Las funciones del oído se resumen en dos: audición y equilibrio.
Funciones generales del oído.
Equilibrio: Sentir la posición respecto a la gravedad y a la aceleración a través del espacio.
Audición: Sentir estímulos vibratorios en el medio ambiente.
Audición: Sentir estímulos vibratorios en el medio ambiente.
El oído es un ejemplo del lema "La energía ni se crea ni se destruye, sino que se transforma". El oído recepciona la energía sonora y la transforma en energía mecánica en la cadena de huesecillos, ésta se transforma en una energía hidráulica al ser empujada la perilinfa por la ventana oval, y se transforma en el oído interno en energía bioeléctrica generando un impulso nervioso.
Líquido del interior del oído interno. Está entre laberinto membranoso y el laberinto óseo.
Para saber más
En esta página encontrarás material gráfico sobre la fisiología auditiva.