Ambiente escolar.
Esta es otra de las variables a tener en cuenta para entender la sordera y el desarrollo de la persona. Son dos los principales aspectos a tener en cuenta:
- Estimulación y educación temprana recibida. Es decir la calidad y adecuación de la estimulación educativa que ha tenido en sus primeros años de vida y el grado de aprovechamiento que el sujeto ha hecho.
- Sistemas de escolarización. El tipo o modalidad educativa que ha recibido, si ha sido (o está siendo) en un centro de educación especial o centro de integración, si la metodología fue solo en lengua oral (oralista), o en lengua oral y lengua de signos (bilingüe).
Atención profesional recibida en los primeros años de vida (hasta los seis años de edad). En las niñas y niños sordos esta atención profesional suele ser principalmente de tipo logopédico.
Con este término nos referimos al tipo de colegio o escuela, si es un colegio específico para sordos (educación especial) o de integración (colegio ordinario).
Tipo de educación que se dirige a alumnos con necesidades educativas especiales. Los colegios educación especial para sordos suelen acoger solo a alumnado sordo.
Es aquel colegio en la que existe alumnado con discapacidad (en este caso auditiva) y alumnado sin discapacidad. Actualmente, por principio, todos los colegios ordinarios son, o pueden ser, de integración.