Una consideración muy importante para una adaptación audioprotésica satisfactoria es el tipo de material con que se confecciona un molde. Si bien no afecta significativamente la transmisión del sonido, influye principalmente sobre el sello acústico, la comodidad y la durabilidad, que el molde va a proporcionar a nuestro paciente.
CLASIFICACIÓN DE LOS MOLDES SEGÚN EL MATERIAL
Según el material con el que están confeccionados, se puede clasificar a los moldes como:
- Moldes rígidos duros o acrílicos duros: Están confeccionados con acrílico. Tienen mayor durabilidad que otros tipos de moldes y es más sencilla su colocación y limpieza. Pueden tener cualquier configuración física pues se tallan sin dificultad. Su sellado acústico del conducto auditivo externo es inferior a los de material blando, por lo que no resultan apropiados para aquellos pacientes que necesitan gran amplificación. Además pueden causar daños considerables del conducto auditivo externo en caso de golpes externos, por lo que no se recomienda su utilización en adaptaciones pediátricas.
- Moldes semiblandos o acrílicos blandos: Los moldes semiblandos se fabrican con otro tipo de material acrílico y ofrecen mejor sello acústico y comodidad que los moldes rígidos, aunque su duración es menor pues con el paso del tiempo se endurecen y pierden facultades.
- Moldes superblandos o de silicona/biopor: Los moldes superblandos se confeccionan con materiales vinílicos y siliconas que ofrecen diferentes grados de dureza. Esta propiedad se mide según la escala Shore A, por lo que, tanto más blandos cuanto más bajo sea el número, en audiología protésica los valores más utilizados varían entre 25 y 70 Shore A. Estos moldes son muy confortables para el usuario, aunque más difíciles de colocar y de limpiar. Ofrecen un buen sellado que atenúa en gran medida el riesgo la retroalimentación acústica en los audífonos más potentes, ya que son capaces de absorber y se adaptan a las modificaciones que el movimiento de la mandíbula produce en el conducto auditivo externo. Estos serían los más adecuados para los niños y niñas.
- Moldes mixtos o rígidos con punta blanda: Estos moldes combinan dos materiales distintos. Una posibilidad es utilizar acrílico duro en la parte externa del molde a fin de que tenga mayor durabilidad y acrílico flexible en la porción del conducto para mejorar el sello acústico y la comodidad. Otra opción es emplear siliconas de diferente valor Shore A.
- Moldes hipoalergénicos: Se fabrican con materiales especiales, tanto duros como blandos, que producen menos reacciones de tipo alérgico. Se indican en personas con antecedentes alérgicos o irritación del conducto auditivo externo. Prácticamente la totalidad de los materiales empleados en la actualidad son hipoalergénicos.
Que tiene un riesgo bajo o nulo de provocar una reacción alérgica.
Variante del plástico que se caracteriza porque puede permanecer largo tiempo en la intemperie sin sufrir daño alguno.
Adaptación auditiva en niños. La pediatría abarca desde el nacimiento hasta la adolescencia. Dentro de ella se distinguen varios periodos: recién nacido (primeras cuatro semanas), lactante (1-12 meses de vida), preescolar (1-6 años), escolar (6-12 años) y adolescente (12-18 años).
Material compuesto por un radical químico no saturado derivado del etileno. Caracterizado por ser tenaz, flexible y maleable.
El sello acústico se obtiene cuando un elemento impide la transmisión del sonido de un lugar a otro.
Este fenómeno se produce cuando la señal emitida por el auricular del audífono se transmite hacia el exterior (a través de la ventilación o por un mal ajuste del molde sobre el oído) y es captada de nuevo por el micrófono del audífono, lo cual se percibe como un ‘pitido’ o acoplamiento. También se conoce como ‘feedback’ o ‘efecto Larsen’.
El conducto auditivo externo es una cavidad del oído externo cuya función es conducir el sonido desde el pabellón auricular hasta el tímpano.