¿Cómo te comunicarías con un niño, o con una persona con algún tipo de discapacidad sensorial?
Veamos algunas de las situaciones más frecuentes que nos podemos encontrar:
- Comunicación con el niño
Si la atención oral la estás prestando a niños, además de la relación que estableces con el menor, posteriormente, servirás de apoyo a la comunicación del menor con otros profesionales y con los padres.
- Niños pequeños (1 a 3 años): La comunicación consiste en hablarle con voz calmada, manteniendo contacto visual con él y ofreciéndole algún objeto a modo de juguete. Si es posible, incluso se examina al niño en brazos del adulto que le acompaña. Si es necesario restringir sus movimientos, se hace en el menor tiempo posible.
- Niños preescolares (3 a 6 años): Tienen capacidad de comunicarse verbalmente, describiendo sensaciones de forma simple y una gran imaginación, así que la comunicación con los padres o adultos será fundamental. A esta edad existe un gran temor al dolor y a la falta de integridad corporal: evita palabras como: "pinchazo", "herida", "corte", etc.. Cuando vayas a realizar una técnica, se realiza inmediatamente después de decirlo para evitar que desarrolle fantasías que le causen temor.
- Escolares (6 a 12 años): Pueden responder a cuestiones directas de forma sincera, piensan en términos concretos y pueden participar de su propio cuidado. Suelen estar familiarizados con exámenes médicos. Se facilita su cooperación si les ofreces la posibilidad de elegir cosas sencillas siempre que sea posible. Se entretienen conversando: pregúntales acerca de sus juguetes favoritos, juegos, lugares, mascotas, etc.
- Adolescentes (12 a 18 años): Son capaces de participar en la toma de decisiones acerca de sí mismos. Tienen una gran preocupación por su imagen corporal, así como por la exposición de su cuerpo ante los demás. Mantén su privacidad en la medida de lo posible y ofrécele explicaciones completas de su asistencia y tratamiento.
- La diversidad cultural
Cuando se asiste a usuarios de otras culturas, debes recordar que la percepción de los estados de salud y enfermedad varía en función de la cultura de la que provenga el individuo, así como la idea de privacidad, espacio personal, etc. Es importante mostrar respeto por sus creencias. Reconoce que tu sistema de creencias no es el único. Evita que tus prejuicios culturales interfieran en la asistencia. El hecho de no compartir determinadas creencias no excluye la posibilidad de una asistencia sanitaria inicial de calidad. Tu misión no es juzgar ni convencer, sino proporcionar asistencia, cuidados y tratamiento adecuados.
- La discapacidad
En el caso de personas con discapacidad mental se trata de pacientes que tienen necesidades especiales que requieren la presencia de familiares o tutores.
En situación de discapacidades físicas debes facilitar la utilización de los elementos de apoyo del paciente:
- Invidentes con perro lazarillo: Con la colaboración del usuario, facilita un lugar adecuado de espera.
- Sordomudos: comunícate a través de la escritura y la lectura.
- Pacientes en silla de ruedas u otros elementos: Facilita el transporte de los mismos.
discapacidad de uno de los sentidos y por lo general se utiliza para referirse a la discapacidad visual o auditiva; sin embargo, los otros sentidos también pueden desarrollar discapacidades.