Las carillas son un método conservador de restaurar los dientes anteriores que, por alguna razón, se han fracturado, o están en mala posición (por ejemplo algo rotados, pero no en exceso), o con diastemas, o con un tono de color más oscuro, etc. Sin necesidad de tallar totalmente un diente, se puede hacer una restauración con una carilla, que es menos agresivo que una funda.
Hay dos tipos de carillas principalmente:
- Carilla de composite. Se realizan con el mismo material con el que se hacen las obturaciones (aunque con un composite más tratado que el convencional, de tal forma que es menos poroso y por lo tanto no se tiñe tanto como el composite tradicional). Se realizan directamente en clínica. Tienen la ventaja que en caso de fractura se pueden composturar (o arreglar) directamente en la consulta sin necesidad de hacerse un nueva carilla.
- Carillas de porcelana. Consisten en un tipo de prótesis fija que se cementa sobre la superficie vestibular de los dientes afectados.
La principal ventaja de las carillas de porcelana o cerámica es que son conservadoras de la estructura dental. Solamente necesitan el tallado de 0,5 mm de la cara vestibular y ligeramente la incisal. Al limitarse solo a la capa del esmalte, no hace falta la endodoncia.
La principal desventaja es que al tallar tan poco, es difícil saber dónde está el final del tallado para que la carilla adapte perfectamente sobre éste y no esté por encima o por debajo, dejando o un escalón que pueda acumular placa bacteriana o por el contrario que la carilla esté sobrecontorneada.
Observa las siguientes imágenes de una carilla de porcelana. En la primera imagen puedes ver un esquema representativo de lo que es una carilla de cerámica. Observa que se trata de una prótesis muy fina o delgada. Podemos hacer el símil, aunque no tenga nada que ver, con una uña artificial. ¿Verdad que las uñas artificiales que venden prefabricadas se pegan encima de tu propia uña y no da la sensación de tener una uña excesivamente gruesa? Pues con una carilla de porcelana pasaría algo parecido. Se cementaría encima del propio diente, aunque, a diferencia de las uñas artificiales, el diente es necesario tallarlo ligeramente por la cara vestibular e incisal para poder cementar encima la carilla.
En la segunda imagen puedes ver un esquema representativo del tallado de un diente para una carilla de porcelana. Observa cómo solamente se talla la cara vestibular y ligeramente la incisal.
En estas fotografías puedes ver cómo es una carilla de porcelana. Observa como la cara palatina está intacta, no se ha tallado, y cómo puede verse el tallado en el modelo de yeso.
Se trata de un espacio, que se encuentra entre dos dientes adyacentes, es decir dos dientes adyacentes no presentan punto de contacto.Se debe a que la longitud de arcada es mayor que la suma de los diámetros mesiodistales de los dientes (discrepancia oseodentaria positiva).