Hasta el momento, hemos vaciado la impresión en yeso. Lo siguiente que se hace es:
- Una vez vaciado el modelo, debemos esperar a que el yeso endurezca. Uno de los mayores errores que se suelen cometer es girar la impresión y apoyarla sobre una superficie plana. Eso jamás debemos hacerlo. Hay que dejar que el modelo fragüe con los dientes mirando hacia abajo y el zócalo hacia arriba. Si lo giramos, el yeso, al no estar fraguado, se desprende ligeramente de los dientes de la impresión, produciéndose así alteraciones, y obteniendo finalmente un modelo que no es igual a la boca del paciente. Es como si, por ejemplo, hiciésemos un flan en la cocina de casa, y pretendiésemos girar el recipiente para poner el flan de pié. ¿Verdad que el flan, que todavía está líquido, se volcaría? Pues con la impresión de yeso pasaría exactamente igual. Aunque el yeso no es líquido como el flan, al no estar todavía fraguado puede tener alteraciones dimensionales. Por eso hay que dejarlo fraguar siempre en la misma posición que se ha hecho el vaciado.
- Finalmente, debes saber que hay clínicas dentales donde no tienen vibrador. El vibrador es un aparato muy cómodo para vaciar las impresiones, pero no es imprescindible. Si no tienes vibrador, deberás hacer vibrar tu mismo/a el modelo. ¿Cómo? Golpeando la impresión sobre la mesa donde estés vaciando, poco a poco y con cuidado, para que el yeso fluya e ir eliminando el aire que quede en el yeso.
Una vez el yeso esté fraguado, ya puedes retirar el modelo de dentro de la impresión, El resultado debe ser una réplica exacta de la boca del paciente. No debe tener poros. Si eso ocurre es porque al vaciarlo te ha quedado aire dentro.
Si has seguido los pasos correctamente, en estos momentos ya tienes un modelo de yeso.