2. Percepción del tiempo

Cuando el oído percibe un ruido o un sonido, moviendo la cabeza se puede localizar el origen del mismo.

Pero hay ocasiones en que por más que se mueva la cabeza no es posible localizar la fuente del sonido, por ejemplo, la planta desde la que nos llaman, un grillo que canta en mitad de la noche...

¿Cómo puede el oído detectar la posición de origen de los sonidos?, ¿por qué no se puede dar caza al grillo?, ¿por qué desconocemos a qué botón del ascensor hay que pulsar?

La razón está en el desarrollo de este apartado en que se estudiará en cómo el oído percibe las características temporales del sonido.