
Estos enunciados podrían ser perfectamente una frase tipo de alguien que se encuentre en la primera fase del proceso de aceptación que se denomina “Choque emocional”.
Recibir el diagnóstico de la sordera de un hijo o una hija (o la tuya propia) es uno de los momentos más delicados del proceso. Las personas se encuentran en un momento en el que aunque puedan tener sospechas o indicios de una posible sordera, no están preparadas para recibirla. No suelen conocer las implicaciones o consecuencias que pueda tener una pérdida auditiva y la terminología con la que se suelen encontrar es totalmente desconocida: “neurosensorial” “bilateral” “pérdida en graves”, etc.
Esta primera fase se caracteriza por:
- se produce una desconexión de uno mismo de la situación real que desencadena la crisis, es decir, se produce un shock emocional en el que la mente se “evade” de la realidad con la que se encuentra ya que no es capaz de comprender las consecuencias de la noticia;
- son precisamente estos mecanismos de defensa (desconexión breve de la realidad) los que ayudan a superar los momentos iniciales;
- generalmente dura poco tiempo, y la persona sale de este estado de desconexión con relativa prontitud (si este estado emocional se alargara podría ser un indicio de alguna disfuncionalidad).
Son mecanismos psicológicos no razonados, a través de los cuales una persona reduce las consecuencias de un acontecimiento estresante para seguir funcionando con normalidad. Comportamientos inconscientes que permiten al sujeto vencer o evitar frustraciones, angustias y amenazas.
Desarreglo en el funcionamiento de algo, es decir, que no de desarrolla como le corresponde, y puede ser problemático.