¿Conoces algún caso en el que un socorrista haya resultado herido al intentar socorrer a una víctima? ¿Crees que se aplicó la conducta P.A.S.?
Nuestro primer instinto en estas ocasiones suele ser ayudar y a veces no tenemos en cuenta los peligros a los que nos sometemos.
¿Cómo pondrías en marcha el paso de Proteger en un accidente de tráfico?
Para evitar que aumente el número de víctimas en un accidente debemos empezar por hacer seguro el lugar del suceso. Tomaremos las precauciones necesarias para cuidar nuestra propia seguridad, la de los accidentados y la de terceras personas. El daño que ya se ha causado es inevitable, pero como socorristas podemos actuar evitando nuevos accidentes. Esto supone:
- Autoprotección.
La premisa básica de protección empieza por uno mismo. Si vamos a intervenir, no podemos ponernos en peligro grave a fin de ayudar a otras personas. Por eso tenemos que asegurar nuestra protección personal, por ejemplo aparcando en una zona segura nuestro vehículo y utilizando indumentaria de alta visibilidad, si se trata de un accidente de tráfico.
- Proteger el lugar del accidente.
Después del accidente puede continuar activa la causa que lo ha originado o producirse un nuevo foco de peligro como un fuego, un escape de gas, vehículos circulando...
La actuación en este caso empieza por:
- Señalizar el lugar del accidente para prevenir del peligro.
- En caso de que existan máquinas implicadas, cortar las fuentes de energía, electricidad y combustibles líquidos o gaseosos.
- Desviar el tráfico de vehículos de la zona del accidente.
- Proteger a las personas
implicadas en el accidente.
Especialmente velando por la seguridad de los heridos que no pueden cuidarse por sí mismos.
Como norma general no moveremos a la víctima de un accidente, salvo que exista un peligro real para su vida (incendio, riesgo de explosión, etc.)