En la unidad anterior se ha estudiado qué le pasa a la energía acústica cuando llega al límite de la sala en la que se propaga, que se refleja volviendo a la sala, que se absorbe y entonces, o bien se disipa en forma de calor, o bien es transmitida al otro lado de la pared, convirtiéndose en una fuente de energía sonora.
Las paredes son estructuras verticales que sirven para delimitar espacios, y, en el caso del sonido, van a tener la misión de, o bien evitar que el sonido exterior penetre en la sala, o bien que el sonido del interior de la sala salga al exterior. En ambos casos, se busca que las paredes aíslen la sala. Además de este aislamiento acústico, cumplirán otras misiones como la del aislamiento térmico...
Se puede calcular la relación que existe entre la potencia sonora que llega a la pared y es absorbida por la misma, wi, y la energía sonora que finalmente es transmitida al otro lado de la pared, wt, mediante el factor de transmisión sonora, τ.
Así, el aislamiento acústico de una pared, R, se calculará como:
El aislamiento acústico bruto, D, es la diferencia entre el nivel de presión sonora en la sala origen del sonido, Lp1 y el nivel de presión sonora en la sala receptora del mismo, Lp2:
Acción de evitar que una onda sonora atraviese algún tipo de estructura material que se interpone en su camino.
Relación que existe entre la energía sonora que llega a la pared y es absorbida y la energía sonora que es transmitida.
Diez veces el logaritmo decimal del inverso del factor de transmisión sonora.
Es la diferencia entre los niveles de presión sonora en la sala origen del sonido y la sala receptora.