Las prótesis de resina pueden experimentar, tanto durante su elaboración como en su posterior uso, distintas alteraciones que requieran una reparación de la base, o la adición o sustitución de un retenedor, o añadir alguna pieza dental, estaríamos ante lo que se conoce como una compostura. Existen diferentes tipos de composturas:
- Fracturas
simples. En éste apartado se podría incluir tanto las
reparaciones de simples fisuras como también aquellas
fracturas limpias que permiten la unión de las partes o
trozos de manera clara. La aparición de una fisura que no ha
provocado la partición de la prótesis supone una de las
reparaciones más sencillas. Si se trata de una simple fisura,
al no haberse roto la prótesis en ningún trozo, el clínico puede
enviar al laboratorio la prótesis tal cual, sin modelo, para que la
reparen.
Si se trata de una prótesis que se ha partido por ejemplo en dos trozos pero que ambos encajan perfectamente el uno con el otro, es decir, que "casan" entre ellos y no se ha perdido ningún trocito por el camino (fractura limpia), tampoco será necesario enviar un modelo al laboratorio.
- En ocasiones las fracturas pueden ser más importantes y llegar a dividirse en dos o más partes. Si se trata de una fractura limpia, estaríamos en el primer caso antes explicado. Pero lo que queremos que veas ahora no es ese tipo de fractura. Nos referimos a las fracturas que "no casan" entre ellas, es decir, que se ha perdido algún trocito por el camino. Cuando nos encontramos con una fractura de una prótesis removible de resina con pérdida de una sección, es imprescindible que el clínico tome una nueva impresión para obtener el modelo sobre el cuál trabajar. Fíjate la diferencia entre el primer caso y este otro. Cuando se trata de fracturas limpias, no se necesita tomar una impresión, en cambio, si se pierde alguna sección, sí hay que tomar una impresión. La razón es bastante sencilla: Si los trozos "casan entre ellos", el protésico puede ver perfectamente cómo es el tejido de soporte de esa prótesis. Simplemente tiene que unir los trozos. Pero si se han perdido trocitos por el camino, el protésico necesita un modelo donde colocar las secciones de la prótesis fracturada y observar el espacio que queda entre un trozo y el otro. Ese espacio es el que tendrá que rellenar con resina nueva para unir las diferentes secciones y hacer así la compostura.
- Añadir o sustituir dientes a la prótesis. A veces puede ocurrir que la extracción de una pieza natural de un paciente portador de una prótesis parcialmente desdentada implique la adición de una nueva pieza de resina. Lo mismo pasa cuando una pieza se desprende de una prótesis nueva o usada, conlleva la adición de la misma pieza de resina o sustitución. En estos casos, conviene tomar dos impresiones: una de arrastre con la prótesis en la que se quiere añadir el diente, y otra de la arcada antagonista, para saber la altura a la que colocar el diente. Recuerda que se hará un montaje en articulador para mantener una correcta oclusión. Por lo tanto, sea por la razón que sea, siempre que se tenga que añadir un diente o sustituirlo por otro, estaremos hablando también de una compostura.
- Añadir o
sustituir un retenedor a la prótesis. La adición o sustitución
de un retenedor en una prótesis removible de resina o al
esquelético no conlleva variaciones con respecto a las anteriores
composturas. En éstos casos resulta imprescindible contar con una
nueva impresión que permita situar y fijar la prótesis parcial en
el modelo en la misma posición que en la realidad y por lo tanto
disponer de los dientes pilares donde se deben realizar los
retenedores. Para ello el clínico realizará una impresión de
arrastre. Es decir, no se puede añadir un gancho si no tenemos
el modelo con el diente sobre el que hay que realizar dicho gancho.
El clínico debe haber tomado una impresión de arrastre, y sobre
ella, el protésico fabricará un gancho ajustándolo al diente
pilar.
En aquellos casos en los que se realice la extracción de una pieza también se deberá de añadir ésta además del gancho.