2.- Activación del sistema de emergencias.

Caso práctico

Adela, la odontóloga jefa de la clínica dental Dentoclínic.

Adela continúa atendiendo al hombre desvanecido. Ramón, a su lado, observa atentamente su actuación y le pregunta si la respiración es normal.

En ese momento entran dos clientes en la sala. Una de las mujeres que ha entrado se altera visiblemente al ver al hombre tendido en el suelo y lanza una serie de preguntas rápidas. "¿Qué le sucede? ¿Está vivo? ¿No deberían hacerle la respiración artificial? ¿Será un infarto?"

Adela, está ocupada atendiendo a la víctima y Ramón habla con tranquilidad a las dos mujeres que acaban de entrar:

-No se preocupen. Adela está atendiéndolo y comprobando cómo se encuentra. Será mejor apartarse un poco para que pueda atenderlo mejor.

La actitud serena y confiada de Ramón tranquiliza a las mujeres, que se alejan un poco de la víctima.

Se ve un dibujo de una ambulancia, el teléfono del logo del 112 a su izquierda (Alertar), y en la parte superior derecha un dibujo de una persona socorriendo a una víctima (Socorrer).

¿Cuál debe ser tu actitud en una situación de urgencia o emergencia?

La actitud de la persona que ayuda es fundamental para el control de la situación, por eso tenemos que procurar asumir las siguientes pautas generales de actuación:

  • Tranquilidad.

    Es frecuente que en un accidente "se pierdan los nervios" y que como consecuencia, movidos por la prisa, se den actitudes bien intencionadas pero incorrectas en muchas ocasiones.

    Hay que actuar deprisa, pero con mucha serenidad, manteniendo la calma y transmitiendo sensación de tranquilidad a los demás y a la propia víctima.

  • Dominio de la situación.
    • Estar convencido de tu capacidad para ayudar.
    • Indicar que conoces los primeros auxilios.
    • Transmitir confianza a la víctima.

    Cuando actuamos muy tranquilos, serenos y confiando en nuestra actuación, es fácil hacernos con el control de la situación, y hacer que otras personas nos ayuden en nuestra labor, sin oponerse y sin entorpecer.

Como socorrista, debes:

  • Hacer una composición de lugar.

    Una vez ocurrido el accidente, hay que comprender la situación y sus posibles consecuencias. Tenemos que darnos cuenta de los posibles peligros, no sólo para nosotros, sino también para la persona accidentada y el resto de las personas presentes. Antes de intervenir tenemos que conocer a qué tipo de situación nos enfrentamos.

    Al hacer una revisión de la situación tendremos en cuenta que pueden encontrarse personas heridas fuera de la vista y que por estar inconscientes son incapaces de pedir ayuda.

  • Evitar actuaciones bruscas.

    Una premisa básica es que no debemos hacer daño con nuestra intervención. Evitar mover a la víctima salvo que esté en una situación de peligro para su vida. Si la víctima no ha sufrido traumatismos se puede mover al herido cuando sea necesario para su bienestar. Es el caso, por ejemplo, de una persona que sufre un desmayo por el calor y se encuentra a pleno sol.

    En caso de emergencia, la actuación correcta se inicia con la activación del sistema de emergencias, que comúnmente se conoce como PAS. Siglas de Proteger, Alertar y Socorrer.

    En los siguientes subapartados, vamos a ver las premisas de actuación y los principios básicos a tener en cuenta ante cualquier emergencia.