a la presión sonora de un tono cualquiera que, subjetivamente, iguala en intensidad a la presión sonora de un tono de 1 000 Hz.
Unidad de medida de la sonoridad, que equivale a 40 phon.