El control de calidad es la parte del plan de calidad que se refiere a las exigencias y especificaciones en los procesos, procedimientos y documentación que asegura que éstos se hacen y se controlan con el fin de ofrecer una asistencia óptima. Tradicionalmente todas estas actividades se realizaban de una manera mas o menos informal y personalizada y quizá sin ser conscientes de su importancia.

• El primer paso para implantar un Plan de calidad es estructurar y documentar de una forma rigurosa todas las actividades del proceso de prestación del servicio En este sistema de control de calidad es obligado introducir un esquema de trabajo que incluya la revisión organizada de nuestra labor, soluciones correctoras y archivo de las conclusiones.
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• En segundo lugar, toda la actividad que desarrollamos está basada en una serie de procedimientos técnicos que reúnen una serie de características. Esta actividad es lo que se llama normalización y constituye la idea central de un sistema de calidad. La normalización de las técnicas es una idea presente en la actividad profesional porque es determinante en el resultado del proceso asistencial.
• En tercer y último lugar, la evaluación de la asistencia prestada es el último aspecto del sistema de control de calidad que tiene su punto de partida desde el momento en que se cita al paciente y termina al finalizar la asistencia. Cuando la evaluación es realizada por el propio establecimiento que establece sus criterios de conformidad y se enmarca en una política de control de calidad, se denomina control de calidad interno. O por el contrario, si es un equipo de expertos imparciales quien examina los sistemas, procesos y resultados y emite un certificado se trata de un control de calidad externo.
• Los resultados de todos los controles de calidad y procedimientos deben ser registrados. Los registros de calidad se archivarán un mínimo de cinco años, salvo las historias clínicas que se conservarán al menos quince años desde la última anotación.