- Esternotiroideo.
- Tirohioideo.
- Constrictor inferior de la faringe.
- Estilofaríngeo.
- Palatofaríngeo.
Músculos intrínsecos de la laringe: están todos unidos al interior de la laringe y, casi siempre, funcionan de forma coordinada para realizar funciones de ventilación y fonación. Durante la inspiración, la laringe desciende y aumenta su dimensión transversal para facilitar la entrada de aire en los pulmones. Las cuerdas vocales se abducen ligeramente (posición intermedia). En una inspiración forzada los pliegues vocales se abducen mucho más (posición lateral).
Los músculos intrínsecos de la laringe modifican la posición de los cartílagos laríngeos, modificando la longitud, masa y tensión de las cuerdas vocales, lo que produce modificaciones en la forma de vibrar de las mismas durante la fonación. Además de las dos funciones anteriores, los músculos de la laringe intrínsecos, también protegen a los pulmones de la llegada de alimentos o líquidos durante la deglución, para ello tiran de la epiglotis hacia atrás, cerrando la glotis. La cuarta función de los músculos intrínsecos laríngeos es producir el reflejo de cierre por esfuerzo glótico. Es la acción que tiene lugar cuando se realizan esfuerzos musculares: toser, defecar... En este caso se produce una aducción tensa y uniforme de la totalidad de las cuerdas vocales, el aire no puede salir, aumenta el tamaño del tórax, aumenta la fuerza muscular de los brazos y se comprimen las vísceras abdominales. Los músculos intrínsecos de la laringe son:
- Cricoaritenoideo posterior.
- Cricoaritenoideo lateral.
- Tiroaritenoideo.
- Aritenoideo transverso.
- Aritenoideo oblicuo.
- Músculo vocal.
- Cricotiroideo.
Acción de separar las cuerdas vocales.
Acción de acercar las cuerdas vocales.