Un hueco abierto en una pared a una altura del suelo, cuya función es proporcionar luz y ventilación, es una ventana. Su posición en los edificios suele ser exterior, aunque, en los edificios industriales, pueden encontrarse en las paredes que separan los lugares donde se encuentran las máquinas más ruidosas.
Los vidrios que se utilizan en las ventanas cumplen con la ley de masas, de forma que reducen 6 dB por octava cada vez que se duplica la masa del vidrio de la ventana, en el caso de que el tamaño sea grande. Si la ventana es pequeña, se produce un efecto de resonancia que provoca que la reducción sea sólo de 4 dB por octava.
El vidrio tiene una frecuencia a la que la reducción es mínima, la frecuencia crítica que se puede calcular teniendo en cuenta el espesor de la lámina de vidrio medida en centímetros, e:
Para calcular el aislamiento que se obtiene de cada ventana se realiza mediante:
En la ecuación (8.2) los coeficientes A y B dependen del tipo de vidrio, algunos valores se muestran en la siguiente tabla:
A | B | |
Luna sencilla | 18,6 | 12,11 |
Luna doble simétrica con cavidad menor de 15 mm | 17,2 | 10,00 |
Para aumentar el aislamiento se pueden poner vidrios dobles, pero se producen fenómenos de resonancia en el intervalo de frecuencias 400 Hz - 1 000 Hz. Para evitarlo, el espesor de las dos láminas de vidrio se deben diferenciar en al menos el 30 %.
Además, habrá que tener en cuenta la carpintería que sostiene los vidrios ya que también tiene que evitar los puentes acústicos.