El diccionario de la Real Academia Española dice que el ruido es una palabra procedente del latín que significa «sonido inarticulado, por lo general desagradable». En la Directiva 2002/49/CE, sobre evaluación y gestión del ruido ambiental (DO L 189, 18/07/2002), se define como «el sonido exterior no deseado o nocivo generado por las actividades humanas, incluido el ruido emitido por los medios de transporte, por el tráfico rodado, ferroviario y aéreo y por emplazamientos de actividades industriales».
El ruido no es un problema actual, se conocen las quejas del filósofo Séneca y del poeta Marco Valerio del ruido de Roma, éste último dejó un epigrama en el que cuenta que, cuando quería dormir, dejaba la ciudad y se iba a su casita del campo.
El ruido se puede clasificar según la intensidad de las frecuencias que lo componen, así el ruido blanco es aquel que presenta el mismo nivel de intensidad en todas las frecuencias. El ruido rosa es aquel que disminuye su nivel de intensidad 3 dB por octava. Mientras que aquel ruido que aumenta el nivel de intensidad 3 dB por octava, se conoce como ruido azul. El ruido negro es la ausencia de frecuencias en el espectro audible, lo que se conoce como silencio. El ruido asociado a los entornos naturales, similar al ruido rosa, pero con un pequeño incremento del nivel de intensidad en torno a los 500 Hz, es el ruido verde.
Otra forma de clasificar los ruidos es en función de la duración de los mismos. De esta manera, se tiene el ruido continuo constante, aquel cuya variación a lo largo del tiempo es menor de 5 dB. El ruido intermitente es aquel cuya variación supera los 5 dB, en este caso se puede encontrar un ruido intermitente periódico, si las variaciones se presentan de forma periódica, y ruido intermitente, no periódico, si las variaciones se presentan de forma irregular. El ruido impulsivo es la aparición de un suceso de mucha energía acústica y corta duración.
Aquel que disminuye el nivel intensidad acústica 3 dB por octava.
Aquel que aumenta el nivel intensidad acústica 3 dB por octava.
Es la ausencia de frecuencias en el espectro audible, el silencio.
Aquel que está asociado a los entornos naturales, similar al rosa pero con un pequeño aumento de la intensidad en torno a los 500 Hz.
Aquel cuya variación a lo largo del tiempo es menor de 5 dB.
Aquel cuya variación supera los 5 dB, en este caso se puede encontrar un ruido intermitente periódico si las variaciones se presentan de forma periódica, y ruido intermitente no periódico si las variaciones se presentan de forma irregular.
Es un suceso de mucha energía acústica y corta duración.