Ya hemos dicho que la presencia de sangre, saliva u otras sustancias dificulta la acción de los desinfectantes, por eso se hace necesaria la limpieza previa del objeto utilizado antes de proceder a la desinfección, por tanto,
¿Cómo limpiamos el material utilizado para dejarlo de nuevo listo para su uso?
El procedimiento de limpieza o descontaminación se puede efectuar de forma manual, mecánica eléctrica o mediante aparatos de ultrasonidos, terminando siempre con un aclarado del material con agua potable, y su secado (si no es necesaria su desinfección).
- Limpieza manual.
Para realizar la limpieza manual siempre utilizaremos guantes de goma, mascarilla, gafas de protección y cepillos. El procedimiento incluye:
- Enjuagado: con agua abundante corriente y fría para arrastrar restos de materia orgánica.
- Enjabonado: con el detergente elegido para ablandar y disolver la suciedad.
- Fricción: con cepillo de cerdas no metálicas para desprender la suciedad.
- Aclarado: con agua desmineralizada para eliminar restos orgánicos y detergentes, evitando manchas y corrosión.
- Secado: evitar la formación de manchas. Eliminar gotas de agua.
- Limpieza mecánica eléctrica.
La limpieza mecánica es mucho más eficaz y reduce el riesgo de accidentes, se realiza a través:
- Prelavado: fase inicial para instrumental muy sucio.
- Lavado: se realiza a 45 ºC , evitando la coagulación y fijación de proteínas en la superficie del instrumental.
- Aclarado: Entre 75 y 90 ºC.
- Desinfección térmica: 10 minutos a 90 ºC.
- Secado: terminada la limpieza, se revisa el material y si alguno aún tiene restos de suciedad, se realiza una limpieza manual.
- Limpieza por ultrasonidos.
Se realiza en aparatos de ultrasonidos productores de ondas sonoras de alta frecuencia que se convierten en vibraciones mecánicas eliminadoras de la suciedad. El procedimiento de uso es:
- Se introduce en la cubeta una solución de detergente específico para la limpieza con ultrasonidos o bien una solución desinfectante de glutaraldehído al 2 % (se prepara diariamente), se coloca el material en la rejilla y se introduce en el aparato de ultrasonidos y se cierra con la tapadera mientras esté funcionando. Su uso es limitado por los riesgos para el profesional ocasionados por la emisión de la radiofrecuencia y por el deterioro que produce en el instrumental.
- Temperatura: Menor de 45 ºC.
- Frecuencia: 35 kHz .
- Tiempo: De 3 a 5 minutos.
- Para instrumental delicado o sensible al impacto mecánico.