Desarrollo socioafectivo (I).

¿Y el desarrollo socioafectivo? ¿Tendrán alguna característica propia?

Cuando nos referimos al desarrollo socioafectivo nos referimos a cómo es la relación con uno mismo y con los demás, la competencia social que alcanza, es decir, la capacidad para reconocer conductas afectivas en el propio sujeto y en los demás, con el fin de alcanzar una mejor adaptación en el medio.

¿Cómo es este desarrollo socioafectivo en las niñas, niños y jóvenes sordos?

  • Existen diferencias individuales, es decir, no todas las niñas y niños sordos (y jóvenes) son iguales.
  • No tienen unos rasgos específicos de personalidad, ni son inmaduros socialmente.
  • PERO conviven con FACTORES DE RIESGO SOCIAL. Con esto queremos decir que tienen más probabilidad (que los oyentes) de tener dificultades para desarrollarse social y personalmente dado el entorno y la sociedad oyente en la que viven.

Factores de riesgo o condiciones que se pueden dar en sus ambientes más cercanos de desarrollo (familia, escuela, amigos, etc.) que provocan que algunas niñas y niños (y jóvenes) sordos tengan riesgos en su desarrollo, y que pueden provocar la aparición de rasgos deficitarios en su desarrollo socioafectivo.

  • Menos experiencias para aprender (aprendizaje incidental o no planificado)‏
  • Sobreprotección de los padres, madres y adultos: a la hora de imponer “castigos”, dar responsabilidades, etc.
  • Dificultades comunicativas: muchas veces estas niñas y niños no reciben explicaciones del porqué de las cosas (normas familiares, por qué acuden al médico, etc.); tienen pobre vocabulario sobre lenguaje emocional (sentimientos); pobre vocabulario mentalista, es decir, para referirse a actividades mentales: “creer” “suponer” “supongo que la otra persona está pensando que…” “antes estaba seguro pero ahora tengo dudas…”; y además los adultos usan un vocabulario simple e infantil por miedo a que las niñas y niños sordos no les vayan a comprender.
  • Dificultad para aceptar al niño sordo como es y devolverle una imagen positiva de sus potencialidades y de que son capaces (familia, profesores, amigos, sociedad, etc.)
  • Factores etiológicos y audiológicos: no todas las sorderas son iguales, e incluso puede haber daños neurológicos asociados.

Es el aprendizaje el que se produce en forma no deliberada y sin esfuerzo, sin una enseñanza programada. Es decir, lo que aprendemos cuando escuchamos a alguien por la calle diciendo algo, o lo que ocurre en una película, o lo que dicen en la radio, etc.