Variables internas I.

Son las variables relacionadas con el propio hecho de la sordera.

Son las siguientes:

Inicio de la sordera: es decir, la edad en la que parece la pérdida auditiva. El punto de referencia es la edad de adquisición de la lengua oral. Se considera que los niños y las niñas tienen cierta competencia. en lengua oral entre los 2 y 3 años, y que a los 4 ó 5 años están asentadas las estructuras básicas del lenguaje. En función del momento en el que aparece la sordera o la pérdida auditiva se distingue entre:

  • Sordera prelocutiva: antes de la adquisición de la lengua oral. En principio este factor nos anuncia que para el trabajo rehabilitador de la lengua oral no se cuenta con una base sólida en lengua oral y habrá que comenzar desde los niveles más básicos. El sistema nervioso no tuvo desde el principio experiencia sonora del habla por lo que más que un trabajo de rehabilitación con este niño sordo el logopeda debe hacer un trabajo de habilitación.
  • Sordera postlocutiva: aparición de la pérdida después de la adquisición de la lengua oral.
    En este tipo de sorderas se cuenta con cierta base adquirida para el trabajo en lengua oral y el pronóstico, en principio, será más favorable.
    En estos casos el sistema nervioso tiene improntas sonoras, hay memoria fonética e incluso de más elementos estructurales del habla. El trabajo de reeducación auditiva tiene mucho mejor pronóstico y el aprendizaje de la lengua oral no es tan penoso como en los niños prelocutivos.

Momento del diagnóstico: el momento en el que se diagnostica la pérdida también es otro dato a tener en cuenta. Un diagnóstico precoz posibilita poner las medidas compensatorias cuanto antes (valoración audiométrica, adaptación de prótesis auditivas, asesoramiento a la familia, adaptaciones educativas, etc.)

En este caso nos referimos al grado de domino o de efectividad de la comunicación, es decir, la capacidad de comunicación.