Las características de la voz varían a lo largo de la vida de la persona, aunque las características vocales de base, morfología del aparato vocal y rasgos fundamentales de la personalidad, dependan de factores genéticos.
- La infancia: la voz de los niños se caracteriza por una alta frecuencia y una gran intensidad.
- La adolescencia: durante este periodo, aumenta el tamaño de la laringe en todas sus dimensiones, y las cuerdas vocales se alargan alrededor de un centímetro. Se produce un descenso importante del tono así como una modificación del timbre que se hace más profundo y grave.
- La edad adulta: no hay grandes modificaciones respecto de la voz adolescente. Anatómicamente se producen calcificaciones progresivas de los cartílagos laríngeos, sobre todo en los varones, pero con poca afectación en el funcionamiento de las cuerdas vocales. En el caso de la mujer, la menopausia puede producir un tono más agudo por efecto de modificaciones endocrinas.
- La vejez: durante la misma la voz va perdiendo elasticidad y potencia por la rigidez articular, hipercalcificación y disminución del tono muscular, con lo que la voz se agudiza. Se atenúan las diferencias entre los dos sexos, el tono de la mujer tiende a bajar y el del hombre a elevarse. La «voz rota» del anciano se caracteriza por un tono agudo, un timbre algo sordo y una débil intensidad.