1.4.- La anamnesis.

Seguro que alguna vez has acudido a un centro de salud o a un hospital ¿Recuerdas cómo se inició la recogida de información de lo qué te estaba pasando?

  • Interrogatorio o anamnesis. Recoge datos identificativos del paciente, su historia médica o de salud y sus actitudes, conocimientos y comportamientos en salud oral. Podemos diferenciar tres tipos de datos:
  1. Datos de filiación del paciente: En este apartado deben figurar los siguientes datos: número de historia, apellidos y nombre del paciente, fecha de nacimiento y edad (en años y meses, si se trata de un niño), domicilio y ciudad de residencia, teléfonos de contacto, profesión y Número de Identificación Fiscal (NIF) o en su defecto el número del Documento Nacional de Identidad (DNI). Si se trata de un menor de edad, también figurará el nombre de los padres, ocupaciones de estos y niveles socioculturales.
  2. Historia médica o de salud: El odontólogo interroga sobre la posible patología general sufrida por el paciente en el pasado (antecedentes personales) y en el momento en que acude a la consulta dental. Igualmente se pregunta por las patologías padecidas por los familiares (antecedentes familiares), la sistemática de este interrogatorio incluye:

Médico realizando la anamnesis a un paciente con su acompañante.

  • Antecedentes heredofamiliares y personales: Problemas de la madre durante el embarazo, complicaciones en el parto, enfermedades normales sufridas en la infancia, calendario de vacunas, hospitalizaciones e intervenciones: ¿Cuáles fueron y cuánto tiempo hace?
  • Antecedentes personales patológicos. ¿Toma alguna medicación? ¿Cuál? ¿Es usted alérgico a algún medicamento? ¿Padece o ha padecido alguna enfermedad importante?
  • Factores de riesgo conforme a características de la zona donde habita, edad, nivel socioeconómico, accesibilidad a los servicios, de higiene, hábitos bucales y de alimentación.
  • Interrogatorio dirigido sobre aparatos y sistemas el organismo. Estas preguntas se efectúan porque existen patologías de tipo general que pueden interferir con los tratamientos bucodentales o bien obligan a tomar mayores medidas de precaución. En este sentido, son de especial interés:
  • Las enfermedades cardiovasculares como procesos cardiacos o hipertensión arterial; las enfermedades hematológicas (coagulopatías, púrpuras); la patología endocrina (diabetes, alteraciones tiroideas); las enfermedades transmisibles (hepatitis, herpes, Infección VIH ) o los trastornos del sistema nervios central (psicosis, epilepsia).
  • El consumo de medicamentos en el momento actual, es necesario conocer si el paciente está tomando alguna medicación o si ha recibido tratamientos médicos especiales como los tratamientos de radioterapia en la cabeza y cuello.
  • Alergias a medicamentos como anestésicos, antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos.

      3. Hábitos de salud oral. En el caso de los niños, es un aspecto muy importante que ayudará a saber cuál será el comportamiento futuro del niño en cuanto a hábitos positivos (cepillado, control de dieta,...) y su actitud ante los distintos tratamientos. Se recogerán en la historia los siguientes datos:

  • Visitas anteriores al dentista. Motivo. Fecha de la última visita. Si la experiencia fue positiva o negativa.
  • Frecuencia de cepillado, de cambio de cepillo.
  • Utilización de pastas fluoradas, de flúor en gel, colutorios o en pastillas, de clorhexidina.
  • Otros hábitos: Chupete, succión del dedo, respiración bucal, interposición lingual, posición de dormir.
  • Actitud frente al tratamiento y tipo de personalidad.