Las propiedades acústicas de una sala, como se ha estado viendo, van a depender:
i) De las características de los materiales de construcción utilizados, y de aquellos utilizados en su decoración, ya que cada uno tendrá un coeficiente de absorción característico.
ii) Del volumen de la sala y de las dimensiones de las paredes que forman el perímetro de la misma.
iii) De las características del sonido emitido en el interior de la sala, tanto sus frecuencias, como su intensidad, y el tiempo de duración.
iv) De las características de los receptores sonoros (micrófonos) y fuentes secundarias (altavoces) que se utilicen en la misma.
v) De las características físico–fisiológicas de la audición.
Con todo esto, las salas se pueden clasificar en:
Anecoicas
En las salas anecoicas el tiempo de reverberación tiene que ser lo más cercano a cero que se pueda, para lo cual el diseño de la misma tiene que minimizar todo lo posible las reflexiones que se puedan producir en su interior. Esto se evita recubriendo todas las superficies de materiales con coeficientes de absorción lo más altos posible para el mayor número de frecuencias.
Además estas salas deben estar aisladas tanto del ruido externo como de las vibraciones por lo que suelen tener doble pared y utilizar sistemas amortiguadores para minimizar la transmisión de las vibraciones. Los conductos tanto eléctricos como de ventilación deben estar debidamente acondicionados para evitar que por estos orificios penetre ninguna vibración ni sonido.
Una variante de las salas anecoicas son las salas semianecoicas en las que el tiempo de reverberación es algo mayor, pero no tienen unas especificaciones tan exigentes como las salas anecoicas.
Sonoamortiguadas
A las salas sonoamortiguadas se les ha realizado un tratamiento para, por un lado, aislar los sonidos del exterior y, por otro, reducir el tiempo de reverberación en el interior de la sala. En general, se trata de cabinas prefabricadas que se sitúan en una habitación del gabinete audiológico, lejos de sistemas que generen ruido como la entrada, los ascensores, la caldera, los sistemas de refrigeración...
Habitualmente se utilizan estas salas para realizar medidas audiométricas, por lo que es necesario que el ruido del exterior de la cabina en la que se encuentra la persona a la que se le está haciendo la audiometría no interfiera en el resultado.
Reverberantes
En las salas reverberantes el tiempo de reverberación es el más alto que se puede conseguir. Este objetivo se realiza utilizando materiales con coeficientes de absorción muy bajos o nulos y que sean muy reflectores. Este tipo de salas se utilizan para calcular los coeficientes de absorción de los materiales.
Son salas en las que el tiempo de reverberación tiene que ser lo más cercana a cero posible.
Son salas en las que se han reducido tanto el número de reflexiones como el tiempo de reverberación, pero sin tener unas especificaciones tan exigentes como las salas anecoicas.
Son salas a las que se les ha realizado un tratamiento para aislarlas del ruido externo y reducir el tiempo de reverberación.
Son aquellas en las que el tiempo de reverberación es el máximo que se pueda conseguir.