
¿Qué son las asociaciones de personas sordas?
Actualmente existen asociaciones de todo tipo: culturales, deportivas, juveniles, de personas invidentes, de personas con discapacidad.
En general todas ellas comparten un denominador común: el trabajo en colaboración para la consecución de unos objetivos también comunes. En el caso de las asociaciones de personas sordas el fin es el mismo, el logro de unos objetivos comunes y la defensa de sus derechos individuales y colectivos.
Las asociaciones de personas sordas constituyen un espacio de gran importancia dentro del colectivo de adultos sordos. Desde ellas no sólo se reivindican algunos de sus derechos fundamentales tales como la accesibilidad en la educación, el cumplimiento de los derechos y medidas compensatorias a nivel laboral, el derecho al uso y reconocimiento de la lengua de signos, etc. Sino que históricamente han constituido un lugar de reunión e interacción entre las propias personas sordas.
Las primeras asociaciones de personas sordas de nuestro país surgieron a principios del siglo XX y son unas de las primeras asociaciones de personas con discapacidad (por no decir las primeras) que surgieron en España. Para entender este pronto surgimiento es preciso de nuevo tener una perspectiva histórica de la situación de este colectivo. Gran parte de ellas, principalmente las que usaban lengua de signos, no encontraban fácilmente a otras que también fueran signantes por lo que empezaban a reunirse en lugares improvisados simplemente para comunicarse en esta lengua. Con el paso del tiempo, estas asociaciones se empezaron a "profesionalizar" y comenzaron a gestionar desde ellas mismas servicios profesionales (intérpretes de lengua de signos, trabajadores sociales, intermediación laboral, etc.).
Presente y futuro de las asociaciones de personas sordas.
Actualmente estas asociaciones, y sus federaciones autonómicas, siguen manteniendo esa función de "punto de encuentro" de mayores y jóvenes si bien muchas de ellas también cumplen esa función de prestación de servicios profesionales. Se han configurado como defensoras y canalizadoras de las reivindicaciones de sus integrantes y en ellas se ofrecen una gran variedad de apoyos y recursos. Algunos de los más habituales son.
- actividades de ocio y tiempo libre.
- acciones formativas: cursos de lengua de signos, cursos de lectura y escritura, conferencias, etc.
- servicios de interpretación a lengua de signos.
- asesoramiento jurídico.
- servicios de apoyo a familias con hijas e hijos sordos.
- etc.
Todas las acciones que desde ellas se ponen en marcha tienen un denominador común: son accesibles en lengua de signos, debido a que los servicios y actividades ofertadas desde otros lugares o instituciones no suelen ser accesibles en esta lengua.
Las asociaciones de personas sordas se "federan" o se "afilian" en otra entidad de ámbito autonómico que las representa. Es decir, algunas personas sordas son miembros de una asociación, por ejemplo, de Zamora y a su vez la Asociación de Personas sordas de Zamora forma parte de la Federación de Personas Sordas de Castilla y León.